Si tienes perro, seguro que esta escena te suena. Estás sentada en el sofá, tu mascota te mira fíjamente a los ojos, se muestra a la espectativa y, de pronto, empieza a montarte. ¿Por qué lo hace? También esta otra te vendrá a la cabeza: estáis en un parque, tu amigo peludo está jugando con otros perros y, de repente, un macho intenta montar a otro de su mismo sexo. ¿Es normal esta conducta? "En general, se trata de una conducta sexual, con fines reproductivos, cuando va dirigida a hembras en celo", nos explica Anna Jovells, etóloga y veterinaria en AniCura Vetamic Clínica Veterinaria. No obstante, también puede ocurrir por otros motivos:
- Puede ser que un macho perciba la presencia de una hembra en celo, pero no pueda acceder a ella, y que entonces redirija la conducta de monta hacia otro objeto o individuo.
- Cuando se dirige a otros perros, puede ser una conducta de juego, que empieza cuando el perro alcanza la pubertad.
- Puede ser que aparezca a raíz de un estado de sobreexcitación o frustración, y la monta puede dirigirse a otros perros, objetos o personas.
- Cuando se dirige a otros machos, puede ser una conducta social ritualizada, que tiene como objetivo establecer jerarquías.
Por tanto, si tu perro te monta, no te preocupes, no trata de dominarte ni su comportamiento tiene un fin sexual, sino simplemente quiere jugar contigo o está tan excitado que lo canaliza con esta conducta. Pero veamos este comportamiento con mayor profudidad, ya que a veces puede ser causa de una enfermedad.
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¿Por qué monta a otros perros?
Cuando la monta se da entre perros machos, suele deberse a un comportamiento social utilizado para establecer una jerarquía entre perros, nunca entre humanos.
Además, es importante tener en cuenta que las jerarquías que se puedan establecer entre perros son flexibles, es decir, que un perro puede ser dominante respecto a otro en algunos contextos y sumiso en otros, aunque sean los mismos dos perros. Las relaciones de dominancia y sumisión sirven para resolver conflictos concretos entre dos perros.
Juego, estrés, frustración o enfermedad
Montar como parte del juego, como decíamos, es algo que veremos, sobre todo, en perros jóvenes que están a punto de alcanzar la madurez sexual. No obstante, también ocurre en perros ya adultos que han aprendido a montar como una conducta de juego más.
Pero hay que estar atentos porque no siempre están jugando. De hecho, como adelantábamos, los perros también pueden adoptar esta conducta de monta en situaciones de estrés intenso o cuando un perro se siente sobrepasado. "En estos casos, utilizan la monta para aliviar ese estrés", aclara la experta.
Otra de las causas por las que los perros pueden montar juguetes, otros congéneres o, incluso, tu pierna, es por frustración. En general, "los perros se frustran cuando tienen unas expectativas elevadas sobre algo que luego no se ajusta a la realidad", afirma la etóloga. Por ejemplo, puede ser que el perro nos esté pidiendo jugar o, simplemente, quiera nuestra atención y si no lo consigue, se frustra y empiece a montar, o bien a nosotros u otro objeto o individuo.
Como decíamos, hay problemas médicos que pueden ser la causa de este comportamiento, por ejemplo, infecciones del tracto urinario, problemas de incontinencia urinaria, alergias cutáneas o, incluso, problemas neurológicos. En esos casos, el veterinario podrá detectar otros signos clínicos asociados al problema médico del perro, además de la conducta de monta excesiva, y hacer un correcto diagnóstico y tratamiento. Por ello, si nos preocupan las causas por las que nuestro perro nos monta a todas horas o lo hace con otros objetivos, debemos pedir consejo veterinario.
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Cómo evitar la conducta de monta
Cuando es una monta comportamental, sin un problema médico de fondo, la necesidad de evitarla dependerá del propietario. Si resulta ser un comportamiento problemático o desagradable para el dueño, lo mejor es ignorarlo desde el principio, para evitar reforzar la conducta.
Los puntos clave a tener en cuenta son:
- No reforzar la conducta de monta cuando aparece, lo que significa que cuando el perro nos monte no hay que prestarle atención de ninguna manera.
- Eliminar el castigo, ya que no suele ser efectivo y además en ocasiones puede incluso reforzar la conducta de monta.
- Realizar ejercicio de forma regular y combinarlo con sesiones de juego, para reducir el exceso de energía y reducir la conducta de monta.
- Cuando monte, podemos darle una orden o una secuencia de órdenes (como “sienta”- “tumba”-“patita”) para interrumpir la conducta de monta. Después deberemos premiarlo cuando realice las órdenes que le hemos dado.
- La castración suele reducir notablemente los problemas de monta, e incluso pueden llegar a desaparecer. Hay que tener en cuenta que, si el perro ha aprendido a montar para aliviar estrés o para jugar, podrá seguir haciéndolo, aunque se castre.