Aunque la mayoría de las personas contagiadas por el coronavirus de la Covid-19 dejan de tener síntomas en las siguientes dos o tres semanas, se han detectado quejas por la disminución de la calidad de vida. Con independencia de la gravedad del cuadro inicial, un número indeterminado de pacientes, que cada día parece ser mayor, sigue manteniendo síntomas que pueden durar meses, según se está observando. Los adultos mayores, los ancianos, las mujeres en edad madura con sobrepeso y, sobre todo, aquellos con patologías añadidas son los que, con mayor frecuencia, siguen presentando síntomas después de la recuperación inicial.
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¿Por qué quedan efectos de la Covid-19?
Las causas por las que se mantienen determinados síntomas en la Covid persistente se desconocen con exactitud, aunque se sospecha el siguiente origen. En muchos casos de infección por coronavirus, se produce en el organismo, de forma reactiva, una inflamación sistémica generalizada, una reacción inmune que se conoce como “tormenta de citoquinas” y que da lugar a un síndrome inflamatorio multisistémico. Tanto la inflamación como las alteraciones en la coagulación pueden afectar a los pulmones, al corazón , a los riñones y al cerebro, dejando lesiones que, pasado un tiempo, pueden dar lugar a síntomas que se manifestarán en la Covid persistente.
Todavía no sabemos cómo esta va a afectar en el tiempo, pero los expertos recomiendan el seguimiento y el control de estos pacientes por especialistas, para ver su evolución y poner remedio.
¿Cuáles son los síntomas persistentes?
La sensación de falta de aire al respirar, la fatiga –ante pequeños esfuerzos o crónica, que no mejora con el descanso–, el dolor torácico, la pérdida del olfato o del gusto , los dolores musculares o articulares, las alteraciones del ritmo cardiaco, el dolor de cabeza y los problemas de memoria y de sueño son algunos de los síntomas más frecuentes.
Todos estos rasgos pueden presentarse en un mismo paciente, de forma aislada o conjunta y con diferentes grados de intensidad. Generalmente, esta situación ocasiona en muchos de ellos diferentes grados de ansiedad y, en casi todos, estrés. Un desconcierto que viene dado por el desconocimiento de los efectos de la enfermedad y su duración en el tiempo, además de la experiencia de la patología ya superada.
Razones para volver al deporte de forma paulatina
Muchos de los pacientes que superaron la infección por coronavirus notan que, cuando retoman su actividad normal, tienen dificultad para tolerar el ejercicio, el esfuerzo físico o la actividad moderada. Todos estos síntomas de cansancio son consecuencia directa de la enfermedad pasada, y a esto se suma el sedentarismo de los periodos de confinamiento prolongado. Todo ello provoca una afección generada por el síndrome de inflamación multisistémica provocado por el virus y, como consecuencia, deja lesiones microscópicas y duraderas de características inflamatorias y de coagulación en los tejidos de estas estructuras. Los órganos más afectados son, sobre todo, pulmones, corazón y músculos, y dicha inflamación es la causa de que los síntomas que se presentan en la Covid-19 persistan en el tiempo a pesar de haber superado la enfermedad. Desconocemos cuánto tiempo van a durar estas situaciones de Covid persistente, pues, aunque mejoran lentamente con el tiempo, no desaparecen del todo y algunos ya se acercan al año en su evolución.
Recomendaciones
- Seguimiento y control médico, periódico y mantenido de los pacientes con Covid persistente, derivándolos a las diferentes especialidades que atienden y tratan los síntomas que padecen.
- En los casos de disminución de la tolerancia al ejercicio, se recomienda la realización de pruebas funcionales, ergometría, ECG y ecocardiograma.
- Fisioterapia respiratoria. Mejora del patrón respiratorio. Ejercicios de ventilación y expansiones costales para favorecer el drenaje de secreciones.
- Ejercicios de entrenamiento de resistencia cardiorrespiratoria.
- Vigilar y tratar los trastornos emocionales y del estado de ánimo.