Estamos en las semanas más complicadas paras las pieles que aún no se han expuesto al sol. Hace unos días fue Chiara Ferragni quien compartía con sus seguidores una imagen en sus redes sociales en la que podíamos verla con los efectos inesperados del sol en su piel en forma de enrojecimiento. “Las primeras semanas de calor, que suelen llegar ya en el mes de mayo, pueden ser más peligrosas, ya que al no hacer tanto calor como en pleno verano, nos podemos 'confiar' y no utilizar la fotoprotección adecuada e, incluso, no utilizarla, pensando que el sol no es tan fuerte y que hay muchos días nublados. Esto hace que las personas que no están acostumbradas a utilizar cremas solares durante todo el año tengan más propensión a padecer quemaduras en el rostro, zona de la nuca, cabeza, escote y brazos”, cuenta el doctor Miguel Sánchez Viera, director del Instituto de Dermatología Integral. “La exposición solar intermitente provoca unos cambios diferentes en la piel que normalmente llevamos cubierta. Son más susceptibles a la quemadura”, nos cuenta por su parte el doctor Pedro Rodríguez, dermatólogo en Clínica Dermatológica Internacional.
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Evitar la quemadura, fundamental
Lo primero, por supuesto, es poner los medios necesarios para tratar de evitar la indeseable quemadura. Y les pedimos a los dermatólogos que nos resuman los consejos para conseguirlo. “El consejo primordial y más importante es la utilización de una crema solar con un factor de protección alto. Ya en primavera la radiación ultravioleta (que causa un daño acumulativo en el ADN de las células cutáneas encargadas de protegernos de las agresiones externas como el sol) tiene la suficiente fuerza para provocar quemaduras solares en un periodo corto de tiempo. Hay que usar un fotoprotector 30 o más, dependiendo de si tenemos la piel clara u oscura y con tendencia a quemarse y no broncearse; utilizar ropa (que ya está provista de factor de protección solar), no exponernos al sol en las horas centrales del día (si lo tenemos que hacer, por ejemplo, porque vamos a hacer una ruta, el fotoprotector se debe reaplicar cada 2 horas y utilizar prendas ligeras que nos cubran las partes que quedan expuestas) y buscar las zonas con sombra para resguardarnos”, nos cuenta el doctor Sánchez Viera.
Mientras, el dermatólogo de CDI incide en la importancia de las medidas de protección adicionales: “Sin duda el acompañar el factor de protector solar con unas buenas medidas de protección física (sombrilla, sombrero, ropa con SPF, ponchos...). El fotoprotector en crema a veces es engorroso de usar y no conseguimos que nos proteja al 100%”.
Pese a todo, te has quemado, ¿qué debes hacer?
Sin embargo, en ocasiones, debido a un descuido, nos quemamos. ¿A quién no le ha pasado? “Las quemaduras solares se producen cuando hemos sobrepasado el tiempo al sol por el cual la melanina ya no es capaz de protegernos (porque no hayamos utilizado crema solar, no la hayamos utilizado adecuadamente, etc.)”, cuenta el doctor Sánchez Viera.
La clave es saber cómo actuar en este caso. “Lo primero es aplicar frío local en la zona quemada mediante paños fríos (no es recomendable usar frío a presión, por ejemplo, en la ducha, ya que la piel está dañada y puede rasgarse), que deben ir cambiando hasta que la piel vuelva a tener una temperatura normal, para aliviar la inflamación y el dolor. Posteriormente se debe usar una crema o gel (aftersun) con principios activos con capacidad de regeneración como puede ser el aloe vera o la caléndula, y que a la vez hidrate la zona afectada por la quemadura”, cuenta el director del Instituto de Dermatología Integral.
“Debemos evitar la exposición solar en los siguientes días sin ninguna duda. Inicialmente aplicar frío local consigue un alivio sintomático y además puede ayudar a neutralizar parte del daño”, nos explica el doctor Rodríguez, que recomienda también la aplicación de frío como buena aliada sobre todo en la fase inicial de la fase inicial de la quemadura (las primeras 24 horas aproximadamente).
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Eliminar la molestia
La parte más molesta, claro está, es la ocasionada por el dolor o el picor de esas quemaduras, que es, en ocasiones, muy grande. ¿Qué se recomienda en ese caso? El doctor de CDI apuesta por la aplicación de una crema con un corticoide tópico suave. “La aplicación de las compresas frías sobre la quemadura ayudará a aliviar ambos problemas, ya que no deben tocarse ni rascarse, ya que pueden hacer que el daño producido por el sol sea aún mayor e incluso se pueda provocar una infección. Si el dolor es grande se podría tomar un antiinflamatorio que calmaría en parte los problemas en un breve periodo de tiempo”, añade el doctor Sánchez Viera.
¿Hay algún remedio casero que pueda ayudarnos a mitigar la molestia?
El doctor Sánchez Viera explica que hay que tener mucho cuidado con los remedios caseros, ya que pueden hacer más mal que bien (y cita, por ejemplo, colocar paños con vinagre sobre la quemadura o aplicar pasta de dientes). “Además de los remedios citados anteriormente, se podrían aplicar paños con manzanilla fría ya tiene propiedades calmantes y antibacterianas, lo que evitaría posibles infecciones en las quemaduras, especialmente si están rasgadas o abiertas en alguna zona”, cuenta. Y coincide el doctor Rodríguez, que recomienda el uso de “fomentos, es decir gasas o toallas empapadas en agua fría aplicadas cada 4-6 horas, pueden conseguir un alivio sintomático sin necesidad de otro tratamiento”.
Y cuando comenzamos a pelarnos, ¿qué debemos hacer para mejorar el estado de la piel? El doctor Rodríguez lo tiene claro: “Tres cosas: hidratar, hidratar e hidratar”. Resume de esta forma tan clara el que debe ser el objetivo fundamental para tratar una piel que se ha quemado. “La primera regla es no tirar de la piel para retirarla, ya que altera el proceso natural de curación y regeneración de la piel, provocando posibles infecciones e, incluso, cicatrices o manchas con el paso del tiempo. Para mejorar el estado de la piel, además de utilizar el aftersun (que calma y regenera la piel, aunque no consigue remitir el daño provocado por la quemadura en el ADN celular), es recurrir a cremas muy hidratantes que consigan retener el agua en la piel, aportarle flexibilidad y darle una nutrición extra”, cuenta por su parte el doctor Sánchez, Viera, que añade que también es fundamental evitar una nueva exposición solar en los siguientes días, aunque haya remitido el enrojecimiento y la inflamación, ya que la piel sigue estando debilitada. Posteriormente, utilizar siempre un fotoprotector alto y evitar que se produzca una nueva quemadura solar en la misma zona, ya que los cánceres de piel suelen aparecer en zonas donde ha habido quemaduras solares de repetición, aunque aparezcan incluso décadas después.
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¿Conviene acudir al médico?
Nos preguntamos en qué casos debemos consultar al dermatólogo tras una quemadura. Los expertos lo tienen claro, siempre que haya picor o dolor para buscar una crema con corticoide adecuada para la zona de la quemadura. También si aparecen ampollas puede ayudar para saber cómo curarlas sin que se compliquen. “Hay que acudir al dermatólogo siempre que en una quemadura por el sol aparezcan ampollas, esto indicará que es una quemadura de gravedad que debe ser seguida por un especialista y que requiere un tratamiento específico para evitar posibles infecciones bacterianas. Además, si la quemadura se produce la misma zona de manera consecutiva, el dermatólogo le pautará una revisión anual para evitar o detectar precozmente un posible caso de cáncer de piel”, explica el doctor del Instituto de Dermatología Integral.
Consecuencias en la piel
Y es que el hecho de quemarnos la piel por el sol puede tener consecuencias. “Por un lado, a corto plazo la aparición de lentigos solares (pequeñas manchas marrones) en la zona de la quemadura. A largo plazo, por un lado, la aparición de signos de daño solar, manchas, dilataciones, vasculares, atrofia por degeneración del colágeno, arrugas más marcadas... es decir, un envejecimiento mucho mayor en esas zonas. Por otro lado, en esas zonas se incrementa la posibilidad de que años después aparezca un cáncer de piel”, detalla el dermatólogo de Clínica Dermatológica Internacional. “Las quemaduras solares a largo plazo son una de las principales causas de los cánceres cutáneos, por lo que las pacientes con tendencia a sufrirlas deben ser seguidos anualmente por un dermatólogo”, concluye el doctor Sánchez Viera.
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