Son muchas las personas que tienen el vientre más hinchado de lo normal a causa de los gases. Y si lo padeces sabrás lo molesto que es. Sobre todo, cuando al llegar la tarde tu barriga se infla tanto que no puedes abrocharte los pantalones, todo te molesta y, si aguantas las flatulencias, pueden aparecer incluso cólicos que no son más que la protesta de tu intestino por los gases que se acumulan. ¿Por qué te ocurre?
"Los gases pueden tener muchas causas: desde tragar demasiado aire, hasta beber bebidas carbonatadas, la fermentación excesiva de alimentos por una disbiosis, o el estrés crónico. También, la falta de ácido gástrico o enzimas pancreáticas suficientes puede contribuir a tener el vientre más hinchado", nos explica la doctora Sari Arponen, especialista en Medicina Interna y experta en microbiota.
Las intolerancias alimentarias son otra de las causas más frecuentes de exceso de gases. "Las típicas intolerancias a fructosa, lactosa y sorbitol a menudo se deben a un exceso de bacterias en el intestino delgado, donde se fermentan en exceso estas sustancias. Durante la fermentación, se generan los gases", añade.
Por tanto, influye lo que comemos y cómo nos afecta individualmente. Pero también cómo cocinamos los alimentos o cómo los combinamos entre sí puede hacer que tengamos más gases y no logremos ese vientre plano con el que sí solemos levantarnos tras horas de ayuno.
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¿Qué alimentos nos producen más gases?
"Hay alimentos que es más frecuente que produzcan gases, porque tienen más sustancias que pueden fermentar si hay una disbiosis", aclara la especialista. El ejemplo típico son las legumbres o las cebollas, por ejemplo. Sin embargo, con una microbiota saludable no tendrían por qué producir tantísimas flatulencias. También, si hay un desequilibrio de la microbiota, es frecuente que los alimentos fermentados, como por ejemplo, los yogures, generen gases.
¿Qué combinaciones nos pueden ayudar a eliminar los gases?
Como decíamos, no solo lo que comes, sino también cómo lo comes y con qué lo acompañas puede hacer que tengas mejor o peor digestión. "Algunos alimentos muy digestivos son por ejemplo el jengibre o el aloe vera. También hacer una dieta tipo paleo puede ser de ayuda, eliminado desde luego el exceso de azúcares y grasas trans, y no abusar cereales ni legumbres", aconseja la doctora Sari Arponen. Además, hay probióticos específicos que pueden ayudar, pero los debe prescribir un profesional sanitario. De todos modos, lo más importante es siempre buscar la causa.
Eso sí, si la producción de gases es habitual y afecta a la calidad de vida, hay que buscar la causa. "Realmente, para arreglar los gases, hay que buscar la causa (disbiosis, problemas con el gluten o con el ácido gástrico...)", insiste.
Combina con alimentos de hoja verde
Es el caso de los que contienen nitritos y que se encuentran en muchas verduras de hoja verde (espinaca, acelga, lechuga, rúcula, canónigo, endivia) y también en las coles, el apio, la remolacha, la calabaza, el calabacín y el nabo. Contienen algo menos de nitratos el puerro, la zanahoria, el pepino o la judía verde. "Lo bueno de estos alimentos es que, además de ser saludables para la microbiota, evitan el paso del nitrito a la nitrosamina. Los nitritos, presentes sobre todo en la carne procesada, pueden pasar en ciertas condiciones a nitrosaminas, que son sustancias carcinogénicas, sobre todo en presencia de los tóxicos del tabaco. Los alimentos ricos en nitratos contienen sustancias que evitan ese paso de nitritos a nitrosaminas. No pasa nada por comer carne procesada muy de vez en cuando, pero es conveniente que no sea de forma diaria y que se acompañe siempre de verdura", señala la experta.
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Cómo cocinar los alimentos
Además de los alimentos, también influye cómo los cocinas ya que hay maneras más saludables de preparar tus menús que, no solo harán que puedas digerirlos mejor, también son más favorables para tu salud. Como nos comenta la doctora, "las cocciones al vapor, a la plancha o al horno son las más apropiadas". Asimismo, si alimentos tan saludables y que no deben faltar en nuestra dieta, como son, por ejemplo, las verduras, nos generan muchos gases, podemos consumirlas en forma de purés y sopas, ya que se digerirán mejor.
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El ejercicio también influye
Mucha gente no piensa en el ejercicio físico como algo que tenga que ver con el intestino, pero lo cierto es que hacer ejercicio físico diaria ayuda mucho a controlar el exceso de gases. Comer con tranquilidad, sin ver la tele u otras pantallas, y masticar al menos 30 veces cada bocado es importante. Y por supuesto, dormir bien, y comer sólo 2-3 veces al día, controlar el estrés y salir a dar un pequeño paseo después de comer, son otras medidas que pueden ayudar.
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