Llevar a tu gato al veterinario es fundamental para asegurar su buena salud. De hecho, los expertos indican que los felinos deben acudir al menos una vez y dos cuando son mayores. Pero si convives con esta mascota en casa sabrás lo difícil que puede ser a veces llevarle en el transportín, los miedos que puede padecer, o lo nervioso que se puede poner. Hay 'trucos' que puedes poner en práctica para que esté más tranquilo y Royal Canin te da las claves.
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Acostumbra a tu gatito a ir al veterinario
Si lo tienes con pocos meses, aprovecha para hacerle todos los controles necesarios para asegurar un buen estado de salud. Vacunas, test de inmunodeficiencia felina, microchip, castración cuando sea el momento... De esta manera, tu gatito se acostumbrará y la tarea será más fácil. Según nos cuentan desde Royal Canin, "además de ser necesario por su salud, hacerlo desde que son pequeños ayudará a eliminen el estrés desde el principio y normalicen las visitas".
¿Cómo debe ser el transportín?
Es un aspecto muy importante para la salud de tu mascota, puesto que un mal transportín o inadecuado para gatos puede poner en riesgo su vida. Royal Canin nos explica que debe ser de estructura sólida, que esté bien asegurado, y que sea estable. También es bueno que tenga varias puertas y que se pueda desmontar en el centro en caso de ser necesario. Asegúrate, por supuesto, de que no pueda abrirse, para evitar un disgusto.
Acostumbrarle desde pequeño
Otra forma adecuada de que tu gato no tenga problemas para entrar en el transportín para ir al veterinario o si os tenéis que desplazar es que lo vea como un lugar seguro. ¿Y cómo conseguirlo? Acostumbrarle desde pequeño a que entre él solo. Déjalo abierto en una habitación de la casa y que entre y salga cuando quiera. Pon una mantita dentro para que siempre tenga su olor. En el momento de salir de casa, puedes imprégnalo con feromonas que puedes encontrar en establecimientos autorizados y clínicas veterinarias 30 minutos antes de salir.
Elige una clínica veterinaria adaptada para gatos
Las hay que cuentan con espacios específicos para que tu mascota no tenga un encuentro directo con perros u otros gatos. También hay zonas con menos ruido o menos luz para que tu felino se encuentre más cómodo.
¿Qué hacer en la sala de espera?
Estate atenta a los detalles. Por ejemplo, intenta no ponerte muy cerca de otros pacientes, coloca el transportín elevado, no en el suelo, evita los movimientos bruscos, háblale con suavidad... tu gato tiene que sentir que tú estás tranquila.
Tranquilidad en la vuelta a casa
Igual que tienes que conservar la calma cuando vas al veterinario, también es importante que la mantengas en la vuelta. Como concluyen desde Royal Canin, tu gato estará deseando volver. Cuando llegues, abre la puerta con cuidado y déjale que explore, con tranquilidad y permitiéndole explorar las distintas estancias.