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Por qué no debes reprimirlos y otras curiosidades sobre los estornudos

Lo más habitual es que se produzcan por un factor irritante de la mucosa de la nariz y la garganta


Actualizado 15 de febrero de 2021 - 15:11 CET

Todos lo hemos hecho en alguna ocasión. Y es que, ¿quién no ha estornudado? Los hay más ruidosos, más contenidos. Pero, ¿te has planteado alguna vez por qué estornudamos? “Generalmente se produce por un factor irritante de la mucosa de la nariz y la garganta”, nos dice la farmacéutica Mar Sieira, quien destaca que existen agentes externos que pueden ser los que hacen que estornudemos. “Podemos estornudar por reacción alérgica al polen o al polvo, porque ha entrado en nuestra nariz algún agente irritante como la pimienta o el talco. También por infecciones de las vías respiratorias como gripes o resfriados, por reacción a la luz brillante o debido a un cambio de temperatura”, añade la experta. En general, los problemas de salud más habituales que nos hacen estornudar son el virus de la gripe o resfriados, o bien el hecho de tener alergia, como en primavera, donde en España, más de 8 millones de personas son alérgicas al polen.

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¿Por qué es malo contenerse los estornudos?

Siempre te lo repiten: no contengas el estornudo. “Al reprimir el estornudo, se impide que se cumpla con el objetivo de limpiar las vías respiratorias, impidiendo que las partículas que irritan las mucosas salgan y dentro del organismo puedan desplazarse hacia otras regiones del cuerpo produciendo infecciones”, nos dice Mar Sieira, quien añade que, además, la presión contenida en el interior del organismo al no expulsar el estornudo, puede ocasionar roturas de los capilares sanguíneos, hemorragias, dolor de cabeza o de oído, provocando incluso alteraciones en la audición.

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Tanto a la hora de toser como estornudar, es importante cubrirse la nariz y la boca.

¿Sueles estornudar después de comer?

Hay personas que tienden a estornudar después de comer, sobre todo cuando han comido demasiado. ¿Es algo normal? “A veces, la composición de algunos alimentos o determinadas alergias, pueden provocar la hinchazón de las fosas nasales y el estornudo. También se ha estudiado que el hecho de estornudar después de comer, suele ser consecuencia de comer en abundancia y de forma repentina produciéndose una estimulación cerebral que provoca el estornudo”, nos detalla Mar Sieira.

Estornudos al mirar una fuente de luz

Y sucede de igual manera cuando miramos al sol o a una fuente de luz, ¿por qué? “Este hecho de estornudar ante el reflejo de someternos a una fuente de luz, es llamado reflejo de estornudo por luz brillante o estornudo fótico y es hereditario. Suele afectar a entre el 10% y el 35% de la población. Se produce cuando el sol u otras luces brillantes estimulan excesivamente el nervio óptico, que estimula a su vez el nervio trigémino, que controla los estornudos”, nos cuenta.

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¿Por qué cerramos nuestros ojos al estornudar?

Es un acto reflejo, cuando estornudas, cierras los ojos. “Al estornudar y producirse el flujo de aire cuando desde los pulmones hasta la nariz, puede aumentar la presión ocular y desplazar un poco los ojos haciéndoles daño, por eso, la mayoría de las personas suele cerrarlos al estornudar”, nos cuenta la farmacéutica y alma mater de la firma Sarah Becquer.

El codo, gran aliado

Sin duda, si de algo ha servido la pandemia es para ser más conscientes de la importancia de las medidas de prevención e higiene. Tanto a la hora de toser como estornudar, es importante cubrirse la nariz y la boca, para evitar expandir los gérmenes. Por eso, si no tenemos un pañuelo a mano, debemos cubrirnos la nariz y la boca con el codo flexionado, para evitar la diseminación de gérmenes. “El aire sale disparado por la nariz a una velocidad promedio de entre 150 y 160 km/h, y la saliva que acompaña al aire puede cubrir un área de unos 7 metros cuadrados”, nos cuenta Mar Sieira.

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