Una de las posturas de yoga más practicadas en esta disciplina y, sobre todo, en el caso de principiantes es la del Guerrero (Virabhadrasana).
Tal como nos explica Mario Rodriguez, profesor de las clases de Yoga y Stretch & Mobility de Entrena Virtual, es una asana que "aparece en el "surya B (el saludo al sol B de la serie asthanga) y, por lo tanto, es una postura básica en yoga. Ayuda a comprender aspectos como el alineamiento del cuerpo o la posición de los pies. Es una buena postura a la hora de trabajar la propiocepción corporal sin entrar en asanas más complejas".
¿Cuáles son los beneficios de la postura del Guerrero?
Como nos explica el experto en Yoga, nos aporta muchos beneficios: "fuerza, estabilidad, equilibrio, propiocepción corporal. Nos ayuda también a concentrarnos al proyectar la mirada y es una postura muy completa que luego puede evolucionar a los siguientes guerreros II y III creando transiciones muy fluidas y activas en las secuencias".
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Cómo hacer la postura del Guerrero I (Virabhadrasana I)
Comienza en la postura de la montaña, es decir, en pie, erguida y con los brazos tocando el cuerpo.
Separa los pies tanto como te sea posible y los dedos de estos apuntando hacia delante.
Estira los brazos a cada lado del cuerpo, a la altura de los hombros, paralelos al suelo y con las palmas hacia abajo.
Gira las palmas hacia arriba y levanta ambos brazos hasta que estén en línea con las orejas y paralelos entre sí. Los codos deben estar rectos.
Aprieta los cuádriceps y levanta el abdomen y el pecho.
Mientras exhalas, simultáneamente, gira el torso y la pierna derecha 90 grados hacia la derecha y el pie derecho unos 60 grados hacia la izquierda.
Inhala y estira los antebrazos.
Exhala y dobla la rodilla derecha de manera que el muslo y la espinilla formen un ángulo recto.
Estira el torso hacia el techo mientras llevas la cabeza hacia atrás, tan lejos como te resulte cómodo. Ojo con el cuello, no debes notar tensión.
Cómo hacer la postura del Guerrero II (virabhdrasana II)
Empieza la postura con el cuerpo erguido, en la postura de la montaña (Tadasana).
Da un paso tan lejos como te sea posible y que te resulte cómodo.
Gira el pie izquierdo a 90 grados hacia fuera y el pie derecho 45. El talón del pie izquierdo debe estar en una línea recta con el puente del pie derecho.
Estira los brazos a los lados de manera que estén paralelos al suelo.
Mientras exhalas, dobla la rodilla izquierda para que el muslo esté paralelo y la espinilla perpendicular al suelo.
Gira la cabeza para mirar la punta de los dedos por encima del brazo derecho.
Quédate en esta postura unos 20 segundos.
Puedes realizar la postura opuesta simplemente desdoblando la rodilla izquierda, colocando los pies en paralelo, luego girando el pie derecho 90 grados y el izquierdo 45, doblas la rodilla derecha y tu mirada debe dirigirse en la dirección opuesta.
- Leer también: Los beneficios de la postura del árbol en yoga
Cómo hacer la postura del Guerrero III (Virabhadrasana III)
Es una de las posturas más difíciles, puesto que exige mucho equilibrio, fuerza y concentración para realizarla.
De nuevo, colócate en la postura de la montaña, erguida, con los pies separadas a lo ancho de las caderas y los brazos a los lados.
Gira el pie izquierdo 90 grados para que los dedos apunten a la parte superior de la esterilla.
El pie derecho debe girar 45 grados
La pelvis debe situarse en la misma dirección de los dedos del pie izquierdo.
Levanta los brazos, como en el Guerrero I, por encima de la cabeza y las palmas de las manos enfrentadas.
Apoya el peso en el pie izquierdo y, poco a poco, levanta la pierna derecha al mismo tiempo que bajas el torso para que acabe paralelo al suelo.
Como en la imagen, los brazos, espalda y pierna deben dibujar una línea recta. Estira todo tu cuerpo y concéntrate en la respiración para mantener el equilibrio.
Lo ideal es que mantengas esta postura unos 20 o 30 segundos y, conforme vayas adquiriendo más fuerza, la mantengas un minuto.
Para salir baja el pie derecho y vuelve a la postura del Guerrero I.
Repite con el lado opuesto.
Contraindicaciones
Pese a que el yoga es una disciplina apta para todos, las posturas que se practican pueden tener algunas contraindicaciones. Por ejemplo, la postura del Guerrero II no está recomendada si se sufren lesiones recientes de cadera, rodilla o de hombro. Tampoco es recomendable si se sufren problemas de cuello, sobre todo, la postura del Guerrero I.
Como cualquier otra asana, ningún Guerrero está i ndicado si se tiene fiebre o diarrea.
Lo ideal es que practiques yoga de la mano de un instructor que pueda corregir errores o sugerirte variantes según tu condición física.
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