Anhedonia: el motivo por el que puedes sentirte más abatida e infeliz
Te explicamos qué es la anhedonia, por qué se produce este problema, cómo se evalúa y si existe tratamiento para volver a disfrutar de aquellas cosas que antes nos producían placer
La anhedonia es la palabra que describe un problema que sufren algunas personas que son incapaces de disfrutar de los placeres. Procede del griego an- 'falta de' y hedoné 'placer', y se trata precisamente de esto, deno sentir hedonismo, disfrute o la ausencia de satisfacción y placer en todos los aspectos de la vida. Una persona que tiene anhedonia no puede obtener placer de una buena comida, un buen libro, un paseo o unas vacaciones... Tampoco le producen ningún gozo las relaciones sociales o las sexuales. Se trata de un problema que puede aparecer de forma gradual y que puede estar asociado a problemas de salud mental como el trastorno bipolar o depresión. Te explicamos qué es, por qué se produce y cuál es el tratamiento.
Como comentábamos, la anhedonia es la persistente pérdida de capacidad para experimentar placer. Este fenómeno no surge de manera repentina, sino que evoluciona gradualmente. De manera progresiva, la persona va distanciándose de sus intereses habituales y dejando atrás las motivaciones que solían impulsarla en su día a día.
Así se establece un ciclo vicioso, un proceso de retroalimentación del que escapar sin ayuda resulta complicado, advierte la psicóloga Pilar Conde, directora médica de Clínicas Origen. La falta de deseo, por ejemplo, para interactuar con la familia y amigos, provoca que la persona se aísle. Este aislamiento, a su vez, contribuye a intensificar su estado de ánimo decaído, incrementando las sensaciones de soledad, desánimo y desamparo característicos de algunos episodios depresivos.
La anhedonia no es una enfermedad en sí misma. Más bien, "es un síntoma que también puede estar vinculado con otros diagnósticos, como el trastorno bipolar y otras condiciones mentales graves". Asimismo, puede manifestarse en situaciones de ansiedad y en procesos de duelo. Este fenómeno no distingue edades, ya que puede emerger en cualquier etapa de la vida, afectando tanto a niños como a adolescentes, en los que la anhedonia suele manifestarse junto a señales y expresiones de irritabilidad.
Hay varias causas que pueden provocar este trastorno: una parte física o biológica, como consecuencia del déficit en el sistema dopaminérgico (la dopamina es la hormona del placer). Por otro lado, también está relacionado con enfermedades mentales como la esquizofrenia, así como patologías como la adicción a sustancias. "En ambos casos, se presenta una anulación clara del placer por todo", explica el psicólogo Juvenal Ornelas, de MundoPsicólogos.
Como añade la psicóloga Pilar Conde, de Clínicas Origen, en el contexto psicológico, además, a esa falta de experimentación del placer se une la "pérdida de interés y satisfacción ante actividades que nos gustaban y nos reportaban beneficios personales".
Existen diferentes grados en los que puede observarse. Puede ser solo falta de deseo sexual o falta de satisfacción en general. Se puede confundir con una sintomatología depresiva, pero en este caso es necesario realizar análisis físicos.
"Es un trastorno, no un rasgo de personalidad", apunta Ornelas. Puede aparecer posteriormente a haber vivido un tiempo normalizado. Por ejemplo, una persona que ha consumido drogas durante un tiempo puede acabar desencadenando este cuadro de ausencia total de placer por aquello que haga. Así como si se han dado pérdidas de placer en las relaciones interpersonales.
Como decíamos, también puede deberse a factores biológicos relacionados con la dopamina o a una depresión profunda causada por drogas o esquizofrenia.
Las personas que sufren depresión, de hecho, o un trastorno de ansiedad elevado, problemas de drogas o esquizofrenia son las que tienen mayor propensión a experimentar anhedonia. "Pero no es algo habitual que se dé en el resto de la población, como podría ser, por ejemplo, la timidez, la introversión o frialdad. Por tanto, no es un rasgo de personalidad", señala Juvenal Ornelas.
Los profesionales de la salud tienen a su disposición diversas herramientas para evaluar la salud mental de las personas. Entre estas herramientas se encuentran la escala SHAPS y la escala MADRS, que pueden servir para evaluar el grado de anhedonia de una persona. Es importante tener en cuenta que estos cuestionarios no son suficientes para llegar a un diagnóstico. Este debe ser realizado por un médico teniendo en cuenta más aspectos del paciente.
La escala SHAPS, que significa Escala de Snaith-Hamilton de Anhedonia se utiliza para evaluar la anhedonia, que es la incapacidad de experimentar placer o interés en actividades gratificantes. A través de esta escala, se evalúan aspectos como el disfrute de actividades cotidianas como ver programas de televisión o escuchar la radio, pasar tiempo con familiares y amigos, encontrar placer en pasatiempos, y disfrutar de la comida favorita, paisajes hermosos y las pequeñas cosas de la vida.
Por otro lado, la escala MADRS hace referencia al Test de evaluación de Depresión de Montgomery-Åsberg' una herramienta ampliamente utilizada para medir la severidad de la depresión. Uno de los factores evaluados en la escala MADRS es la anhedonia, junto con otros síntomas relacionados con la depresión. La anhedonia es uno de los indicadores clave de la depresión, y su presencia y gravedad pueden ser evaluadas a través de este factor en la escala MADRS.
¿Cuáles son las consecuencias de sufrir anhedonia?
La anhedonia tiene un gran impacto en la calidad de vida y el bienestar de la persona que lo sufre. Como señala el psicólogo, en primer lugar, la anhedonia produce "aislamiento social, apatía total en lo social y personal". Asimismo, a nivel personal, este trastorno provoca la falta de deseo por hacer nada porque no se obtiene placer en ningún acto, proyecto, etc. Incluso puede afectar a la alimentación. Una persona con anhedonia podría padecer, también, trastornos de la conducta alimentaria, ya que el comer no produce satisfacción. Tampoco las relaciones de pareja son buenas, porque nada llena.
¿Cuál es el tratamiento de la anhedonia?
Para tratar y combatir este problema, se deben solucionar los aspectos asociados. Por ejemplo, si el sujeto presenta ansiedad, se debe tratar este trastorno. Del mismo modo que si presenta depresión o problemas de drogas, deben abordarse estos problemas.
Eliminado el problema asociado conseguimos que el sujeto recupere progresivamente el placer de los pequeños actos. debemos enfocar sin prisa como los pequeños detalles del día a día vuelve a ser relevantes. Todo esto puede ser acompañado de farmacología y mucho ejercicio físico que eleve los niveles de dopamina del sujeto. El aislamiento agrava todos los síntomas y la socialización mejora radicalmente todos los síntomas.
Como recuerda la psicóloga Pilar Conde, "se trata de una situación reversible. Con el tratamiento adecuado se van recuperando las ganas de hacer y estar. Una de las herramientas a trabajar es la activación conductual, que consiste en ir retomando de manera progresiva las actividades abandonadas, empezando por las que reportan más bienestar y requieren menos esfuerzo".
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