Ser una persona madura no tiene que ver con la edad ni con el trabajo que hayas elegido ni la familia que hayas formado. Tener una personalidad madura es una forma de ser. Suele caracterizarse por la coherencia, el equilibrio y la estabilidad. Las personas maduras, suelen comprometerse, toleran las frustraciones y controlan sus impulsos. Suelen tener una red social estable y se adaptan a la mayoría de las circunstancias. En definitiva, ser maduro te da mayor serenidad.
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Test de personalidad
¿Cómo ser más madura emocionalmente?
Aunque pensemos que se trata de un rasgo de personalidad, la madurez también se puede trabajar. Por ejemplo, prestando atención a los siguientes aspectos que te ayudarán a adquirir una mayor inteligencia emocional, según Ixi Ávila, coach de Inteligencia Emocional y, poco a poco, mayor madurez.
- Autoconocerse: tus límites, tus sueños, tu manera de gestionar las emociones, tus fortalezas, tus miedos, etc.
- Autogestionarse: gestión de pensamiento y creencias limitantes, gestión del tiempo y gestión emocional.
- Conciencia social: conocer los diferentes entornos de tu vida. ¿Por qué con unas personas te sientes bien y con otras no? ¿Qué hay de ti, qué hay de la otra persona?
- Desarrollar más habilidades sociales: técnicas de comunicación para mejorar las relaciones personales, herramientas para aumentar la empatía y la conexión con los demás.
- Psicología: Madurez emocional, los signos y sus ventajas
La paz mental para lograr una mayor madurez
Una mente más calmada también estará más preparada para tomar mejores decisiones. Porque no siempre las cosas salen bien, ni la situación que nos envuelve es la más propicia para estar siempre felices. Es posible sentir bienestar aun cuando se esté pasando por una situación difícil. Solo es necesario adentrarse en un mismo, y comprender y reconocer lo que se puede hacer para ganar en calidad de vida y mejorar la salud mental, nos recuerdan desde la Escuela de competencias para la vida y la salud.
Para ello, hay que dejar de calificar los pensamientos e interpretar si ese pensamiento es bueno o malo, positivo o negativo. “Solo plantéate si este pensamiento te está siendo útil para vivir la vida que quieres: ¿Es útil para tu felicidad? Porque si no es así, descártalo” plantea Jordana. Los tres ingredientes clave para conseguir la paz mental son, por un lado, no aferrarse a lo que no está en nuestra mano solucionar, “suelta todo lo que no depende de ti. Si miras bien veras que de verdad hay muy pocas cosas que solo dependan de ti: ¿qué dirías, un 5, 10, 15%? Suelta y deja ir lo que no te corresponde, lo que no es de tu incumbencia” destaca Jordana. Por otro lado, una de las máximas es no preocuparse por lo que los demás piensen de uno mismo. Nadie ha nacido para cubrir las expectativas de nadie, ni siquiera las de uno mismo. Y, por último, hay que encontrar el significado y sentido de lo que está pasando, indagar hasta dar con lo que nos hace sufrir. La clave es poner la atención en uno mismo.
- Cómo confiar más en uno mismo y tener seguridad para ser más feliz