El próximo día 5 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Mieloma Múltiple, un cáncer que se origina en las células plasmáticas de la médula ósea, que son las responsables de combatir infecciones y enfermedades. Estamos ante el segundo cáncer hematológico más común, aunque se considera una enfermedad rara y se diagnostican 3.260 nuevos casos en España cada año.
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Con motivo de la celebración de esta jornada se ha puesto en marcha la campaña “Lo que no ves” que ha impulsado Janssen con el objetivo de dar visibilidad a las necesidades de los pacientes con Mieloma Múltiple. Pero tal vez no tienes muy claro en qué consiste esta enfermedad, por lo que hemos querido profundizar en ella hablando con la doctora Mª Victoria Mateos, hematóloga y directora de la Unidad de Mieloma del Hospital Universitario de Salamanca.
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¿Qué es el mieloma múltiple, el segundo cáncer hematológico más común?
El Mieloma es un cáncer de la sangre que se origina en la médula ósea, fábrica de las células de la sangre. En condiciones normales, todos tenemos un 3-4% de células plasmáticas que se encargan de producir anticuerpos para defendernos de ataques agentes y sustancias extrañas. En el Mieloma, estas células plasmáticas se convierten en tumorales y proliferan de una manera incontrolada produciendo todas ellas un anticuerpo que se libera a la sangre y que se llama proteína monoclonal y que se detecta en un análisis de sangre. La proliferación de las células plasmáticas junto con esta proteína monoclonal son los responsables de los síntomas y signos como son: dolores óseos con lesiones en los huesos, anemia con cansancio y debilidad y menos frecuentemente alteraciones de la función renal y elevación del calcio. Como las células plasmáticas normales están disminuidas y en muchos casos desaparecen prácticamente en su totalidad, los pacientes con mieloma no producen anticuerpos para defendernos y suelen presentar infecciones frecuentemente.
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¿Es complicado llegar al diagnóstico de esta enfermedad?
Para hacer el diagnóstico se precisa identificar en la médula ósea que está dentro de los huesos, fundamentalmente del esternón o las caderas, las células plasmáticas y ver que tiene características tumorales junto con la identificación, prácticamente en todos los casos, de la proteína monoclonal que las células plasmáticas liberan a la sangre. Además, se necesita identificar muy bien cuál es la afectación de la enfermedad y para ello hay que evaluar todo el esqueleto óseo, los niveles de calcio en sangre, la función renal, si tiene anemia...
En general, el diagnóstico no es complicado, pero al presentar una sintomatología no muy específica, el médico de atención primaria, internista, traumatólogo, nefrólogo... deben pensar en el Mieloma dentro del diagnóstico diferencial para identificarlo.
¿Cuáles son sus síntomas más habituales?
En general, las dos manifestaciones más frecuentes que conducen a su diagnóstico son la presencia de dolores óseos, fundamentalmente en la región dorso-lumbar y que no ceden tras varias semanas-meses con tratamiento analgésico habitual y que, ante la falta de respuesta, se procede a exploraciones más exhaustivas y se detecta la enfermedad. El cansancio, debilidad, fatiga... es otra manifestación muy frecuente que conduce a la realización de análisis de sangre donde se detecta la anemia y dentro del diagnóstico diferencial de la anemia se puede llegar al diagnóstico de Mieloma. En menos ocasiones, la manifestación inicial es una insuficiencia renal moderada o severa y otra manifestación que, a veces, puede conducir a su diagnóstico es la presencia de infecciones, aunque no severas, pero de repetición que condiciona la realización de un análisis para ver cómo están las defensas naturales, los anticuerpos producidos por las células plasmáticas y se observa esa proteína monoclonal que conduce al diagnóstico.
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¿Es una enfermedad que puede ser asintomática durante largos periodos de tiempo?
Sí. El Mieloma está precedido en prácticamente todos los pacientes por una fase asintomática que puede durar muchos años y, en algunos casos, no llega nunca a desarrollarse el Mieloma. Estos estados asintomáticos incluyen dos enfermedades asociadas que se llaman gammapatía monoclonal de significado incierto y mieloma asintomático o quiescente. La primera es muy frecuente y hasta el 5% de la población mayor de 70 años puede tener una gammapatía monoclonal y muy raramente evoluciona a un Mieloma. Tan solo requiere seguimiento por parte del hematólogo o incluso el médico de atención primaria.
El Mieloma asintomático o quiescente es menos frecuente y más heterogéneo puesto que incluye algunos pacientes similares a la gammapatia monoclonal y que raramente evolucionará a Mieloma y otros pacientes que progresarán a Mieloma mucho antes. Esto es extremadamente importante porque la detección precoz del Mieloma asintomático en estos pacientes que tiene un riesgo alto de desarrollar el Mieloma puede condicionar el planteamiento de un tratamiento precoz para prevenir el desarrollo del Mieloma y, en este campo, España ha sido pionera a nivel mundial.
¿Cuáles podríamos decir que son las causas de esta enfermedad?
No se saben cuáles son las causas que hacen que las células plasmáticas normales, que todos tenemos, se conviertan en tumorales, en cancerosas para lo cual se necesitan alteraciones genéticas junto con un ambiente favorable para que se desarrolle la enfermedad.
¿Es un tipo de cáncer que se puede prevenir?
No se puede prevenir, aunque los hábitos de vida saludable siempre condicional un ambiente favorable para evitar el desarrollo de cualquier cáncer. Sin embargo, como he dicho anteriormente si se hace un diagnóstico precoz en fase asintomática y se plantea un tratamiento precoz, se podría evitar o cuanto menos retrasar el diagnóstico de Mieloma.
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¿Hay personas con más riesgo de padecer esta enfermedad?
El Mieloma afecta fundamentalmente a gente de edad avanzada y, aunque tenemos pacientes con Mieloma entre 30 y 50 años, lo normal es que tengan más de 60-65 años. Es, además, más frecuente en la raza negra y parece que la biología de la enfermedad es diferente.
Una vez que se llega al diagnóstico, ¿cuál es el proceso y el tratamiento que se debe seguir?
Una vez que se hace el diagnóstico, se inicia el tratamiento que hoy por hoy todavía viene condicionado inicialmente por si el paciente es candidato o no a recibir un trasplante autólogo (con sus propias células) de médula ósea. Si es candidato, algo que habitualmente ocurre en gente joven, sin enfermedades asociadas... se pauta un tratamiento inicial con 4 o 6 ciclos de tratamiento específico anti-mieloma, seguido del trasplante y posteriormente reciben un tratamiento de mantenimiento para mantener la respuesta alcanzada y pueden estar así por muchos años. Si el paciente no es candidato a trasplante, reciben de manera continua ciclos de tratamiento que incluyen varios fármacos anti-mieloma y también pueden estar así bastantes años. El tratamiento de mieloma incluye el uso de fármacos específicos contra la célula tumoral como son los inhibidores de proteasoma, los inmunomoduladores y los anticuerpos monoclonales anti-CD38 que son muy eficaces y con buena tolerancia. Hay muchos tratamientos nuevos en investigación y la inmunoterapia a través de los linfocitos T-CAR también han llegado ya a los pacientes con Mieloma con muy buenos resultados.
¿Tiene esta enfermedad un componente genético?
En principio no, aunque hay familias donde más de un miembro padece Mieloma. No obstante, por el momento, no es necesario hacer estudios a familiares de los pacientes con Mieloma.
"Esta enfermedad es una carrera de fondo", apuntan los pacientes. ¿Está de acuerdo con esta afirmación?
Por supuesto. El diagnóstico del Mieloma es algo inesperado y en la mayoría de los casos, desconocido para el paciente y sus familias. Se necesita emplear tiempo para explicar bien la enfermedad que requiere tratamientos continuos en muchas ocasiones y que los avances en el conocimiento de la enfermedad y en la introducción de nuevos fármacos son clave para que los pacientes con Mieloma puedan vivir, aun con la enfermedad, por muchos años.
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¿Qué pronóstico tiene el mieloma múltiple?
El pronóstico depende de muchos factores que el hematólogo evalúa en el momento del diagnóstico y que incluyen las alteraciones genéticas, la presencia de enfermedad fuera de la medula ósea (que a veces ocurre), de otros valores analíticos... y fundamentalmente de la respuesta al tratamiento. La evaluación de la respuesta se hace habitualmente una vez al mes con un simple análisis de sangre inicialmente y si la proteína monoclonal desciende y llega a desaparecer y lo mismo ocurre con las células plasmáticas que proliferan en la médula ósea... y esto se mantiene a lo largo del tiempo, el pronóstico será bueno.
¿Qué recomendaciones generales se les dan a los pacientes a los que se les diagnostica para afrontar su día a día con la enfermedad?
Que es una carrera de fondo, que se informen bien de la enfermedad y la conozcan porque el enfermo bien informado es un paciente mejor tratado, y que tengan confianza en los equipos que les tratan. España es un país que investiga mucho en el Mieloma y a España llegan de manera precoz la mayoría de fármacos nuevos por lo que los pacientes con MM españoles tienen la posibilidad de recibir la innovación muy pronto con todo lo que condiciona desde el punto de vista de prolongar su supervivencia que es el objetivo principal.
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