Quizá te parezca obvio que la mayoría odiemos que nos hagan spoiler o nos destripen una serie o película. Sin embargo, la respuesta al por qué lo aborrecemos tanto va mucho más allá del fastidio de conocer la trama o el final antes de tiempo. De hecho, los psicólogos han estudiado este fenómeno. Y no les sorpende nada que cuando alguien tiene la intención de 'reventar' el argumento huyamos como alma que lleva el diablo. Y eso nos pasa a la mayoría. ¿Por qué? Como explica Irene Lorza Girl, psicóloga en TherapyChat, “no hay personas a las que les afecte más o menos un spoiler, eso depende de la relación que establezcamos cada uno con esa serie o esa película. Dependiendo de nuestro momento personal, nuestras circunstancias y nuestra personalidad podremos identificarnos más con algunos personajes y algunas historias; y, por supuesto, cuanto más relevante sea esa serie para nosotros, más probable es que nos afecte un spoiler”.
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Empatía, la cualidad por la que nos identificamos con los personajes
Según los expertos, la identificación con los personajes o las historias juega un papel fundamental. De hecho, nuestro estado de ánimo puede variar en función de cómo avance la trama de esa serie o película. Esto es debido a un mecanismo de supervivencia y una característica psicológica que permite conectar con los demás: la empatía, que hará que nos pongamos en la piel de esos personajes y sentir, en parte, lo que ellos sienten.
¿Qué pasa, entonces, cuando alguien nos hace un spoiler, es decir, cuando alguien nos cuenta algo que no queremos saber hasta descubrirlo? Como nos explican desde TherapyChat, no deja de ser una información inesperada, algo que no pensábamos recibir. De hecho, a pesar de lo que podamos pensar, lo más lógico es que la primera emoción que se despierte sea de sorpresa, pero una emoción neutra. Sin embargo, rápidamente, nuestro cerebro evaluará el contenido del mensaje y esa sorpresa se transformará en algo negativo.
Cuando vemos una serie nos gusta ir descubriendo la trama en toda su esencia y que alguien nos cuente información relevante de ella sin nuestro consentimiento, nos resulta muy molesto ya que nos priva de la libertad de elegir cómo, cuándo y con quién queremos disfrutar de esa sorpresa. Si te has enganchado a una serie alguna vez, sabes lo placentero que es llegar a casa y empezar a ver el capítulo con intriga, con incertidumbre por qué pasará, un spoiler te priva precisamente de darte ese gusto de descubrir.
Por otro lado, todos conocemos a alguien que parece más predispuesto que nadie a destriparte cualquier serie o película. Esto es así porque la emoción de sorpresa tiene una función de influencia social, es decir, la reacción emocional de lo que pasa en un capítulo que nos genera sorpresa nos impulsa a contarlo y a compartirlo con los demás. Es decir, es normal que a algunas personas les guste hacer spoilers porque va con nosotros, con nuestra forma de ser como seres humanos. Pero existe el autocontrol y la capacidad de guardar el secreto para no estropear a los demás el placer de disfrutar de una buena serie.
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Necesitamos 'controlar' la incertidumbre
De la misma manera, hay personas que necesitan saber qué va a pasar antes de descubrirlo en la serie o la película. ¿Por qué pasa esto? Se debe, sobre todo, a un mal manejo de la incertidumbre, seguran desde TherapyChat. Algo que le ocurre a la mayoría de las personas. De hecho, si nos paramos a pensar, en nuestro día a día hacemos muchísimas cosas para reducir la incertidumbre: mirar el tiempo que va a hacer, el estado del tráfico, quedar con amigos con días de antelación para asegurarnos los planes… en definitiva, necesitamos controlar de alguna manera lo que va a ocurrir.
Con las series pasa algo parecido, a veces, no podemos soportar la incertidumbre. Cuando buscamos estos spoilers en redes sociales o medios de comunicación, estamos obteniendo cierto refuerzo al deshacernos de esa desagradable sensación de falta de control. Sin embargo, claro, también existe la otra cara de la moneda, a la vez que reduces tu incertidumbre, quizás experimentes rabia o desencanto al haberte estropeado el final de tu serie favorita. Así que, decide con qué te sientes más cómoda, con la duda de qué va a pasar o con la certidumbre de conocer el final antes de que se produzca el desenlace.
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