Hay ocasiones en las que el lagrimal, encargado de drenar nuestras lágrimas, se obstruye, causando un problema para nuestros ojos que puede ser bastante molesto. Tal y como nos explica la doctora Eva Vico, del Servicio de Oftalmología del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja, las obstrucciones de la vía lagrimal en el adulto pueden ocurrir por diversas causas:
- La más frecuente son inflamaciones e infecciones que pueden ser tanto agudas o como ocurre en muchas ocasiones crónicas y subclínicas, que hacen que se formen adherencias y secundariamente obstrucciones de la vía lagrimal.
- Los traumatismos faciales que afectan la vía lagrimal también pueden ocasionar obstrucción de esta al cicatrizar.
- Diferentes patologías nasales inflamatorias o tumorales.
- Algunos fármacos.
- Tumores de la vía lagrimal.
“En los bebés hay una forma de obstrucción la vía lagrimal que es congénita y se debe a la presencia de una membrana en el conducto nasolagrimal”, añade.
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Alerta ante estos síntomas
¿Cuáles son los síntomas que nos pueden alertar de que tenemos este problema? “Los síntomas más frecuentes cuando existe obstrucción de la vía lagrimal son lagrimeo y en algunas ocasiones formación de secreciones. Con menos frecuencia, y normalmente asociado a la existencia de infecciones secundarias, los pacientes pueden tener el ojo rojo e inflamación de la zona del saco lagrima”, nos cuenta la especialista, que añade que cuando en un adulto, o en un bebe desde el nacimiento, se acumula la lágrima en el ojo (epifora), o presenta secreciones de forma continuada, deberíamos consultar a un especialista para descartar que exista una obstrucción de la vía lagrimal.
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¿Hay personas con más predisposición a sufrir este problema?
La doctora nos cuenta que se trata de una patología que puede tener predisposición genética, por lo que las personas con antecedentes familiares de obstrucción de la vía lagrimal pueden padecerla con más frecuencia.
Es también más frecuente en los siguientes casos:
- En el sexo femenino.
- Respecto a la edad: en los adultos la probabilidad de sufrir una obstrucción lagrimal aumenta con los años.
- En las personas con cirugías oculares y nasales previas.
- En aquellos que han tenido inflamaciones oculares crónicas.
- En personas que utilizan algunos colirios, por ejemplo para el glaucoma, y algunos medicamentos sistémicos como los oncológicos.
Posibles complicaciones
Le preguntamos a la doctora por las posibles complicaciones que pueden aparecer relacionadas con este problema. “La obstrucción de la vía lagrimal, sobre todo cuando ocurre próxima a la fosa nasal, puede predisponer a que se produzcan infecciones del saco lagrimal (dacriocistitis). En estos casos el paciente presenta dolor y tumefacción en la zona del saco lagrimal, así como aumento de secreciones”, nos detalla. Y añade, además, que no es un problema que se pueda prevenir. “Dado que en la mayoría de los casos es una patología que se produce secundariamente a otros procesos, la obstrucción de la vía lagrimal es difícil de prevenir. Simplemente está en nuestra mano el intentar evitar la aparición de infecciones oculares o tratándolas de forma precoz cuando se desarrollen”, matiza.
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Soluciones y tratamiento
El tratamiento de las obstrucciones de la vía lagrimal suele ser quirúrgico. En función de la localización de la obstrucción, de la edad del paciente y de la causa que lo provoco, las técnicas quirúrgicas cambian. “En los casos de obstrucciones congénitas la mayoría se resuelve por si solo con el crecimiento del bebé durante el primer año. En los casos en los que esto no ocurre se realiza una sencilla intervención en la que se introduce una sonda por la vía lagrimal para romper la membrana que ocasiona la obstrucción”, nos cuenta la doctora. Mientras, en los adultos la cirugía cambia en función de la localización de la obstrucción y de la etiología.
-Si hay una estrechez en el punto lagrimal se soluciona con una sencilla intervención que consiste en colocar unos dilatadores en los mismos o en hacer unos pequeños cortes sobre el punto lagrimal con el fin de aumentar su diámetro.
-Cuando hay obstrucción de la vía lagrimal baja, es decir próxima a la fosa nasal, la cirugía que se realiza es una dacriocistorrinostomía. Esta se puede hacer bien a través de la piel, bien a través de la nariz, o mediante laser. Se trata de una técnica que busca crear una nueva vía de drenaje de la lágrima hacia la nariz.
-Cuando la obstrucción es total y a nivel alto, es decir próxima al ojo, la mejor forma de solucionarlo es mediante la colocación de un tubo, llamado tubo de Jones, que comunica la zona más medial del ojo con la fosa nasal.