Días complicados para los pacientes con dermatitis atópica, una enfermedad dermatológica crónica que afecta al 20% de los niños y a entre el 3 y el 10% de los adultos. ¿El motivo? El frío no les va nada bien. “Los pacientes ya diagnosticados son conocedores de que el frío es uno de los factores desencadenantes de brotes y de un empeoramiento de la enfermedad por lo que toman medidas para evitar que empeore su calidad de vida. Esto se produce por la aparición de piel seca, engrosada, agrietada, escamosa, además de enrojecida y con picor, que se presenta especialmente por la noche”, nos cuenta el doctor Miguel Sánchez Viera, director del Instituto de Dermatología Integral.
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El picor aumenta
Tanto es así, que muchas personas con atopía ven cómo aumentan significativamente sus síntomas, especialmente el picor. “El empeoramiento de los síntomas, incluido el picor, es característico de esta época del año. El frío hace que la barrera hidrolipídica que protege la piel de las agresiones externas se pueda ver afectada. Además, la piel produce menos sudor y cantidad de grasa, que también protege de los ambientes fríos. Ambos hechos hacen que la piel esté más deshidratada y más seca, factores que empeoran los síntomas de la dermatitis atópica, incluido el picor”, nos explica el dermatólogo, que añade que, aunque parezca paradójico, el frío no es sinónimo de un ambiente más húmedo, que beneficia a los pacientes con esta patología al evitar la deshidratación cutánea.
“Por otra parte, al pasar más tiempo en casa se está más expuesto a calefacciones que provocan sequedad en la piel. La sequedad de la piel hace que aumente el picor y que los pacientes acaben produciéndose lesiones en la piel, incluso provocándose heridas, que son una puerta de entrada a infecciones bacterianas”, nos detalla.
Así debes cuidar tu piel en estos días de frío
¿Cómo deberían cuidar su piel en estas jornadas de invierno los pacientes con dermatitis atópica? El doctor Sánchez Viera nos hace las siguientes recomendaciones:
- Las duchas o baños no deben de hacerse más de una vez al día, además de estar bajo el agua el menor tiempo posible y no usar esponjas, ya que pueden irritar la piel. Preferiblemente utilizar las manos para enjabonarse y hacerlo de manera suave.
- Utilizar jabones o geles específicos para pieles atópicas.
- El secado debe mediante suaves toquecitos en la piel, ya que el frotado habitual puede irritar la delicada piel atópica.
- La hidratación también es un aspecto fundamental tras el baño o ducha. También deben emplearse cremas específicas para este tipo de pieles.
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¿Y si el ambiente es reseco?
El doctor nos explica que como el uso de calefacciones reseca el ambiente, es recomendable tener humidificadores en casa para contrarrestar la sequedad del ambiente. Y hay que tener también en cuenta que si los afectados son niños, que vayan con las uñas cortas por si se produce un rascado que afecte lo menos posible a la piel.
Pero, sobre todo, en la medida de lo posible, hay que intentar no rascarse, ya que aunque puede producir un alivio momentáneo a la larga empeora los síntomas.
Elegir bien la ropa, muy importante
También le planteamos al doctor si influye la ropa de abrigo que elegimos también en la salud de nuestra piel y nos confirma que así es. “Influye tanto el tipo de fibra de las ropas que utilizamos como la cantidad de ropa. Las ropas deben ser preferiblemente de algodón, ya que las fibras sintéticas e, incluso, la lana ya que son más susceptibles de que produzcan picor. Además, es mejor llevar varias capas de ropa para que en el caso de que se empiece a tener calor, poder desprenderse de alguna de ellas para evitar sudar, ya que el sudor provoca irritación en la piel y, por tanto, un empeoramiento de los síntomas de la enfermedad”, concluye.
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