Mucho se está hablando de los problemas que llegarán tras la crisis sanitaria motivada por la pandemia de la COVID-19, relacionados con la salud mental. Una situación límite como la que estamos viviendo puede pasarnos factura y, aunque tal vez ahora no nos demos cuenta, lo cierto es que la incertidumbre -motivada por la crisis social y económica que estamos padeciendo-, la soledad, la falta de contacto social, la presión… sin duda pueden hacer mella en un aspecto tan importante como la salud física. Ansiedad y, en un paso más, depresión, son palabras que comienzan a preocupar, y mucho, a los expertos.
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Problemas que pueden parecer invisibles
"Los problemas de salud mental puede que parezcan invisibles pero eso no significa que no existan. Sigue habiendo aún mucho estigma con temas como la ansiedad y eso nos lleva a no saber gestionarla cuando aparece. Al igual que cuando sentimos ansiedad muchas veces tendemos a hacer cualquier cosa para no sentir y nos anestesiamos emocionalmente (ya sea atracando la nevera, haciendo scroll infinito en las redes sociales o con cualquier placer instantáneo que tengamos a mano), cuando alguna persona querida cercana se abre y nos cuenta que sufre ansiedad, es fácil que no sepamos cómo responder y busquemos (con la mejor intención) decir cualquier cosa para que pase el momento incómodo y cambiar de tema", nos cuenta Ixi Ávila, coach de Inteligencia Emocional. Por eso, la experta nos da una serie de consejos útiles a los que podemos recurrir para transmitirle a una persona cercana que nos cuenta que se encuentra en esta compleja situación.
Tip 1: 'Te entiendo'
Es cuestión de cambiar el discurso que damos a una persona cercana que tiene un momento de ansiedad. En vez de decir: "No exageres, no es para tanto. Hay gente que está peor que tú y no se queja", puedes decir: "Te entiendo, no estás solo/a. Estoy aquí si necesitas hablar".
Según nos explica la experta, es muy importante no desacreditar los sentimientos de la persona que está pasando un mal momento, y validarlos buscando entender en vez de juzgar.
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Tip 2: '¿Qué puedo hacer por ti?'
De nuevo, la importancia de los matices en lo que decimos. En vez de comentarle: "No pienses en eso, relájate ya", prueba a decir: "¿Hay algo que pueda hacer por ti?". La experta pone un ejemplo concreto: Si te digo "No pienses en un elefante rosa", probablemente ya hayas visualizado el elefante en tu mente. Y es que nos cuenta que es importante entender que la persona no se preocupa aposta, y que lo está haciendo lo mejor que puede. Por eso es importante quedarse con este mensaje: si quieres apoyar ofrece tu ayuda sincera y deja que sea la persona quien te diga lo que necesita.
Tip 3: 'No pasa nada por pedir ayuda'
La persona con ansiedad puede tener momentos emocionales muy complicados. Por eso, la coach recomienda en vez de decir: "No seas drama queen (o dramático/a), esta noche nos vamos por ahí y te olvidas", puedes decir: "Puedes contar conmigo, no hay nada de malo en pedir ayuda, todas las personas necesitamos de ella en algún momento y eso está bien". Un problema de ansiedad no se soluciona en una noche de distracción, busca transmitir comprensión.
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La importancia de la escucha
Si hay algo importante, como nos queda claro después de leer estos consejos, es la importancia de escuchar a la otra persona. "Es importante dar espacio a través de la escucha para que esa persona se pueda expresar, y no estigmatizar la posibilidad de pedir ayuda profesional cuando se necesite", aclara Ixi Ávila. Si es necesario, un coach o un psicólogo pueden convertirse en nuestro mejor aliado para intentar solucionar esta situación.