Al final del siglo XVIII, el médico británico Edward Jenner observó que las personas que ordeñaban vacas (de ahí el nombre de vacuna) y contraían la viruela bovina con pústulas en sus manos, no se contagiaban ni padecían la viruela humana. Desde entonces, este método profiláctico y preventivo, la vacunoterapia, ha sido uno de los pilares más importantes para procurar a la humanidad salud y bienestar una gran mejora en la calidad de vida y un notable aumento de la esperanza de vida.
La vacunación es el método más eficaz para la prevención de las enfermedades infecciosas, pues a través de la inoculación de las proteínas del microorganismo invasor, de sus toxinas o del propio microorganismo debilitado en su capacidad infectante, obtenemos una inmunidad eficaz con las inmunoglobulinas y una memoria inmunológica con los linfocitos que evitará en el futuro padecer la enfermedad para la que fuimos vacunados.
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Como se defiende nuestro organismo ante las infecciones
Si un virus o una bacteria consigue superar las barreras naturales del organismo formadas por la piel, las mucosas, el moco, los cilios y otros mecanismos iniciales, se encuentra en la sangre con los macrófagos o neutrófilos, capaces de fagocitar y destruir al microorganismo invasor y, como consecuencia de la aparición de estos antígenos, fabricar anticuerpos o inmunoglobulinas, que forman la inmunidad humoral. Además, los linfocitos T y los linfocitos B actúan produciendo anticuerpos, controlando las células del organismo ya infectadas y creando la memoria inmunológica, indispensable para reaccionar ante una futura agresión del mismo microorganismo invasor.
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Cómo actuarán las vacunas contra el SARS-CoV-2
Al vacunarnos, introducimos en nuestro organismo el virus o la bacteria de la que nos queremos defender pero modificada, debilitada y, a veces, incompleta, ya preparada para que no cause morbilidad (enfermedades asociadas) pero sea suficiente para provocar una respuesta eficaz, induciendo la fabricación de anticuerpos y provocando una memoria inmunológica suficiente y duradera.
Si introducimos en nuestro cuerpo proteínas, ARN, partículas virales o virus inactivados del virus SARS-CoV-2, causante de la pandemia COVID-19, conseguiremos que nuestro organismo fabrique anticuerpos contra este virus, origine una inmunidad eficaz y duraderay nos ponga en condiciones de defendernos y de evitar su infección.
Tipos de vacunas
La fiebre investigadora que se originó al inicio de la pandemia COVID-19 ha ocasionado múltiples vías de experimentación y diferentes métodos para fabricar diferentes vacunas.
- Vacunas RNAm. Se trata de vacunas con material genético del virus que una vez copiado por nuestras células defensivas, es destruido, adquiriendo los linfocitos T memoria para combatir una próxima invasión.
- Vacunas de subunidades proteicas. Compuestas por fracciones proteicas del virus. El organismo reconoce las proteínas ajenas y los linfocitos T crean anticuerpos.
- Vacunas de vectores virales. Fabricadas con otros virus vivos debilitados que contienen material añadido del SARS-CoV-2, el cual estimula la producción y la acción de los linfocitos T y B para fabricar anticuerpos.
España tiene a través de la UE contratos con diferentes compañías farmacéuticas para abastecerse de las diferentes vacunas. Moderna, Cure Vac, Astra Zeneca Oxford, Sanofi GSK, Janssen Farmacéutica y Pfizer-BioNtech son, hasta la fecha, algunas de ellas.
Cómo se realizará la vacunación
Estas son las previsiones del Ministerio de Sanidad:
- Las vacunaciones se realizaran de forma ordenada en los 13.000 centros de salud de la red sanitaria y en principio, será gratuita y voluntaria.
- Existirán grupos prioritarios al inicio de la vacunación. Los médicos, los sanitarios y las residencias de mayores serán los primeros.
- Como todas las vacunas, tendrán efectos secundarios no deseados. Dolor y entumecimiento en la zona de la inyección, febrícula, destemplanza y otros.
- Todavía no sabemos cuál es la mejor y no se podrá elegir la marca de la vacuna. El uso de diversas marcas y sus efectos son los que realizarán la selección.
- Es muy probable que en la mayoría de las vacunas sean necesarias más de una dosis. Dos y hasta tres dosis.
- Su efecto terapéutico puede retrasarse de una a dos semanas, hasta adquirir un nivel inmunológico eficaz que nos defienda de la enfermedad.
- Lo más importante y trascendente, y ese es nuestro deseo, es que estas vacunas sean seguras, que tengan efectos secundarios mínimos, que no tengan complicaciones graves y que tengan un nivel de efectividad que nos proteja eficazmente de la enfermedad producida por el coronavirus.
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