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¿Conviene reforzar las defensas de cara a recibir la vacuna de la COVID-19?

Hay micronutrientes que ayudan a nuestro sistema inmune


Actualizado 9 de julio de 2021 - 14:45 CEST
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Tal vez en los últimos meses has escuchado en muchas ocasiones la recomendación de tomar suplementos, tanto para prevenir la COVID-19 como para preparar tu cuerpo para recibir la tan esperada vacuna. “Desde el inicio de la pandemia se habla mucho de potenciar nuestro sistema inmune, pero es un concepto erróneo, y más si no venimos con parte de los deberes hechos”, cuenta Mar Santamaria, farmacéutica y especialista de PromoFarma. “El reto está en ayudar a nuestro sistema a trabajar bien, no a trabajar mejor. No existen potenciadores de los beneficios o de los resultados de una vacuna, que de por sí son incuestionables, sino que las diferentes propuestas de parafarmacia contribuyen a que nuestro sistema inmune esté en forma, un talón de Aquiles para los ciudadanos todo el año, con o sin COVID19, con o sin vacunas”, nos detalla la farmacéutica, que insiste en una idea: debemos huir de los “packs para vacunas” o “productos pro-covid”.

 

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Mejorar los déficits de nutrientes

Tal y como explica la experta, “las diferentes vacunas que existen inducen a producir anticuerpos (auténticos centinelas de nuestro sistema inmune) contra la proteína S del coronavirus, ayudándole así a reconocer el virus como un elemento extraño que hay que atacar, para actuar más rápido contra él e impedir que infecte las células”. Esta es la clave según nos cuenta: el reto es que esté preparado para desarrollar su misión primigenia. Y nos encontramos con un problema:  la gran mayoría de la población tiene importantes déficits de base, debido a la falta de descanso (mínimo 8 horas de sueño diarias), dietas desequilibradas o deficiencia de vitaminas por efecto del sedentarismo o el confinamiento.

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Un intestino en buena forma

Y es que la salud de nuestro intestino es fundamental. Ahora con COVID-19 y siempre.  “Se habla mucho de cepas probióticas específicas, que contribuyen a mantener nuestra microbiota intestinal más equilibrada, lo cual hace que nuestro sistema inmune funcione bien de base. Un intestino sano es crucial, pero las bacterias simbióticas que habitan en él están expuestas a ataques que dificultan su crecimiento, relacionadas con dietas agresivas o desequilibradas, pobres en fibras prebióticas y ricas en grasas poco saludables o excesiva carne roja. Y esto es algo que no se puede solucionar de la noche a la mañana con complementos probióticos, aunque puedan ayudar, pues hay que empezar por la alimentación (el combustible que damos cada día a nuestro cuerpo)”.

 

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Las vitaminas, excelentes aliadas

¿Qué podemos hacer? La experta nos da algunos consejos para apoyar a nuestro sistema inmunitario, considerados siempre como un refuerzo, y no un sustitutivo de los principios mencionados anteriormente. Y un papel clave lo tienen las vitaminas, especialmente las vitaminas D y C. Para adultos, se considera que necesitamos 800UI-1000UI diarias de D. La mayor parte la sintetizamos a partir de la exposición solar moderada (15-30 min/día), pero también la podemos aportar a través de la dieta (algunas setas, huevo, pescado azul...) y en forma de suplemento. En invierno suelen bajar mucho los niveles de vitamina D por una menor exposición al sol (dependemos de la que hemos acumulado en meses de mayor insolación). Respecto a la vitamina C, antioxidante por definición, podemos obtenerla mediante alimentos como las frutas, verduras y hortalizas. El VRN (valor de referencia de nutrientes) es de 80mg diarios, pero hay suplementos que aportan hasta 1000mg (1250% de la VRN): como es hidrosoluble, hay mayor margen en su suplementación porque se acumula menos.

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Minerales

Tal y como nos explica la farmacéutica, el zinc es un micronutriente importante para muchas reacciones metabólicas del organismo, y también para el sistema inmune. "Necesario para la cicatrización de heridas, el crecimiento del cabello, la piel... puede encontrarse en los frutos secos, las legumbres y el marisco. Su VRN es de 10mg", detalla. 

 

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Fitoterapia y micoterapia

También podemos beneficiarnos del uso medicinal de plantas y de setas. La experta destaca, por ejemplo, el uso beneficioso de la cúrcuma, con un alto potencial antioxidante y de apoyo al sistema inmune. Y también mucho se ha hablado de sus efectos inmunomoduladores y las diferentes especies de “setas medicinales” u hongos para consumo humano. "En particular, el "champiñón del sol" (Agaricus blazei) por su aporte de betaglucanos y otros micronutrientes de interés (vitaminas y ácidos grasos). A nivel de dieta, podemos incorporar setas como el shiitake (hongo que ya se cultiva en España), el champiñón Portobello...", nos cuenta. 

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Probióticos

No podemos olvidar que la microbiota intestinal tiene que estar equilibrada y funcionar bien, para que, de esta forma, también funcione bien el sistema inmune. "Con una dieta adecuada, que aporte sustratos prebióticos (fibras para favorecer el crecimiento de estas bacterias) y, si es necesario, la suplementación con las cepas bacterianas probióticas identificadas y estudiadas para tal fin, podemos ayudar a mantenerla en buenas condiciones", detalla. 

Eso sí, para concluir, la experta nos cuenta que “aunque son productos naturales que no implican riesgos, sí es necesario consultar a un especialista en situaciones como embarazo y lactancia, estar tomando anticoagulantes orales o sufrir algún tipo de enfermedad autoinmune”.

 

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