A todas se nos cae el pelo. Pero hay veces que notamos una caída superior a la normal, ocurre en un espacio de tiempo concreto y, en general, creemos que obedece a una causa que podemos nombrar. Se trata de la caída reaccional del cabello y los médicos se refieren a ella cuando experimentamos una caída de más de 80-100 unidades al día. Suele estar provocada por una situación concreta y sus efectos se producen habitualmente entre dos y tres meses después de que ésta haya acontecido. Se trata de una problema que puede afectar a los dos sexos, pero se da con más frecuencia en mujeres jóvenes.
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¿Qué es la caída reaccional del cabello y por qué se produce?
Esta pérdida de cabello suele estar relacionada con un suceso traumático o por estrés. Aparece, en general, dos o tres meses después. Esto es debido a que esta situación de mayor nerviosismo o un acontecimiento vital que nos impacta provoca una alteración en el ciclo de crecimiento del pelo debido a un daño en la raíz del folículo piloso y aquí comienza la caída intensa del cabello.
Según explica la Dra. Raquel Amaro, de la clínica Hospital Capilar, las situaciones que pueden dar lugar a esta caída del cabello suelen estar relacionadas con eventos traumáticos, postparto, cirugías, estrés, cambios de estación, situaciones de choque emocional o fatiga". En este sentido, la pandemia que estamos viviendo y la propia COVID-19 también puede propiciar esta pérdida de una gran cantidad de pelo. De hecho, señala la especialista, "tras el confinamiento se incrementaron las consultas acerca por este motivo o por cabello especialmente debilitado, así como las referentes a exacerbaciones de alopecia en sus diferentes formas”.
No se trata de alopecia, ya que a diferencia de esta, la caída reaccional del cabello es una situación autolimitada en el tiempo y reversible, ya que no se altera la raíz del folículo, por lo que tiende a resolverse por sí misma en unos 3 o 4 meses cuando la causa desencadenante desaparece. “Lo más importante a destacar es que, a no ser que se tenga una alopecia androgénica asociada u otro tipo de alopecia, esta caída nunca conduce a la calvicie por sí misma”, indica la doctora Amaro.
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Diagnóstico y tratamiento
La forma de diagnosticar este problema capilar reversible, es mediante la tricoscopía, una prueba de imagen que permite analizar una gran cantidad de cabello y que es cómoda e indolora para la paciente. Tras esta evaluación se administrará el tratamiento más adecuado para cada caso.
Estos dependerán de la incidencia de la caída. Por ejemplo, hay casos en los que puede ser necesario el uso de un medicamento indicado para estimular el crecimiento del cabello, el minoxidil, pero en dosis bajas. También puede ser útil otra terapia, el plasma PRP o plasma rico en factores de crecimiento que libera que se inyecta mediante microinyecciones y que ayuda a que se liberen sustancias para ayudar a estabilizar la caída y acelerar la recuperación.
En cuanto a los nutricosméticos, existen diferentes estudios que han encontrado un efecto positivo discreto en algunas formas de efluvio telógeno.
Por otro lado, el lavado frecuente del cabello y el cepillado resulta importante en estos casos, ya que el pelo que está destinado a caerse debe hacerlo para que comience a salir el pelo nuevo en fase anágena.
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