Estamos ante un problema de salud que es doloroso y muy molesto. Bien lo sabe Laura Escanes, que ha compartido recientemente con sus seguidores en redes sociales que lleva tiempo padeciendo aftas en la boca, lo que habitualmente llamamos una llaga. La influencer explica, además, una posible relación que ha visto entre la toma de pastillas anticonceptivas y la aparición de estas pequeñas lesiones. "Llevaba años tomando pastillas anticonceptivas hasta que las dejé porque quería quedarme embarazada. Durante ese tiempo que las usaba, me surgían muchísimas aftas en la boca, llegando a tener hasta 10 a la vez, lo cual era horrible", reconocía en una publicación, donde añadía que disminuían notablemente durante los periodos en los que dejaba de tomar las pastillas, pero lo cierto es que comenta que los médicos nunca relacionaron este efecto secundario con el medicamento.
"Ahora, desde hace unos meses, cuando empecé a tomármelas otra vez... Tachaaaan, las aftas han vuelto a mi vida y de verdad que ya no puedo más", ha compartido Escanes con sus seguidoras, con el objetivo de contrastar si hay a otras personas a las que también les haya sucedido, sobre todo teniendo en cuenta la molestia que ocasionan las aftas, que pueden molestarnos al hablar, comer o beber.
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¿Qué son las aftas?
Lo primero que tenemos que tener en cuenta es qué es exactamente esta pequeña lesión. “Son úlceras que se producen en la mucosa oral. Son de color blanquecino rodeado de un área roja. No son contagiosas y generalmente pequeñas”, nos cuenta la doctora María Mercedes Marcos de Paz, especialista en Odontología y Estomatología de la Clínica Dental Clínedin y miembro de Top Doctors. Suelen aparecer en la parte interna de la boca (mejillas, labios o encías) o en la lengua y, sin duda, se convierten en un auténtico quebradero de cabeza para quien las padece, porque no es extraño que, una vez que aparece, nos rocemos en ella, bien con la dentadura, bien al comer, y lo pasamos realmente mal. Aunque pueden tener cierta similitud con el herpes labial, no hay que confundir ambas afecciones, pues estas, como decíamos, no son contagiosas.
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¿Por qué aparecen?
Pero, ¿por qué salen? ¿Cuáles son las causas principales de su aparición? “Las causas más frecuentes son las carencias nutricionales y de vitaminas y minerales (hierro, ácido fólico, vitamina B12). También aparecen por causas hormonales, por estrés, causas mecánicas como roce de las prótesis, por el consumo de tabaco…”, nos cuenta la experta, que hace mención a cómo pueden influir las hormonas, donde entraría en juego la toma de pastillas anticonceptivas, por ejemplo.
Un caso llamativo es el del estrés, y es que estas lesiones son más habituales en personas que lo padecen. No es extraño que aparezcan si nos mordemos sin querer, y también es muy frecuente que se produzcan por el roce con aparatos de ortodoncia, pues sobresalen y causan el indeseado roce. En este caso, los expertos suelen recomendar el uso de cera dental, un remedio muy útil.
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Nos planteamos, además, si hay personas con más predisposición a tener aftas o llagas bucales. Y la doctora nos confirma que así es, citando aquellas con enfermedades autoinmunes, enfermedad celiaca, colitis ulcerosa, las fumadoras… Y también hay aftas de causas idiopáticas (es decir, por razones desconocidas). Lo cierto es que suelen curarse por sí solas, sin mayor complicación, pero conviene consultar al médico si tenemos aftas grandes, recurrentes (es decir, que vuelven a aparecer constantemente), que no curan tras dos semanas, que nos causan una gran dificultad para comer o en el caso de que aparezca fiebre.
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Cómo se curan
Una vez aparecen, ¿cómo hay que tratarlas? Como decíamos, en la mayoría de las ocasiones, desaparecen por sí solas, a medida que va regenerándose el tejido afectado, por lo que solo necesitamos un poco de paciencia. Pero aun así, la doctora Marcos de Paz recomienda varias opciones que pueden sernos de utilidad para abordar este problema y facilitar la cicatrización (más lenta por tratarse de una zona húmeda), entre las que destaca la utilización de enjuagues con sal, uso de bicarbonato, enjuague bucal y productos tópicos específicos de parafarmacia, además de mantener una buena higiene.
Y toca tener paciencia, pues tardan en curarse, de media, de 7 a 14 días, aunque depende de su extensión, pues la experta matiza que en el caso de aquellas de alrededor de un centímetro, tardan aún más en curar, y pueden volver a aparecer. Por eso, solo nos queda tratar de prevenir su aparición, con una buena higiene oral, dieta rica en verduras y frutas y vitamina C.