Mucho te hemos insistido en los beneficios que tiene para tu salud el hecho de caminar a diario. Andar de forma constante es bueno para tu cuerpo y también para tu mente. Un ejercicio sencillo, que no requiere de preparación y que te permitirá ir consiguiendo logros de forma satisfactoria. “Está comprobado que caminar es el ejercicio ideal para quemar calorías, desintoxicar el cuerpo y fortalecer articulaciones. Habitualmente, lo recomiendan médicos, fisioterapeutas, traumatólogos y profesionales del fitness, ya que puede ser realizado por todas las personas, sin importar su condición física”, nos cuenta la entrenadora personal Gemy Osorio Astorga, responsable del centro madrileño Pilates y Movimiento.
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Una actividad muy beneficiosa
Y es que incide en destacar que caminar tiene múltiples beneficios, que en su mayoría ya conoces. Así, es bueno para tu sistema cardiovascular, pero también mejora el sistema músculo-esquelético, previene y retrasa la aparición de una dolencia como la osteoporosis, refuerza el sistema inmunitario, favorece el tránsito intestinal y contribuye a la disminución del llamado colesterol 'malo' y los triglicéridos. En definitiva, podríamos decir que esta completa actividad ayuda a mantener la forma física en general. Pero si quieres sacar mayor provecho de este ejercicio, es importante también que tomes nota de estos errores que muchas veces te impiden sacarle el máximo provecho y obtener todos sus beneficios, tal y como nos resume la entrenadora.
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Los errores que debes evitar
- Utilizar un calzado inadecuado para la actividad. Si te decides a andar a diario, hazte con unas zapatillas cómodas, para evitar molestias en los pies o las articulaciones.
- Llevar demasiada o inadecuada ropa que impide la ventilación y sudoración de la piel. Es muy importante, como ves, ir bien equipado.
- Caminar menos de veinte minutos. Los expertos recomendamos este mínimo para conseguir una adaptación cardiovascular. Hay que marcarse, al menos, este objetivo.
- No hidratarse. Caminar es un ejercicio que aumenta el nivel de deshidratación del cuerpo, por lo que es una buena idea ir provisto de una botella de agua.
- Caminar a un ritmo lento. Dependiendo de la condición física, lo ideal es mantener un ritmo activo que nos ayude a trabajar las pulsaciones.
- Utilizar pesas en los tobillos. Se pueden provocar lesiones en la rodilla y alterar, además, el equilibrio del cuerpo.
- Caminar cuando hace demasiado calor. Nos fatigamos antes y corremos un mayor riesgo de deshidratación. Por eso, ahora de cara a los meses de verano, conviene evitar las horas centrales del día.
- Llevar bolsos, mochilas o carteras. Lo ideal es ir lo más ligero posible para realizar la actividad de forma efectiva y evitar, además, pesos innecesarios.
- Caminar con los hombros adelantados. Nos lleva a una posición hipercifótica (chepa) que dificulta la respiración, provocando molestias en la espalda y futuras descompensaciones posturales.
- Caminar mirando hacia abajo. Siempre es importante mirar al frente y en posición erguida, lo que nos protegerá de futuros dolores de cuello y cervicales.
- Caminar solamente por asfalto. Lo ideal es que busques zonas de parque o áreas verdes. Es una opción mucho más agradable para disfrutar de los beneficios de esta disciplina.
- No estirar al finalizar el ejercicio. Siempre, después de realizar una actividad física conviene realizar estiramientos para prevenir la aparición de lesiones.
- No alcanzar el objetivo semanal establecido. Hay que ir poniéndose metas. Por eso, es una buena idea controlar tus pasos con las diversas aplicaciones y pulseras de actividad existentes en el mercado. Pero siempre, claro está, sin llegar a la obsesión.