La pandemia, el confinamiento, la incertidumbre por el mercado laboral, el agotamiento físico y mental... estamos viviendo años muy díficiles que acaban haciendo mella en nuestro bienestar. Te notarás más lenta, emocionalmente más voluble y quizá algo irritable. No ayuda la subida de las temperaturas, que también nos afectan. Por eso, aprovechando que hoy celebramos el Día Mundial del Cerebro, y de la mano de Aegon, compartimos contigo los hábitos y los trucos que te pueden devolver la serenidad y ayudar a tu cerebro a que esté más sano.
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Dieta mediterránea
¿Sabías que tu cerebro rejuvenece cuando le das un tipo de alimentos? El cerebro, al igual que un motor, necesita grasa para su correcto funcionamiento. El consumo de aquellas grasas adecuadas, especialmente las que contienen mayor cantidad de ácidos grasos Omega-6 presentes en los vegetales, girasol, soja, sésamo o maíz y de ácidos Omega-3 en el coco, el aguacate y pescados azules, son beneficiosos para el cerebro. El aporte de vitaminas es esencial en esta epoca de la vida, especialmente vitamina D y B12 (pescados, carne, huevos, lacteos y cereales enriquecidos).
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Salud física
Cuando saltas tú, tu cerebro también lo hace, y de alegría por lo bien que le sienta hacer ejercicio. Es primordial realizar algo de ejercicio moderado todos los días. Sin embargo, son muchas las personas que no sacan tiempo para poder ir al gimnasio, practicar algún deporte o hacer una tabla de ejercicios en el parque. Aprovechar para caminar entre desplazamientos y realizar tareas cotidianas como limpiar, bailar, jugar con los niños, etc, será una buena forma de acumular tiempo de actividad física diaria. Una manera excelente es caminar al aire libre, que de paso, nos permitira fijar la vitamina D que hemos ingerido gracias a la accion del sol.
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Cuidado de las relaciones sociales
Somos animales sociales y necesitamos a los demás para nuestro bienestar y un correcto mantenimiento de un cerebro joven. Para cuidar de las relaciones sociales es necesario salir de casa, mantenerse activo socialmente, conversar, pasar tiempo con nuestros seres queridos, así como mantener el contacto y la relación con amigos. Participar en asociaciones, clubs o realizar algún voluntariado podrá ayudar también a establecer nuevas relaciones. Todo ello alejara los sentimientos de soledad, aislamiento, escasa utilidad para la sociedad, etc., especialmente a las personas que viven solas.
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Actividad intelectual
Una alta reserva cognitiva puede ser una buena aliada para mantener un cerebro sano y resistir a las afectaciones que enfermedades degenerativas como el alzhéimer pueden producir. Para ello es importante mantener una estimulación constante en nuestra mente que supongan pequeños retos, como la lectura y los juegos de mesa, ya que muchos de ellos requieren habilidades de cálculo, memoria reciente y capacidad de previsión. Asimismo todo aquello que implique aprender y adquirir nuevos conocimientos también favorecerá la actividad cognitiva.
Bienestar emocional
Se ha demostrado que algunas de las patologías mentales como el estrés crónico producen cambios significativos en la estructura del cerebro, reduciendo el tamaño de ciertas áreas como la corteza prefrontal, la amígdala y el hipocampo. Estas áreas juegan un papel muy improtante en la regulación emocional, la memoria y el aprendizaje. Además, esto contribuye a que en personas estresadas las dificultades para concentrarse y recordar vayan en aumento, afectando especialmente a la memoria espacial y a corto plazo, pudiendo llegar a provocar en última instancia un derrame cerebral.
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Vida tranquila
El bienestar emocional es fundamental para tener una vida tranquila y lo más equilibrada posible. Los expertos de Aegon resaltan que mantener una actitud positiva, practicar la gratitud, desarrollar habilidades para enfrentar problemas y algunas técnicas de relajación como la meditación serán de gran ayuda para poder mejorar la salud mental.
Buen descanso
Otro de los aspectos mas importantes para sentirnos bien es mantener una rutina de sueño, procurando no alterarla. Es conveniente dormir un total de 7-8 horas y una breve siesta. El sueño debe ser reparador, es decir, con una cantidad adecuada de sueño profundo, que suele ser óptima cuando se encuentra en torno al 20%. Ello ayudará a que el cerebro descanse, se repare y se fijen los recuerdos.
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Evitar los malos pensamientos
Por último, y fundamental, para lograr el bienestar emocional, la serenidad y que nuestro sueño no se altere es mantener un equilibrio, modificar la forma en la que pensamos, ya que la salud mental repercute en la física y del cerebro. Para ello, nos dan estos consejos.
Restablecer el equilibrio: tratar de combinar trabajo y vida personal hoy en día parece imposible pero no solo es posible, si no que es necesario. Hábitos como aprender a gestiona el estrés, dedicar tiempo a actividades que puedan mejorar la calidad de vida pueden ayudar a tener una mayor claridad mental, sensación de control y equilibrio mente-cuerpo.
Expresar las emociones: bajo una situación de estrés o preocupación, es necesario tratar de sacar tiempo para uno mismo, ya sea practicando algo de deporte o cualquier otra actividad. “Hay muchas formas de expresar lo que sentimos y, curiosamente, las más efectivas no siempre son las verbales” explica Alvar Ocano, Gerente Médico de Aegon.
Dedicar a uno mismo el tiempo necesario: el estilo de vida actual, basado en la inmediatez, a menudo provoca grandes episodios de estrés. Correr de un lado a otro no es sinónimo de productividad, la realidad es que se trata del principal causante de tensiones innecesarias en las personas. Reducir las actividades diarias, vivir en el presente y priorizar son algunas de las claves para conservar una buena salud mental.