Ahora que estamos a punto de despedir el invierno, que tenemos todas nuestras esperanzas en la primavera por muchos motivos, no son pocas las personas que se plantean que ha llegado el momento de ponerse manos a la obra para intentar perder los kilos de más, y llegar a los meses de buen tiempo en plena forma y presumiendo de figura. Tal vez esa persona no seas tú, pero sí alguien cercano: tu pareja, tu hermana, tu mejor amiga… Por eso, nos hemos planteado cómo podemos intentar ayudar a una persona cercana que está intentando perder peso, echándole una mano para conseguir su objetivo sin boicotearle su plan alimenticio. Hemos querido contar con la ayuda de una experta, como es la doctora Juana Coronado de Clínica Mira + Cuero, quien nos ha resumido con todo detalle sus recomendaciones. ¡Apúntalas!
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Motivándola
La motivación a la hora de comenzar una dieta es fundamental. Por eso, la doctora recomienda que reflexiones con esa persona sobre cuáles son sus objetivos, motivos por los que quiere adelgazar y haciéndole ver cuáles van a ser sus mejoras desde el punto de vista de salud y estética: normalización de parámetros analíticos que puedan estar alterados (Colesterol, TG, glucosa...), control de la tensión arterial en caso de que sean hipertensos, sentirse mejor, sentirse más ágil, mejorar la silueta corporal, mejoría estética, le quedará mejor la ropa…
Hacerle ver lo bien que se sentirá cuando haya conseguido su objetivo
Seguimos una dieta para conseguir un objetivo. Por eso, es muy importante definir metas realistas. “Se debe comenzar con metas más pequeñas que puedan conseguirse mejor y que animen a seguir adelante planteando nuevas metas. Por ejemplo, si tienen que perder 15 kilos poner primero un objetivo de perder 5 y así sucesivamente hasta conseguir la pérdida total o si llevas mucho tiempo sin hacer ejercicio no pretender ir todos los días, mejor comenzar por ejemplo con 2 días y el resto caminar y conforme vayas estando más en forma, decidir ir 3 días al gimnasio”, cuenta la experta.
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Tú puedes
Es importante que le hagas sentir que es muy capaz de conseguirlo. Reforzando su capacidad al acompañarle en el proceso… “Simplemente el hecho de estar ahí y recordárselo ayudará a conseguir el objetivo. Estará más estimulada y con más capacidad de esfuerzo”, nos cuenta.
Planes sí, pero saludables
No hay que dejar de hacer planes con una persona que está intentando perder peso. Se pueden compartir planes saludables y que le vayan a ayudar en el cumplimiento de la dieta. “Hacer una ruta de senderismo, salir a caminar, apúntala a un gimnasio, si tiene la excusa de que no sabe cocinar apúntate con ella a un curso de cocina antioxidante…”, son las recomendaciones de la doctora.
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Un diario, un buen regalo
Regálale un diario donde pueda hacer un registro de todo lo que come diariamente para ser más consciente de cómo lo está haciendo. La experta nos cuenta que se ha visto que ayuda a realizar mejor la dieta, a planificar y a rectificar en caso de que no lo esté haciendo bien y a motivarse al ver que lo hace bien.
Incluso se puede salir a cenar
Y no tienen por qué quedarse fuera los planes relacionados con la comida, tan frecuentes en nuestro país. Hay que animarle a no aislarse y participar de planes como salir con amigos incluso a cenar, siendo, eso sí, una aliada a la hora de elegir los platos. “No estaría bien comer un postre dulce delante sabiendo que está a dieta. Ser una alidada significa por ejemplo a la hora de elegir el postre compartir por ejemplo unas brochetas de frutas o directamente no tomar postre y conversar tomando una infusión”, recomienda la doctora.
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Ser flexible pero no condescendiente
Hay que tener muy clara la línea de tratamiento que hay que seguir para que en el caso de que haya una desviación o una trasgresión se reconduzca cuanto antes. Y es una buena idea ayudarle a buscar un profesional que la eche una mano para definir un plan de alimentación saludable y de ejercicios adaptado a sus condiciones y gustos. “Se trata de orientarla y evitar que recurra a dietas milagro o a planes de ejercicio no controlados que puedan ser contraproducentes o que no pueda llegar a cumplir porque no están adaptados a sus condiciones físicas y en consecuencia se lesione o los abandone”, nos cuenta la doctora Coronado, que apunta a que la aliada perfecta es una persona positiva, responsable, con capacidad de disciplina, pero que sepa disfrutar y en la que confíes para que te acompañe en este proceso de cambio de conducta alimentaria y estilo de vida.
La importancia de tener una aliada
Y es que tener a una persona alidada te ayudará a la adherencia al tratamiento, a cumplirlo mejor y durante más tiempo. “Cuando decaigas estará esa persona que te animará y te ayudará a ver que es normal tener momentos en los que cuesta más seguir la dieta y que no por eso hay que tirar la toalla”, nos dice. Es, eso sí, un proceso que lleva tiempo, si faltas un día al gimnasio o dos no significa que entonces lo que has hecho con anterioridad no vale. Hay que mirar las cosas con positividad. Forma parte de un proceso de cambio de muchas cosas que a veces no puede cumplirse totalmente, pero se tienen que buscar los recursos para ir mejorando en el cumplimiento del tratamiento. “Es importante rodearse de gente que tenga un estilo de vida saludable, que le preocupe la alimentación, que realice ejercicio, en definitiva, que le guste cuidarse”, nos cuenta.
Y da otra recomendación: “Si se te ocurre recompensarla por los logros obtenidos, que la recompensa no esté relacionada con la comida, regálale un libro, una camiseta, una entrada para un espectáculo… Y en una comida con amigos sé su aliada a la hora de elegir los platos, comparte alguno con ella o por ejemplo no tomes postre tampoco”.
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¿Dieta en pareja?
En ocasiones, es tu pareja la que decide acompañarte en tu proceso de pérdida de peso. Lo primero que hay que tener en cuenta es que cada dieta debe ser personalizada, adaptada a nuestras necesidades concretas, que no tienen por qué ser las mismas que las suyas. Pero lo cierto es que una alimentación saludable es beneficiosa para todos. “Hemos visto que es muy beneficioso tener a alguien que te acompañe en todo este proceso y si tienes una pareja que se apunta al cambio y con la que tienes aficiones comunes a la hora de salir a hacer deporte o salir con los amigos, todo este proceso de cambio será más fructífero. En éste casos tu pareja será esa persona aliada y cuando uno de los dos esté de bajón, es el otro el que tiene que tirar”, coincide la doctora. Pero señala un matiz muy importante: lo que no debes hacer es compararte en los resultados y sentirte mal en caso de que tú pierdas menos que tu pareja. “En la pérdida de peso influyen muchos factores, la genética, tu metabolismo basal, factores hormonales, la respuesta al deporte y la relación con el ambiente. Por estos motivos dos personas que realizan una misma dieta no tienen por qué perder exactamente lo mismo”, concluye.
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