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Muchas pensamos que tenemos que poner la cabeza hacia atrás si sangra la nariz, sin embargo, no es así cómo debe pararse la hemorragia. Pero antes de explicártelo, veamos por qué se produce el sangrado y si podemos hacer algo para evitar la epistaxis, como se conoce médicamente este episodio.
El sangrado de nariz es habitual tanto en niños y adultos debido a su propia fisiología. Tal como nos explica el Dr. Juan Aguilar, uno de los jefes del servicio de Otorrinolaringología del Hospital Quirónsalud Córdoba, "se trata de una parte de nuestro cuerpo muy vascularizada, es decir, se encuentran muchos vasos sanguíneos en ella, para acondicionar el aire que respiramos, por lo que los sangrados nasales o epistaxis son muy comunes en la población". Pese a que se trata de algo habitual y que no nos debe preocupar, sí debemos prestarle atención si ocurre con frecuencia, tal como nos explicará el especialista.
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¿Cuáles son las causas por las que nos sangra la nariz?
Las causas más habituales son por la manipulación digital de la nariz, un hábito nada saludable, pues corremos el riesgo de infección. Otras también muy frecuentes son los siguientes:
- Variaciones de presión atmosférica (de ahí que lo cambios de tiempo favorezcan los sangrados)
- Presencia de rinitis alérgica o catarro que provoquen estornudos repetidos o sonarse con frecuencia la nariz
- Traumatismos nasales
- Uso de medicamentos anticoagulantes y antiagregantes
- Uso de vasoconstrictores o corticoides nasales de forma repetida
- Tener pequeñas lesiones vasculares del tabique
- Presencia de una perforación septal (una deformación del tabique nasal)
- Hipertensión arterial mal controlada
- Sequedad crónica de la nariz
- Antecedente de haber tenido una cirugía nasal
Por otro lado, señala el Dr. Aguilar, "otras causas menos comunes son la presencia de tumores nasales que a veces debutan con un sangrado, las alteraciones en los factores de la coagulación o incluso la presencia de un cuerpo extraño en la nariz.
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¿Puede ser grave un sangrado de nariz?
Un sangrado nasal o epistaxis grave la consideramos cuando hay una pérdida de sangre de gran volumen en poco tiempo o un sangrado reiterado que no cede con los tratamientos habituales como son la cauterización de un vaso sanguíneo de la nariz o los taponamientos nasales.
La gravedad del cuadro viene dada por la pérdida abundante de sangre que puede requerir de transfusiones sanguíneas para estabilizar al paciente. Mientras que el control del sangrado precisa en algunas ocasiones de una intervención quirúrgica urgente o la embolización de determinados vasos sanguíneos mediante radiología intervencionista.
Consejos para parar la hemorragia
- Mantener la calma y sentarnos para que así no suba la tensión arterial que a su vez provocaría un aumento del sangrado.
- Hay que poner la cabeza hacia adelante y abajo, no hacia atrás, para así evitar tragar sangre y mantener una respiración bucal adecuada.
- Compresión con los dedos a modo de pinza en la parte blanda o cartilaginosa de la nariz. Se puede mejorar la compresión nasal introduciendo algodón impregnado en agua oxigenada o incluso en sustancias hemostáticas o vasoconstrictoras si es que disponemos de ellas, durante al menos 5 minutos.
Según indica el especialista en otorrinolaringología, la mayoría de los casos ceden de forma espontanea con maniobras de compresión sencillas, pero en algunos casos precisa de la atención hospitalaria. "Si no se consigue controlar el sangrado tras 10 minutos de presión mantenida se debe acudir al servicio de urgencias más cercano", concluye el Dr. Juan Aguilar.
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