Cuatro claves para afrontar las consecuencias psicológicas de la menopausia

Cuando la mujer llega a la etapa de la menopausia, sin duda lo primero que nos vienen a la mente son los síntomas físicos. Es una etapa vital que solemos relacionar con los sofocos o la sequedad vaginal; Pero la menopausia también esta asociada al el insomnio. Pero no se debe dejar de lado la perspectiva psicológica de esta fase en la vida de la mujer en la que, sin duda, afronta una montaña rusa relacionada con su bienestar anímico y su estabilidad emocional, tal y como nos cuenta la psicóloga Pilar Guerra Escudero,
"Desgraciadamente, aún hay muchos tabúes acerca de los trastornos mentales y también muchos tópicos acerca de las mujeres en la menopausia. Esto impide que las mujeres se desarrollen libremente y expongan sus sentimientos, inseguridades y preferencias de manera natural", nos cuenta.

Y los problemas están ahí, pues hay que tener muy presente que, a nivel psicológico, la mujer puede presentar síntomas de ansiedad, depresión, irritabilidad, inseguridad, miedo, desconfianza, sentimientos de inferioridad, así como insomnio de iniciación. Hay que ser consciente de que pueden aparecer estos problemas y, por ello, durante esta etapa vital, la actitud de la mujer es determinante. En opinión de la experta, cuando la mujer asume una actitud negativa, los trastornos de la menopausia tienden a acentuarse.

Por eso, hay que trabajar para conseguir adaptarse a los cambios que conlleva la menopausia con una actitud positiva. Hay que ser consciente y aceptar que es una fase inevitable y transitoria que la convierte en una persona más madura. Si esto sucede,, convivirá fácilmente con estos cambios y entenderá que aunque ya no tenga la capacidad de reproducir, podrá seguir disfrutando de los placeres de la vida y retomará con normalidad su vida sexual y social.

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Conocer los síntomas, pero intentar no anticiparlos

La psicóloga considera que la información siempre es positiva porque nos puede mentalizar, pero también hay que tener cuidado con la "anticipación a los síntomas". Y es que lo cierto es que la mujer puede estar predispuesta a pasarlo mal… suelen ser pensamientos o cogniciones negativas erróneas sobre uno mismo y sobre el futuro. Pilar Guerra nos cuenta que estas ideas negativas condicionan la visión negativa del futuro, originando problemas emocionales y de conducta. De hecho, es frecuente, llegado el momento, que las mujeres afirmen que se esperaban que la menopausia fuera a ser mucho peor de lo que fue en realidad.

Abogar por el autocuidado

Hay que tratar de mantener hábitos saludables que nos ayuden a afrontar mejor este periodo. Y los dos pilares son, como sucede casi siempre, la dieta y el ejercicio. Así, es necesario que la mujer se mantenga en constante actividad física, al menos dos o tres veces por semana para que le ayude a mejorar su sistema cardiovascular, conservar la flexibilidad, mantener en forma los huesos, las articulaciones y la fuerza muscular.

Como decíamos, una dieta saludable también es fundamental para evitar el aumento de peso y la hipertensión arterial. Hay que primar el consumo de frutas y verduras, así como legumbres y cereales, disminuir el consumo de azúcares y grasas. Y es importante, además, tomar vitamina D para el fortalecimiento de los huesos y la prevención de la osteoporosis, así como usar más aceite de oliva y menos aceite vegetal.

Ojo, además, con el café y el consumo de bebidas con alcohol. Conviene no tomar más de dos tazas de café o más de dos vasos de vino al día. Por un lado, disminuir el consumo alcohol ayudará a prevenir la pérdida de calcio, mientras que reducir el café ayudará en gran medida a mejorar el sistema cardiovascular.

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Seguir las revisiones en el médico

Hay que vigilar nuestra salud, y por eso, los chequeos de nuestro estado general son necesarios. Un control ginecológico puede ser de gran utilidad para prevenir las consecuencias de una etapa compleja como es la menopausia. Es importante evitar la automedicación, y por consiguiente, se recomienda asistir al médico para poner en marcha un tratamiento farmacológico en el caso de que sea necesario.

Trabajar nuestra autoestima

Tenemos que mejorar nuestra autoestima, y para ello es vital una actitud positiva, que se convierte en la clave para atravesar esta etapa de la mejor manera posible, entendiendo que puede aprovechar este periodo para vivir nuevas experiencias. “Aunque es un cambio brusco, debe llenarse de vitalidad dedicándose a mejorar aspectos de sí misma y preocupándose por conocerse un poco más. La menopausia es un momento ideal para desarrollar nuevas aficiones óptimas y saludables”, nos detalla la psicóloga.

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