No es la primera vez que sucede algo similar sobre el césped de un estadio de fútbol. Son minutos en los que la angustia se apodera de jugadores y aficionados, cuando un futbolista se desploma en el terreno de juego sin motivo aparente. El último en padecer un episodio de estas características ha sido Christian Eriksen, el centrocampista de 29 años de Dinamarca, que el pasado sábado cayó de repente al suelo sin conocimiento durante la celebración del partido que enfrentaba a su selección contra Finlandia. Tras unos primeros momentos dramáticos, la rápida actuación de los médicos presentes en el estadio fue clave, reanimaron al jugador danés y este se encuentra fuera de peligro, aunque en observación para buscar las posibles causas de este paro cardiaco y valorar posibles tratamientos y si podrá retomar su carrera profesional. Es algo, sin duda, que nos hace plantearnos muchas dudas, pues lo cierto es que los deportistas profesionales tienen su salud bajo controles médicos muy exhaustivos. Pero estas situaciones, por desgracia, se repiten en ocasiones.
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Lo cierto es que es vital actuar con rapidez, como se ha demostrado una vez más. Tanto es así que la realización de maniobras de resucitación cardiopulmonar (RCP) y el uso de un desfibrilador en los primeros 3-5 minutos, puede incrementar hasta en un 70% las posibilidades de sobrevivir a la parada. "Actuar a tiempo es la clave", nos cuenta el doctor Ignacio Fernández Lozano, jefe de servicio de Cardiología del Hospital Sanitas Virgen del Mar, con quien hemos tenido la ocasión de hablar sobre este problema de salud que, sin duda, está de plena actualidad.
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Hemos visto, a lo largo de los años, bastantes desvanecimientos de deportistas de elite, ¿siempre están relacionados con problemas cardiacos?
La mayoría sí. La muerte súbita es un problema sanitario muy frecuente. Afecta a 30.000 españoles al año, de todas las edades y en todas las situaciones, con un pequeño repunte durante la práctica deportiva.
¿Por qué se produce una parada cardiorrespiratoria, como ha sucedido todo parece indicar en el caso del futbolista de la selección danesa?
El 80% por una arritmia ventricular maligna. Una taquicardia ventricular o una fibrilación ventricular. Una situación en la que el corazón late tan rápido que el latido es inefectivo y si dura más de unos minutos lleva a la muerte. Pero no sé si efectivamente es lo que ha sucedido con la persona que menciona.
¿Puede influir un componente genético, un problema congénito no diagnosticado previamente?
Si, la causa puede ser genética (está predeterminada genéticamente) o congénita (está presente al nacimiento).
¿Y puede influir, de igual forma, el gran esfuerzo que realiza un deportista profesional?
Sí. El ejercicio en general es bueno, pero durante los picos de ejercicio es un poco más frecuente que ocurra una arritmia. Lo mismo ocurre con las situaciones de estrés o la práctica de sexo.
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¿Qué condiciones se tienen que dar para que no se produzca un fatal desenlace?
Algunos episodios son inevitables. Lo fundamental es prevenir las causas evitables diagnosticando a tiempo las cardiopatías que dan la cara (no todas lo hacen). También es fundamental saber actuar a tiempo. Parece que, en el caso de este futbolista, está vivo porque se reaccionó razonablemente a tiempo.
¿Es fundamental, por lo tanto, una actuación rápida?
Vital. Cada minuto que pasa las posibilidades de supervivencia caen un 10%, si no se hace algo en pocos minutos, la muerte es inevitable.
Si se actúa con rapidez, ¿se puede decir que es una parada cardiorrespiratoria una situación potencialmente reversible?
Sí, esta situación se da con relativa frecuencia en los laboratorios de electrofisiología y hemodinámica o en las Unidades Coronarias. En un entorno médico y con un paciente monitorizado la mortalidad bajísima. En la calle llega al 90%.
Mucho se habla siempre de evitar que la persona se trague la lengua, ¿qué hay de cierto en esta afirmación?
Eso, con perdón, pertenece al acervo popular. Un concepto anticuado y no real. No es cierto.
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¿Considera que las maniobras de RCP deberían ser conocidas por un mayor porcentaje de la población?
Sin duda. Sería muy deseable que la población recibiera educación para la salud que les permitiera saber cómo realizar una maniobra de RCP.
¿Cómo debemos actuar en el caso de encontrarnos en una situación similar?
Siguiendo la cadena de supervivencia. En principio, siguiendo los tres primeros eslabones mientras llegan los profesionales.
- Reconocimiento precoz y pedir ayuda llamando al 112.
- Resucitación cardiopulmonar (RCP) precoz, comprimiendo el centro del pecho a 100-120 latidos por minuto.
- Desfibrilación precoz utilizando un desfibrilador externo automático.
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Los deportistas suelen tener muy monitorizada su salud, ¿qué puede fallar entonces?
Que no todas las causas de una muerte súbita son evidentes. Hay pacientes con canalopatías (síndrome de QT largo o síndrome de Brugada) que pueden tener un ECG normal, también formas de Miocardiopatías difíciles de desenmascarar. Hay también otras causas como anomalías coronarias o la cardiopatía isquémica precoz.
A un nivel no profesional, ¿considera necesario realizarse un chequeo médico cuando se vaya a practicar deporte? ¿Qué pruebas deberíamos realizarnos?
Una valoración médica nunca está de más, especialmente si el ejercicio es muy intenso, tenemos más de 30-35 años o tenemos antecedentes familiares. La prueba más útil es el reconocimiento médico y el electrocardiograma. Ocasionalmente puede ser necesario un Eco o una prueba de esfuerzo. La Asociación Americana del Deporte recomienda que cualquier deportista mayor de 35 años debería someterse a una prueba de esfuerzo al año para monitorizar su salud y protegerse frente a la muerte súbita.
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