Skip to main contentSkip to footer
crujido rodilla© Adobe Stock

¿Debo preocuparme si me crujen las rodillas?

Es algo normal que todos podemos notar en algún momento, y que debería ser motivo de consulta solo en el caso de que el crujido se presente junto con dolor o inflamación


Actualizado 11 de junio de 2021 - 12:44 CEST

Vas a levantarte del sofá o de la silla y, de repente, notas un crujido en tu rodilla, una articulación muy compleja. Llamativo y sonoro, pero ¿preocupante? Lo primero que nos hemos de plantear es la causa de dicho crujido. “Las rodillas crujen por el mismo motivo por el que crujen el resto de articulaciones similares. Se produce por un proceso denominado cavitación. El líquido sinovial es el ‘lubricante’ de la articulación, producido por una fina membrana interna. En el seno de este líquido, se generan gases que se acumulan formando burbujas. Con el movimiento, las burbujas explotan y el gas se libera, dando lugar al crujido o chasquido articular”, nos explica el doctor Marcos Paulino, portavoz de la Sociedad Española de Reumatología y reumatólogo del Hospital General Universitario de Ciudad Real, a quien le preguntamos si es normal que crujan de vez en cuando. “Lo raro sería que no lo hicieran y más tras períodos de reposo. Por ejemplo, durante el descanso nocturno se acumulan muchos gases y, por la mañana, al levantarnos, se movilizan las burbujas dando lugar a más crujidos. Esto también pasa al cambiar de postura, subir o bajar escaleras, incorporarnos de un asiento, etc”, nos dice.

Lee también: ¿Es conveniente hacer ejercicio cuando se tiene dolor de rodilla?

¿Puede indicar un problema?

Nos queda, sin embargo, la duda, ante el chasquido de la rodilla, de si este puede ser, en ocasiones, un indicativo de que hay un problema en nuestra articulación. El especialista apunta que no debemos preocuparnos. “Hay personas más propensas a los crujidos, pero esto no significa que la rodilla se esté desgastando o degenerando. Otra cosa es que notemos un ruido distinto, llamado crepitación, más parecido a un velcro despegándose o el crepitar de la lumbre. La crepitación es sinónimo de pérdida o adelgazamiento de cartílago articular y se produce por la fricción de las superficies óseas”, matiza. Y añade que, “no obstante, hay muchas personas con crepitación de rodillas, que no van a tener una artrosis sintomática. Sólo en 1 de cada 4 individuos con crepitación, van a desarrollar artrosis en el futuro”.

Lee también: ¿Qué es la artrosis, la enfermedad que padece Ana Pastor?

dolor en la rodilla© Adobe Stock
Es algo que puede pasarnos al cambiar de postura, subir o bajar escaleras, incorporarnos de un asiento...

¿Debemos consultar al médico?

El doctor Marcos Paulino nos cuenta que deberíamos consultar al médico cuando el crujido se acompaña de dolor. “Este es el síntoma de alarma más evidente, por el que debemos consulta al médico. Si, además, aparece hinchazón, calor o enrojecimiento de la rodilla, la consulta debe realizarse lo antes posible, pues estaríamos ante la aparición de una artritis o inflamación articular”, apunta.

Lo que también nos confirma el doctor es que es complicado prevenir este problema. “Una cosa es prevenir los crujidos, cosa poco probable, pero insisto en que son algo natural y fisiológico, sin importancia, y otra es prevenir la artrosis. La clave para evitar la artrosis de rodilla es llevar una buena alimentación y evitar la vida sedentaria. La obesidad aumenta 5 veces el riesgo de desarrollar artrosis en la rodilla”, cuenta el doctor.

Lee también: ¿Cuáles son las causas más frecuentes del dolor de rodilla?

mujer haciendo ejercicio© Adobe Stock
El ejercicio puede convertirse en un buen aliado de la salud de nuestras articulaciones. 

Fortalecer la articulación

Le planteamos también si hay alguna forma de fortalecer esta articulación para prevenir posibles problemas. Y es bastante claro al respecto: “Utilizar el sentido común. Con buenas normas de higiene postural, evitar asientos bajos, exceso de escaleras, o vida sedentaria. En el caso de la dieta, no consumir alimentos ricos en grasas polinsaturadas, los productos procesados, el alcohol, el tabaco, el exceso de proteínas y volver a la dieta mediterránea, como modelo de dieta equilibrada y saludable”.

¿Y puede el ejercicio ayudarnos a prevenir posibles problemas en las rodillas? “Realizar un ejercicio aeróbico adecuado, con estiramientos progresivos y repetitivos que permitan mejorar nuestra capacidad articular y eviten la pérdida de masa muscular. Por otro lado, esto nos permitirá mejorar nuestro equilibrio, evitando sobrecargar más unas partes de nuestro cuerpo sobre otras, al equilibrar las cargas, de forma simétrica”, concluye el doctor.