Es una de las plantas medicinales más conocidas y más utilizadas en nuestro entorno. Algo en lo que tiene mucho que ver su origen. Y es que esta planta arbustiva, conocida en latín como Rosmarinus officinalis, es nativa de la región Mediterránea y Portugal, aunque se cultiva también en otras regiones del mundo. “Las partes que se suelen utilizar de esta planta son las sumidades floridas, las flores y hojas secas o frescas, que se recolectan durante la etapa de florecimiento. Dichas partes pueden utilizarse directamente, o realizar la extracción de su aceite esencial, cargado de propiedades medicinales, que podremos utilizar en diversos remedios caseros”, nos cuenta la farmacéutica Mar Sieira, que nos comenta que como es una planta que tiene diversos usos, los agrupa en bloques: uso externo y uso interno.
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Uso externo
En general, el romero tiene diversas propiedades sobre la piel. Sus efectos más característicos sobre la misma son los siguientes:
-Antimicrobiano: elimina los microorganismos que causan el acné. Esta propiedad también se utiliza para preservar ciertos alimentos.
-Antiséptico y fungicida: consigue reducir la posibilidad de infección y se utiliza para eliminar la formación de hongos en las plantas.
-Antioxidante: protege las células ante la presencia de radicales libres. Esta propiedad le otorga al aceite esencial de romero un efecto antienvejecimiento.
-Antirreumático: ayuda a combatir los dolores musculares y óseos causados por el reuma.
Alcohol de romero casero
Mar Sieira nos propone otro remedio que puedes preparar en casa y que es muy eficaz contra el dolor muscular, que es el alcohol de romero. Se prepara llenando un recipiente con planta de romero (si hay flores mucho mejor) y se cubre con alcohol de 70º. Se deja en la oscuridad macerando al menos 15 días, se filtra y ya podría utilizarse. Si no puedes esperar 15 días, puedes realizar una mezcla más sencilla en casa utilizando 20 g de aceite esencial de romero en un litro de aceite de oliva (nunca aplicar el aceite esencial directamente sobre la piel) y aplicar directamente para combatir el reumatismo y los dolores musculares.
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Agua de romero casera
Puedes preparar una solución sencilla de agua de romero en casa, mezclando 3 cucharadas de hojas secas de romero y medio vaso de agua, hervirlo y dejar reposar 10 minutos. La mejor opción es ponerlo en un pulverizador para una mejor aplicación, preferiblemente en frío. Podrás utilizarlo de diferentes maneras.
- Para un pelo más brillante. Ayuda a mejorar el brillo del cabello.
- Mejora la apariencia del cutis y ayuda a seborregularlo (también el cuero cabelludo). El romero actúa como un tónico facial y además, consigue equilibrar la producción de la grasa y reducir el exceso de brillo en la piel.
- Antioxidante. También nos aporta antioxidantes que nos ayudan a neutralizar la agresión de los radicales libres, siendo un buen aliado y revitalizante de nuestra piel.
Eficaz para las piernas pesadas
“Además, el romero posee un alcaloide llamado rosmaricina, que ayuda a relajar los músculos y también mejora la circulación sanguínea y reduce la inflamación, mejorando también la pesadez de piernas y las venas varicosas. Como tiene un potente efecto antirreumático, puedes utilizarlo para combatir los dolores musculares y óseos”, nos cuenta, y en este caso propone realizar en casa agua de romero más concentrada que en caso anterior. Para ello puedes utilizar 45g de romero en medio litro de agua, hervirlo y dejar reposar. Ese líquido puedes impregnarlo en gasas que podrás aplicar directamente en la contractura para ayudar a mejorarla.
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Uso interno
Pero sus bondades no se quedan ahí. También tiene beneficios a nivel digestivo. El alcohol de romero también tiene propiedades beneficiosas sobre el sistema digestivo, actuando como carminativo, ayudando a eliminar la formación de gases en el tubo digestivo, disminuyendo las flatulencias y los cólicos. Para ello puedes preparar una infusión de romero con una cucharada de hojas de romero en 250ml de agua, y dejar hervir. Quizá el sabor sea muy fuerte, por lo que puedes mezclarlo con una gota de limón, o incluso hacer una infusión de romero y jengibre. Eso sí, “nunca has de ingerir el aceite esencial directamente ya que tiene muchos efectos adversos graves”, nos cuenta.