‘Te veo muy flojo, tal vez necesitarías tomar vitaminas’. ¿Te suena esta conversación? Quien más quien menos se ha planteado en alguna ocasión la necesidad de tomar un complemento alimenticio, entre los que se encuentran los suplementos vitamínicos. Tal y como nos cuenta Luz García Toro, farmacéutica y responsable de comunicación de Laboratorios Arkopharma, estos se definen como un producto consistente en fuentes concentradas de nutrientes que se presentan con la finalidad de complementar la dieta en situaciones especiales. “Una dieta desequilibrada que no aporte suficientes cantidades de vitaminas o minerales o un aumento de sus necesidades por situaciones especiales pueden hacer necesaria una suplementación”, nos anticipa.
Y es que, la experta añade que la falta de vitaminas se asocia generalmente al cansancio, pero lo cierto es que suele venir acompañada de otros síntomas como, por ejemplo: mareos, piel pálida o amarillenta, pérdida de peso, adormecimiento de manos y pies, debilidad muscular, cabello y uñas quebradizas, etc… “Estos síntomas mejoran cuando nuestra dieta (a través de los alimentos o de la suplementación) aporta todas las vitaminas que necesitamos”, nos explica.
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¿Cuándo está recomendado tomar un suplemento vitamínico?
Luz García Toro nos explica que, afortunadamente, las carencias de minerales y vitaminas no son demasiado frecuentes en España y en Europa en aquellas personas que siguen una dieta equilibrada y saludable a diario. Sin embargo, muchas personas, a pesar de tener a su disposición alimentos en cantidades y variedades adecuadas, no siguen una dieta saludable. Además, existen situaciones de aportes subóptimos, e incluso de deficiencia por aumento de las necesidades en función de la situación fisiológica y estilo de vida.
-Mujeres embarazadas: hierro, zinc, vitaminas B1, B2, B3, B5, B6, B9 y C.
-Mujeres durante la lactancia: zinc, vitaminas B1, B2, B3, B5, B6, B9, C.
-Deportistas: vitaminas B, C y E, selenio. Con la práctica de la actividad física, se produce gran número de reacciones metabólicas en las que están implicadas las vitaminas, por lo que el ejercicio intenso puede provocar carencias de estas vitaminas siendo necesaria la ingesta de suplementos.
-Fumadores: vitamina C.
-Personas mayores: vitamina B1, B6, B9, C.
-Vegetarianos/veganos (ningún aporte de origen animal): hierro, vitamina B12
-Personas que realizan regímenes hipocalóricos: vitaminas B, C y E, cobre, selenio y zinc.
Además, en algunas otras circunstancias puede ser recomendable un aporte suplementario:
-Periodo de patologías invernales (resfriado, gripe, gastroenteritis...).
-Periodo de convalecencia.
-Periodo de estrés.
-Dieta inadecuada con elevado consumo de productos transformados y bajo consumo de frutas y verduras.
-Las patologías digestivas asociadas a estados de malabsorción responsable de carencias en los aportes de múltiples vitaminas y minerales.
“En todos estos casos, podría ser recomendable una suplementación, con la supervisión de un profesional sanitario (farmacéutico o médico)”, añade.
Verdades y mentiras sobre los suplementos vitamínicos
Nos planteamos, además, una serie de afirmaciones para averiguar si se trata de verdades o tan solo de falsos mitos. Luz García Toro nos los resume en los siguientes:
1. Todos debemos tomarlos en determinadas épocas del año. FALSO
Siguiendo una dieta equilibrada y saludable, todos los días, no son necesarias. Ahora bien, cuando tenemos necesidades especiales, en los casos citados anteriormente, sí es recomendable una suplementación. Por eso es tan importante el asesoramiento profesional para valorar si es nuestro caso.
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2. Engordan. FALSO
Es uno de los falsos mitos más recurrentes sobre los complementos vitamínicos. Y no, lo cierto es que las vitaminas no engordan. Un déficit de vitaminas y minerales está asociado a cansancio y síntomas de apatía que conllevan una pérdida de apetito y vitalidad. Tras la suplementación, lo normal es que se recupere el apetito normal.
3. Tomar suplementos compensa una dieta desequilibrada. VERDADERO/FALSO
Una dieta sana es fundamental. Esa sería la primera recomendación que los expertos en cuidado de la salud nos dan siempre: hay que seguir siempre una dieta equilibrada. Es una norma fundamental para intentar tener buena salud. Pero como en muchas ocasiones esto no es así (y, sobre todo, hacerlo todos los días) los suplementos complementan esa dieta.
4. Los suplementos vitamínicos deben tomarse en ayunas para que sean efectivos. FALSO
Los suplementos en forma de preparados farmacéuticos están preparados para que su biodisponibilidad (absorción por parte del organismo y eficacia) sea la adecuada y no es necesario su consumo en ayunas. Es cierto que hay determinadas vitaminas o minerales que se absorben mejor en determinadas situaciones, por ello debemos tenerlo en cuanta cuando nos alimentamos: Por ejemplo, el hierro se absorbe mejor en presencia de vitamina C o los betacarotenos (precursor de la vitamina A) cuando tomamos a la vez alimentos grasos.
5. Las vitaminas aumentan la vitalidad y la energía. VERDADERO
Cuando aportamos, a través de la suplementación, la falta de vitaminas y minerales que pueda tener nuestro organismo, contribuimos, no cabe duda a recuperar la energía, lo que nos ayuda, de esta forma, a encontramos mejor tanto física como emocionalmente.
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6. Si como bien, no los necesito. VERDADERO
Como decíamos antes, el papel que juega la dieta es fundamental, no debemos olvidarlo. Pero, claro está, hemos de comer bien (dieta saludable y con la proporción a adecuada de todos los nutrientes) todos los días. Y prestar atención a las situaciones especiales que puedan requerir un extra de vitaminas y minerales.
7. Un exceso de vitaminas puede ser tóxico. VERDADERO
Los suplementos han de tomarse con criterio. Un suplemento vitamínico que cumpla las exigencias de las autoridades sanitarias sabemos que nos va a proporcionar calidad, seguridad y eficacia siempre que lo consumamos a las dosis recomendadas. Aunque, en general, el margen de seguridad es muy amplio en el caso de los suplementos de vitaminas, debemos prestar atención a las dosis y seguir siempre las recomendaciones del fabricante. Las vitaminas pueden ser hidrosolubles (el exceso se elimina con la orina) y liposolubles, cuyo exceso puede tener riesgo de acumulación en el organismo.
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8. Podemos tomarlas sin prescripción de nuestro médico o farmacéutico. VERDADERO/FALSO
Los suplementos de vitaminas y minerales son productos de autocuidado que pueden ser consumidos sin prescripción médica. No obstante, es recomendable acudir a la farmacia y pedir consejo al farmacéutico que, a la vista de nuestras características particulares (necesidades, estado de salud, consumo de otros medicamentos, etc…), nos recomendará el más adecuado.