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Estas 6 señales pueden indicar que sufres adicción al ejercicio

Puede ser difícil determinar cuánto ejercicio es demasiado pero hay algunos síntomas a los que debes prestar atención


Actualizado 12 de agosto de 2021 - 15:38 CEST

Hacer ejercicio es saludable y, además, necesario, de eso no tenemos ninguna duda. Pero siempre dentro de unos límites. Hay veces que se puede desencadenar en una obsesión y eso provoca daños en nuestro cuerpo y mente. De hecho, la "adicción al ejercicio" se está convirtiendo en una de las principales preocupaciones entre los expertos en fitness y los especialistas en salud. ¿Pero cuándo podemos sospechar que estamos sufriendo este problema? Puede ser difícil determinar cuánto ejercicio es demasiado sin conocer las circunstancias individuales que rodean a cada persona, pero hay algunos signos comunes a los que debe prestar atención. Le hemos pedido a los especialistas de Delamere Health que nos ayuden a detectarlo.

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¿Qué es la adicción al ejercicio?

Hacer ejercicio con regularidad es una parte importante para mantenerse saludable. El ejercicio se ha relacionado con beneficios para la salud muy positivos, como aumento de la energía, mejor calidad del sueño, reducción del estrés, aumento de las hormonas de la felicidad y reducción del riesgo de enfermedad cardíaca. Sin embargo, muchas personas se sienten obligadas a hacer ejercicio y no pueden detenerse, incluso, cuando experimentan dolor o lesiones.

Si bien hay muchos beneficios físicos y psicológicos del ejercicio, cuando se soporta en niveles altos puede generar efectos negativos, incluida, una adicción poco saludable. Esta se describe como una obsesión por el cuerpo y por hacer deporte. Para muchas personas, a menudo es el resultado de trastornos de la imagen corporal y trastornos alimentarios.

Aunque no está clasificado como un trastorno de salud mental, la adicción al ejercicio conlleva efectos emocionales similares a otras adicciones, por ejemplo, comportamiento obsesivo, continuar a pesar del daño físico, realizar ejercicio a escondidas, etc.

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¿Qué causa la adicción al ejercicio?

La adicción al ejercicio, generalmente, se debe a que las personas tienen un fuerte deseo de mejorar su condición física y su bienestar en general. Aquellos con problemas de imagen corporal, baja autoestima y autoconfianza limitada generalmente corren un mayor riesgo que aquellos que no experimentan estos problemas.

Existe una fuerte correlación entre una relación obsesiva con el ejercicio y los trastornos alimentarios. Las personas que sufren de anorexia o bulimia u otros trastornos de la imagen corporal a menudo pueden tener una obsesión destructiva por el ejercicio y la forma física.

Cuando hacemos ejercicio, nuestro cuerpo libera endorfinas y dopamina del cerebro. Cuando estas hormonas se liberan en nuestros cuerpos experimentamos felicidad, relajación, mejoras generales del estado de ánimo y menores síntomas de depresión. Sensaciones que pueden desaparecer al parar de hacer deporte. Aumentar el nivel de ejercicio para desencadenar una liberación química para reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo suele ser la forma en que las personas desarrollan gradualmente un trastorno del ejercicio.

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Chica haciendo crossfit© Adobe Stock


¿Cuáles son los signos clave de la adicción al ejercicio?

Como decíamos, mantenerse en forma y activo es una parte clave para mantener la salud y la felicidad, pero ¿cómo saber cuándo algo bueno se vuelve contraproducente? A pesar de que no existe un diagnóstico formal de la adicción al ejercicio, sí existen síntomas asociados con los pensamientos, emociones y comportamientos de quienes presentan este trastorno. Aquí están los seis signos clave:

  1. Falta de control: las personas que experimentan adicción al ejercicio tienen dificultades para controlar su deseo de estar en forma, esto puede llegar incluso a hacer ejercicio mientras están lesionados o padecen una enfermedad. Las personas también tienen intentos infructuosos de reducir los niveles de ejercicio o detenerse más allá de cierto tiempo pero no lo consiguen.
  2. Depresión y ansiedad: se ha demostrado que el ejercicio mejora el estado de ánimo y el bienestar mental general. Pero algunos adictos se obsesionan con las horas que pasan haciendo ejercicio para superar los sentimientos de tristeza y fatiga. Cuando no es posible hacer ejercicio, a menudo comienzan a mostrar altos niveles de depresión y ansiedad. La peligrosa compulsión a menudo conduce a fuertes sentimientos de culpa.
  3. Baja autoestima: las personas obsesionadas con el gimnasio miden el progreso en términos de tamaño, fuerza o velocidad. A menudo, determinan la autoestima de uno en función de sus logros en el ejercicio y su capacidad física.
  4. Trastorno de la imagen corporal: la adicción al fitness hace que las personas creen una versión poco realista de sí mismos y se esfuercen por alcanzar la "perfección", incluso, si es perjudicial y poco saludable para ellos hacerlo. Cuando no se encuentran en el peso, la fuerza o el objetivo de condición física deseados, puede provocar trastornos de la alimentación, conteo de calorías, ejercicio excesivo y compulsividad.
  5. Control del horario: negarse a perder un entrenamiento, independientemente del clima, la lesión o el horario, es uno de los signos más comunes de adicción al ejercicio. Las personas a menudo se saltan otras actividades para hacer ejercicio. Es posible que pasen más tiempo haciendo ejercicio, más allá de lo que se considera seguro y saludable.
  6. Negación y defensiva: cuando se les pregunte si pueden estar sufriendo una adicción, actuarán a la defensiva. Sentirse cansado constantemente: pasar demasiado tiempo haciendo ejercicio a menudo conduce a la fatiga y al agotamiento. Esta presión sobre su cuerpo y su salud puede provocar enfermedades y lesiones si no se maneja correctamente.

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