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dolor cabeza© Getty Images

¿Cuáles son los síntomas que pueden alertar de la presencia de meningitis?

Es una enfermedad grave que puede causar la muerte, tanto en niños como en adultos. Entre las estrategias de prevención se encuentra la vacunación. Los expertos nos lo cuentan.


Actualizado 18 de abril de 2024 - 17:24 CEST

La meningitis es una enfermedad grave que se ha convertido en noticia recientemente al trascender que una niña menor de 14 años fallecía el pasado mes de marzo en el Hospital Virgen del Camino de Cádiz por un posible error de diagnóstico, pues tras su valoración en Urgencias, se confundió una meningitis meningocócica con una supuesta intoxicación por drogas o abusos sexuales.Tras sufrir convulsiones y varias paradas cardiorrespiratorias, la menor sufrió un shock séptico, fallo multiorgánico y muerte encefálica.

¿Qué es la meningitis?

La meningitis es una enfermedad que se caracteriza por la inflamación de las membranas (meninges) que rodean el sistema nervioso central y que representa una urgencia médica, pues hay que tener muy presente que el retraso en su diagnóstico y tratamiento puede conllevar una alta tasa de complicaciones neurológicas, discapacidad y mortalidad. Es una enfermedad, por lo tanto, grave. Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), cada año se diagnostican unos 1.000 casos de meningitis en España. Pero es que, además, los datos indican que la meningitis tiene un índice de mortalidad del 10% y deja secuelas en más del 20% de los supervivientes. La mayoría de ellos son déficits o pérdidas sensoriales (principalmente en la audición) o lesiones cerebrales causantes de epilepsia. Por todo ello, es fundamental reconocer sus síntomas y buscar la estrategia ideal para prevenirla.

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Adulto vacunándose © Adobe Stock
La vacunación permite reducir el riesgo de sufrir complicaciones de esta enfermedad. 

Causas de la meningitis

Aunque las causas que pueden provocar meningitis son variadas, casi el 90% de los casos de meningitis que se producen en España son debidos a infecciones causadas por agentes víricos o bacterianos. Mientras que los enterovirus son los agentes implicados con mayor frecuencia en las meningitis víricas, los neumococos y meningococos son los principales responsables de las meningitis bacterianas. En todo caso, estos agentes comparten mayoritariamente la característica de que se suelen trasmitir a través de la saliva o por las gotas que se desprenden al hablar, de la tos o al estornudar. Por ello, las precauciones que se han tomado a lo largo de los últimos años para evitar el contagio de COVID-19 (SARS-COV2) también servirán para reducir el número de casos de meningitis.

“El pronóstico de esta enfermedad varía mucho dependiendo de si se trata de una infección vírica o bacteriana, ya que las meningitis víricas suelen manifestarse con menos gravedad que las bacterianas. Pero sobre todo, dependen de la rápida instauración de una terapia adecuada. Cuanto antes se realice el diagnóstico y se trate, mayor será la probabilidad de un buen desenlace con poca o nula discapacidad a largo plazo así como una tasa menor de complicaciones. Por lo tanto, es fundamental conocer esta enfermedad y saber cuáles pueden ser sus síntomas de alarma”, explica la Dra. Laura Llull, Coordinadora del Grupo de Estudio de Neurología Critica e Intensivista de la Sociedad Española de Neurología.

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¿Cuáles son los síntomas de esta enfermedad?

Tal y como apuntan los expertos, presentar cefalea y fiebre suelen ser los síntomas más comunes de la meningitis, ya que suelen estar presentes en más del 80% de los casos, al igual que presentar rigidez en la nuca, que si bien no es tan habitual, es un síntoma que está presente en al menos un 40% de los casos. Otros síntomas también frecuentes son la pérdida del control muscular o de la coordinación de los movimientos voluntarios, sufrir alteración del estado mental o presentar afectación de pares craneales (con la consiguiente pérdida de olfato, gusto, vista y/u oído, pero también de la sensibilidad o expresión facial, del equilibrio o dificultad para hablar o tragar). Menos habituales son otros síntomas, como las crisis epilépticas, que si bien solo suelen estar presentes en el 10% de los casos, en los niños pueden llegar a presentarse hasta en el 50%.

La meningitis no es siempre fácil de identificar porque los expertos coinciden en que los primeros síntomas son parecidos a los otras enfermedades de menos gravedad: fiebre, dolor de cabeza, dolor muscular, cuadro gastrointestinal o respiratorio. Pero según avance la enfermedad sí aparecerán otros síntomas más característicos de la enfermedad como rigidez en la nuca, vómitos, petequias, sensibilidad excesiva a la luz, disminución del nivel de conciencia, convulsiones, u otros signos neurológicos, que nos deben alertar de que estamos ante una urgencia médica.

“Afortunadamente, en las últimas décadas en países como España, donde la vacunación contra los principales agentes que pueden provocar meningitis es amplia, su incidencia se ha visto reducida significativamente. También ha ayudado haber mejorado nuestros hábitos de higiene o nuestros hábitos de vida, más saludables, que fortalecen nuestro sistema inmune”, comenta la Dra. Laura Llull. “Por el contrario, en lo últimos años, se venía observando un incremento de los casos de infección por agentes importados, principalmente por el aumento de los viajes internacionales y las migraciones. Tener en cuenta estos cambios en la epidemiología de la meningitis, también es relevante para mejorar su diagnóstico”.

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¿Qué bacterias causan la meningitis?

Este cambio epidemiológico se ha visto sobre todo en los casos de meningitis bacteriana. Mientras que hace unas décadas era una enfermedad predominantemente infantil, gracias a la vacunación, pero también a una mayor circulación de otros agentes infecciosos, actualmente se observan más casos en la población mayor de 14 años que en los menores de esta edad. Algo a tener muy en cuenta ya que la meningitis bacteriana es uno de los cuadros infecciosos más graves que existen, además de que es el tipo de meningitis con peor pronóstico: presenta una morbilidad de hasta el 60% y una mortalidad del 25%. Si bien las meningitis bacterianas son menos comunes que las víricas: en todo el mundo presentan una incidencia de menos de 5 casos por cada 100.000 habitantes, frente a los 15 casos por cada 100.000 de las meningitis víricas.

Los expertos, respecto a las principales bacterias causantes de meningitis bacteriana en España, apuntan al neumococo como el responsable del 47% de casos. También destacan otras bacterias como el meningococo, que representa el 25% de las meningitis bacterianas, aunque es el causante del 60% de los casos que se dan entre la población de 2 a 18 años; el estreptococo, causante del 13% de las meningitis bacterianas, pero que es el microorganismo más frecuentemente implicado en los casos que se dan en neonatos; o la listeria, que causa el 8% de las meningitis bacterianas, pero que supone el 20% de los casos en ancianos.

Niña vacunándose © Adobe Stock
La vacuna tretavalente contra el meningococo puede proteger a tu hijo de varios serogrupos de esta bacteria. 

¿Qué es la meningitis viral?

Por el contrario, las meningitis virales, además de tener un mejor pronóstico, son hasta 20 veces más frecuentes durante el primer año de vida y tienden a disminuir con la edad. Hasta la fecha se han identificado más de 100 virus capaces de infectar el sistema nervioso central, pero los enterovirus constituyen la primera causa de meningitis vírica en España (77%%), seguidos por el virus varicela-zóster (10%) y los virus del herpes simple (3%). Los enterovirus suelen afectar más a los niños, mientras que los virus herpes a jóvenes y adultos.

“Finalmente me gustaría señalar que, aunque se ha notificado algún caso de meningitis en pacientes con COVID-19, el SARS-CoV-2 es un virus que, aunque podría ser un patógeno oportunista, no tiene al sistema nervioso central como diana de la infección. Por lo que los casos de meningitis en pacientes con COVID-19 son raros y muy esporádicos”, declara la Dra. Laura Llull.

La meningitis tras la COVID

“La gran mayoría de agentes que producen meningitis se trasmiten por vía respiratoria. Por lo tanto, minimizar el contacto cercano entre personas, utilizar mascarillas, aumentar la higiene de manos, etc., son medidas que también hicieron descender los casos de meningitis. Una vez que nos hemos relajado en las medidas higiénicas adquiridas en la pandemia estamos volviendo a ver cómo crecen los casos de meningitis. En la última temporada epidémica se ha producido un incremento del 10% en los casos de meningitis bacteriana. Confiamos en que la vacunación sistemática de los niños, y más con la reciente incorporación de la vacuna frente al meningococo B en el calendario vacunal infantil de todas las Comunidades Autónomas (CC.AA.), mitigará esta tendencia creciente”, señala la Dra. Marta Guillán, Secretaria del Grupo de Estudio de Neurología Critica e Intensivista de la Sociedad Española de Neurología

La prevención, fundamental para combatir la meningitis

Al igual que ha ocurrido con otras enfermedades infecciosas, la introducción de medidas preventivas debido a la pandemia ha supuesto un cambio significativo en la incidencia de la enfermedad meningocócica. “Los expertos debemos seguir trabajando con el objetivo de la incorporación amplia de herramientas preventivas que protejan a los grupos más vulnerables”, reconocía el Dr. Federico Martinón durante un encuentro organizado por Pfizer.

“La prevención es una tarea de todos; desde los profesionales clínicos, hasta las administraciones sanitarias, pasando por los pacientes y también por los medios de comunicación”, reconoce la Dra. Cristina Regojo, que añade que desde la Asociación Española contra la Meningitis (AEM) trabajan para que la sociedad española sea más consciente de la existencia y persistencia de la enfermedad meningocócica y de sus consecuencias.

“Existe la falsa creencia de que se trata de una enfermedad del pasado, pero lo cierto es que la meningitis está muy presente en la vida de quienes han sobrevivido a la enfermedad y cada día deben lidiar con sus secuelas y consecuencias”, apunta la portavoz de la asociación de pacientes. En la misma línea, Cristina Méndez, directora médica de vacunas de Pfizer para el sur de Europa, ha destacado el trabajo diario que lleva a cabo la compañía biomédica en la prevención de enfermedades. “En el caso concreto de la enfermedad meningocócica, la gravedad y la imprevisibilidad de esta patología, es lo que ha impulsado el compromiso de Pfizer en la investigación de esta enfermedad. De este modo, además, en Pfizer cumplimos con nuestro propósito: “Innovaciones que cambian la vida de los pacientes”; aportando valor a todos los pacientes y a la sociedad en general”, concluye la portavoz de la compañía.

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La vacunación, clave

Actualmente, los expertos insisten en que la mejor prevención contra la meningitis sigue siendo la vacunación. Por eso, desde la SEN insisten en la importancia de seguir las recomendaciones del calendario común de vacunación a lo largo de la vida. Además, la SEN, junto con distintas asociaciones médicas está intentando promover la consecución de un calendario único de vacunaciones en todas las CC.AA. para asegurar la equidad en la prevención de la enfermedad. “Estimamos que alrededor de un 20% de la población puede ser portadora de alguna de las bacterias que provocan las meningitis más graves. Y aunque la gran mayoría de estas personas no desarrollarán la enfermedad, si pueden transmitirla a otras personas más vulnerables y/o predispuestas”, comenta la Dra. Marta Guillán. “Los grupos de mayor riesgo son los niños menores de 5 años y los jóvenes de entre 15 y 24 años y también personas que padezcan alguna enfermedad que comprometa su sistema inmunitario o que vivan en entornos comunitarios o de hacinamiento. En todo caso, cualquier persona sana, y sobre todo si no está vacunada, puede contraer meningitis”.

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