Hablar en público parece una habilidad innata en los grandes oradores. Y muchas personas pensamos que somos incapaces de ponernos ante un grupo de personas o, incluso, delante de una cámara en una videoconferencia. Los síntomas, cuando nos toca, son muy claros: temblor, sudoración de manos, aumento de la frecuencia cardiaca, molestias gastrointestinales, rubor, voz inestable e, incluso vértigo. Normalmente, suele aparecer en las primeras exposiciones aunque, en algunas personas, se convierte en algo patológico.
Lo que quizá no sabemos es que el dominio de la palabra y el poder de transmitir una idea a un auditorio presencial u 'online' es fruto del conocimiento, estudio y práctica de unas técnicas muy sencillas e indispensables para hacer de una exposición un éxito. Por tanto, teniendo esta premisa en cuenta llegamos a la principal conclusión: todos y cada uno de nosotros estamos capacitados para hablar en público, lo que necesitamos es vencer el miedo. ¿Y cómo se supera? Enfrentándonos y practicando.
También hay que tener claro que sentir miedo a hablar o dar nuestra opinión en público es algo muy común en todos nosotros. Según un estudio realizado por la Universidad de Granada, la ansiedad a hablar en público es un miedo bastante extendido entre la población general. Se estima que un 80 por ciento aproximadamente de la población lo padecen en mayor o menor grado. Es decir, no somos 'bichos raros' por tratar de evitar este mal trago. Por ello, existen cursos, seminarios, incluso libros de autoayuda que pueden echarnos una mano.
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Las claves para hablar en público sin miedo
"Debemos fijarnos en los consejos clásicos de los filósofos como Aristóteles y Sócrates. Ellos nos dan las claves de un buen discurso: conocer el público al que va dirigido, el tiempo, el momento de decir las cosas, y el contenido del discurso", señala el psicólogo Javier Aparicio de mundopsicologos.com. Con estos cuatro puntos debemos dirigirnos a emitir una oratoria o un discurso perfecto, aunque nuestro público sea online. "Por lo tanto adoptaremos el mensaje al público dirigido (no es igual a la generación del 2000, que a los nuevos influencers)", matiza.
Delimitar el tiempo es clave, yo sobre todo, si es online. El tiempo óptimo de mensaje debería durar unos 30 minutos de máxima. El momento de decir las cosas hace referencia al orden de nuestros argumentos, debiendo empezar siempre por los puntos más débiles, en el punto intermedio exponer los puntos fuertes y terminar con una frase o aforismo. Por último, "el contenido debe ser claro, directo y adaptado a los oyentes online. Como decía Cicerón: hay que decir únicamente lo que hay que decir", indica el psicólogo Javier Aparicio.
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Cómo lograr que nuestra exposición enganche
Otro de los miedos que tenemos es aburrir a nuestro público, sea este presencia u online. Por ello, hay que cuidar mucho lo que se va a decir. Estos consejos pueden ayudarte.
- Saber y tener algo que decir: este es uno de los principios fundamentales de la retórica, que se debe utilizar como arte para llegar a otra mente y conmoverla. Y para ello, es imprescindible que sepas y tengas algo qué decir y que estés plenamente convencida de ello. Si es así, ya tienes la mitad de la batalla ganada.
- Dar un orden a la exposición: como decíamos debes saber de antemano cómo y por dónde vas a comenzar tu exposición. Dónde vas a colocar una cita, un ejemplo, una pregunta. Recuerda, además, que tu exposición siempre tiene que desembocar en la sorpresa, ofreciendo las dosis necesarias para mantener la atención de tu público.
- Saber de antemano con qué palabras hay que dirigirse al público: como señalaba Javier Aparicio, siguiendo las indicaciones de los filósofos griegos, hay que conocer al público. No se utilizan las mismas palabras para comunicarse con una asociación de vecinos que para dirigirse a un grupo de colegas de la profesión o para vender un producto. Recuerda que debes evitar la pedantería o las palabras demasiado floridas puesto que restan veracidad a tu argumento. Sírvete de trucos como una alusión a algún referente del ámbito laboral o un suceso de dominio público que pueda encajar y servir como hilo a tu argumentación.
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Cómo influye el entorno
En estos tiempos de pandemia, en el que la mayoría de las reuniones u exposiciones se realizan online, es esencial elegir el lugar desde el que vamos a hablar. "Todo aquello que nos rodea tras la pantalla habla de nosotros. Debemos mostrar un fondo claro, ordenado, y con un bonito contraste de objetos o colores. Tener detrás de nosotros objetos amenazantes, ropa tirada o desorden, habla a nuestro inconsciente de una imagen poco cuidada. Es por lo tanto, importantísimo lo que ve el oyente. Si ve plantas reales, orden y algún buda trasmitiremos tranquilidad. Si por ejemplo tenemos un fondo ordenado con libros, transmitiremos sabiduría y reforzará nuestra imagen de experto. Un mensaje espectacular con un entorno horrible no calará en el oyente", advierte Javier Aparicio. Por tanto:
- Evita entornos distractores llenos de cosas o de tránsito de personas o elementos.
- Utiliza ropa de adecuada y ofrece la mejor imagen de ti misma, sin estridencias, neutral.
- Cuida mucho el entorno, aunque tengas que cambiar el ordenador de sitio.
- Y por supuesto, asegúrate de que el micro y la cámara funcionan correctamente.
En cuanto a esta última, cabe destacar que es importante la imagen, por lo tanto la cámara deberá siempre estar encendida. Hablar online sin imagen puede distraer al oyente un 60% más que si se exponen imágenes. Además, hay que cuidar el nivel de luz, el contraste y el tono de la imagen.
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Los miedos más frecuentes al hablar en público 'online'
Todos estos consejos nos pueden ayudar a sentirnos más cómodas y relajadas cuando tengamos que hablar en público o asistir a una reunión. Sin embargo, quedan varios aspectos a tratar, y es que los miedos que surgen cuando utilizamos la videoconferencia para lanzar un mensaje pueden ser más.
Según opina el psicólogo, existe tres miedos añadidos para la persona que habla al público online:
- Decir algo inadecuado y que quede grabado.
- Un público no implicado que le puede hacer sentir como sí predicara en el desierto.
- Al igual que en la realidad quedarse en blanco
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¿Qué podemos hacer para superarlo?
Entre los mejores consejos para superar el miedo del público y la expresión online podemos aplicar las siguientes técnicas:
Anticipar el nerviosismo: antes de comenzar la charla, confesar a la audiencia el nerviosismo emergente, y disculpar cualquier desdicha verbal. Esto dejará al hablante más relajado y creará un efecto de familiaridad y humildad hacia él.
Peor escenario: unos días antes de exponerte al público online durante unos 30 minutos al día sumergirte en las peores fantasías relacionadas con el momento de la intervención. El día de la emisión creará un efecto tranquilizador, ya que ya habrás pasado por todos tus miedos.
Escribir el fracaso: al igual que la anterior pero de forma escrita. Durante tres días antes de la exposición online, escribir todos los fracasos posibles o metidas de pata. Esto no solo no te llevará a evitarlas, si no que te hará estar más alerta.
Ejercicios de relajación: si tienes el típico miedo escénico básico, lo ideal es crear un espacio de 10 minutos utilizando técnicas de relajación antes de comenzar online.
Definición del yo: antes de comenzar el discurso, durante 5 minutos a nivel mental afianzarse con los motivos que te hacen perfecto para el público online y reforzar tus puntos fuertes con autoafirmaciones.
Si con todo ello no logras vencer el miedo a hablar en público, puedes necesitar la ayuda de un experto, porque puedes estar sufriendo problemas de ansiedad, inseguridad o falta de autoestima. Un profesional de la psicología puede ayudarte también a superar todos estos escollos.
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