Las varices son un problema que muchas personas ven cómo empeora en los meses de verano. Las altas temperaturas no ayudan, y muchas personas afrontan estos meses con un aumento del dolor, pesadez o cansancio en sus piernas. Son la manifestación más visible de la enfermedad venosa crónica, que padecen entre un 50 y un 70% de los españoles, y que afecta en mayor medida a las mujeres, sobre todo a partir de los 35-40 años. El efecto vasodilatador del calor impide que el retorno de la sangre desde las piernas al corazón se produzca correctamente, provocando la acumulación de sangre en las venas, lo que da lugar a la aparición de varices, o lo que es lo mismo, la dilatación de los capilares por el aumento de presión y retención sanguínea. “Esta insuficiencia venosa suele darse con más frecuencia en mujeres y muchas veces se convierte en una preocupación estética. Sin embargo, más allá de lo cosmético y aunque no necesariamente desencadena problemas mayores, prevenir y tratar las varices contribuye a mejorar la calidad de vida y a garantizar el buen funcionamiento del sistema circulatorio”, señala el Dr. Juan Fontcuberta, Jefe de Servicio de Angiología, Cirugía Vascular y Endovascular de los hospitales universitarios Sanitas La Moraleja y La Zarzuela.
Para aclarar todas nuestras dudas sobre este problema de salud, hemos hablado con el doctor Rodrigo Rial, presidente del Capítulo Español de Flebología y Linfología de la Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular, quien ha dado respuesta algunas de las preguntas más habituales que podemos hacernos sobre las varices.
Lee también: ¿Eres joven y tienes varices? Esto es lo que debes hacer según los expertos
¿Por qué se produce la enfermedad venosa crónica, cuáles son sus causas?
La enfermedad venosa crónica (EVC) es la incapacidad del sistema venoso de las extremidades inferiores de devolver de forma eficaz la sangre al corazón. Es, por lo tanto, un problema de retorno venoso y su manifestación más frecuente las varices.
-La herencia es determinante. Se sabe que tener un progenitor con varices hace que en un 40% sus descendientes desarrollen varices. Si son los dos, la probabilidad de desarrollar varices está por encima del 60%.
-Existen otros factores relacionados con el sedentarismo o estar mucho tiempo de pie. Hay profesiones especialmente de riesgo para desarrollar varices: dependientes de comercio, peluqueras, camareros… a estos factores se asocia la obesidad que dificulta el retorno venoso.
-La toma de píldoras anticonceptivas y alteraciones hormonales en la mujer se relacionan también con la aparición de varices.
-Un 40% de las mujeres embarazadas desarrollarán varices por un aumento de la presión en el interior de las venas, y por los cambios hormonales del embarazo.
Según los datos, afecta a entre un 50 y 70% de los españoles, una cifra como para tener en cuenta el problema, ¿no es así?
Sí, la prevalencia es una de las más altas en los trastornos de salud. Bien es cierto que no todos desarrollan complicaciones o llegan a situaciones graves, pero son una carga muy importante para el sistema nacional de salud, y desde luego merman la calidad de vida de muchos pacientes. Se calcula que entre un 0,5% y 2% de la población tiene una úlcera venosa activa, situación que es muy incapacitante y que en algunas ocasiones es por no haber tratado o prevenido de forma adecuada la enfermedad venosa crónica en fases iniciales.
¿Cómo se manifiesta, cuáles son sus síntomas?
Los síntomas que definen la EVC no son específicos, pero cuando se dan conjuntamente sí que nos proporcionan una orientación valiosa en el diagnóstico. El dolor, con sus expresiones como sensación de cansancio y pesadez, manifestado como "piernas cansadas" o "piernas pesadas", es el síntoma fundamental. Muchas veces se acompaña de sensación de hormigueo y calambres, que característicamente pueden ser nocturnas, en las primeras horas de la noche, para luego ceder. El picor es también muy común, producido entre otras causas por sequedad de la piel. En muchas ocasiones, los pacientes no logran definir adecuadamente sus síntomas refiriéndolos como “piernas inquietas”. Es característico que los síntomas se agraven al final del día y mejoren con la elevación de las piernas.
Lee también: Ejercicios para las piernas si tienes mala circulación o las sientes cansadas
¿Cuál es el motivo que explica por qué afecta más a las mujeres?
Genéticamente no hay diferencias entre hombres y mujeres para desarrollar varices. Pero son las alteraciones hormonales y el embarazo las situaciones que marcan la diferencia con el varón. El embarazo produce un problema mecánico de retorno venoso al ocupar el útero la pelvis y, además, las hormonas hacen que los tejidos sean más laxos. La combinación de aumento de presión por el útero grávido y debilidad o laxitud de las venas por el aumento de progesterona conduce a que las venas tiendan a dilatarse más. Por otra parte, las alteraciones estrogénicas también se han mostrado como de riesgo para desarrollar más varices, especialmente de pequeño tamaño.
En verano, quienes tienen varices saben que el problema empeora, ¿por qué sucede esto?
Con el calor las venas se dilatan y acumulan más sangre, y por lo tanto, más presión en el interior y más molestias. El verano es una época del año en la que las varices progresan más. Debemos ser especialmente cuidadosos en esta época del año con las medidas de prevención y tratamiento.
¿Qué recomendaciones da a las personas que padecen de este problema vascular para afrontar los meses de calor?
Protegerse del calor. Refrescar que con frecuencia las piernas y mantenerlas en alto siempre que sea posible. Tomar el sol no es el problema, sino el exceso de calor. En verano se viaja más, en coche o en avión. Si el trayecto va a ser largo es recomendable utilizar medias elásticas de descanso. Darse masajes ascendentes en las pantorrillas, con cremas específicas y mantener una buena hidratación de la piel. Hacer ejercicio moderado, con los tobillos, nadar, montar en bicicleta, caminar sobre la arena de la playa… son hábitos de vida muy útiles.
Por último, y no lo menos importante, tomar la medicación flebotónica prescrita por su médico para favorecer el retorno venoso y aliviar las molestias, o solicitar consejo a su farmacéutico.
¿Deben cuidar especialmente su dieta?
La ganancia de peso es un enemigo del retorno venoso. Debemos realizar una dieta saludable, con el contenido calórico acorde a nuestra edad y peso. Se debe ingerir abundantes líquidos para evitar la deshidratación y el estreñimiento, pues su existencia dificulta también el retorno venoso de las piernas. Se debe aprovechar la temporada de verano para tomar más frutas, que son más variadas, proporcionan flavonoides que son la base de muchas medicaciones y al mismo tiempo proporcionan una gran cantidad de agua. Todos aquellos alimentos con mucha grasa deben limitarse. Si tiene estreñimiento debe evitar los alimentos picantes.
Lee también: Pros y contras de la comida picante: te los contamos al detalle
¿Y es el deporte un buen aliado para estos pacientes?
La actividad física y contracción de los músculos de las piernas, como se produce al caminar, es el motor esencial para el retorno venoso. El sedentarismo disminuye la bomba muscular y aumenta la congestión venosa. Caminar, montar en bicicleta y nadar son los ejercicios que se han mostrado más beneficiosos en la EVC y varices. Debemos evitar realizarlos en las horas centrales del día y con un calor excesivo.
Lee también: 13 errores que cometes al caminar y te impiden sacar más partido a este sano ejercicio
¿Son las medias de compresión una solución útil para las personas con este problema también en verano?
Las medias de compresión son el pilar del tratamiento de las varices más importante. Sin embargo, es cierto que en con altas temperaturas se toleran peor. Si se está trabajando y en la oficina hay aire acondicionado, muchas veces pueden seguir siendo utilizadas, al menos algunas horas. Cambiar a una compresión menor (prendas más ligeras) y acortar la longitud muchas veces proporciona el ajuste adecuado en verano. La recomendación farmacéutica o el consejo de su cirujano vascular son fundamentales para poder tener una buena adherencia al tratamiento. Aun así, hay veces que el paciente no las tolera y complementar el tratamiento con los denominados fármacos flebotónicos es esencial.
¿Hay plantas medicinales y otros remedios caseros que pueden ser de utilidad para tratar este problema de salud?
La utilización de plantas medicinales para las varices se basa en que tienen un principio activo que se ha mostrado útil en medicamentos. En general, no suelen ser perjudiciales, pero es mucho más útil y seguro confiar en los medicamentos flebotónicos de contrastada seguridad y eficacia. Algunos son de reconocimiento científico internacional y su uso debe ser general en toda persona con varices o molestias derivadas de ellas. De nuevo, el consejo farmacéutico y el médico recomendarán los más adecuados a cada situación. Se pueden utilizar de forma continuada.
Lee también: Remedios caseros y plantas para las varices
En el caso de tener varices, ¿cuándo deberíamos consultar con el médico?
Tan pronto aparezcan las varices, aunque no de forma urgente, se debe tener una primera consulta con el Especialista en Angiología y Cirugía Vascular, que decidirá qué tipo de tratamiento, médico o quirúrgico, es el más adecuado en cada caso. Posteriormente el Médico de Familia y Farmacéutico puede realizar un seguimiento y si los síntomas empeoran o las varices avanzan se debe visitar de nuevo al Especialista para nueva valoración.
Por último, ¿hasta qué punto influye el calzado que elegimos, así como la ropa, en la evolución de las varices ocasionadas por la insuficiencia venosa?
El movimiento de la pantorrilla, contracción de los músculos gemelos, la denominada bomba muscular, está disminuida en los casos de tacón excesivo. Se debe evitar un tacón excesivo durante mucho tiempo. Un tacón moderado no supone ningún problema. La ropa ceñida es un problema si hace efecto torniquete, demasiada presión en la cintura o aprieta la parte proximal de muslo, ligas o fajas.
Lee también: Dolor de espalda: para prevenirlo, elige bien tu calzado