El impacto psicológico de la situación actual, motivada por la crisis sanitaria de la covid-19, está siendo enorme. Quien más quien menos ha visto cómo su vida se trastocaba, por las recomendaciones sociosanitarias para intentar controlar la pandemia. Han aparecido, casi sin remedio, momentos de nerviosismo, irritabilidad o tensión, dolor de cabeza, alteración del sueño, sensación de ahogo sin esfuerzo físico, pérdida de apetito, entre otros. Es ahí cuando disciplinas como el yoga pueden echarnos una mano.
Con el fin de sobrellevar mejor estos efectos, Jordi Canela, maestro de yoga y cofundador de los centros YogaOne, propone incluir el yoga en nuestra rutina diaria, pues estamos ante una disciplina física y mental que trabaja de forma íntegra el cuerpo junto con las energías, las emociones, la mente y el espíritu y puede practicarse fácilmente desde casa.
¿Cómo podemos sacarle partido? Katia Muñoz Olmo, Wellthy Expert del hotel Royal Hideaway Sancti Petri, ha diseñado una tabla de cinco posturas para descansar cuerpo y mente de los vaivenes de esta nueva normalidad que nos ha tocado vivir en 2020. “El yoga es una práctica muy eficaz para regular los niveles de agitación. Es capaz de calmar la mente y aliviar las tensiones. Los ejercicios que propongo son sencillos: no buscan que hagamos un esfuerzo físico importante, sino un estiramiento que involucre al mismo tiempo atención e intención”, explica la experta en bienestar. “Se pueden llevar a cabo desde unas pocas respiraciones hasta varios minutos según las necesidades de cada persona”, añade.
Son asanas ideales para preparar el organismo antes de ir a dormir, para aportar tranquilidad y recuperar una buena postura tras una larga jornada laboral, o también para aminorar el ritmo después de una sesión de entrenamiento. Tienen la ventaja de que se pueden realizar en cualquier lugar y momento del día, pero no de cualquier forma, tal y como nos cuenta Katia Muñoz Olmo, que nos da las claves para llevar a cabo cada asana correctamente.
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Postura del cadáver (Savasana)
Tal y como nos cuenta la experta, estamos ante la postura con la que, normalmente, finaliza la práctica de yoga para relajar el cuerpo y la mente al máximo. Ten en cuenta que no consiste en estirarse sobre el suelo y dormitar, sino en tomar conciencia del momento presente llevando la atención a la disposición corporal y, sobre todo, a la respiración.
Cómo hacerla:
“Túmbate boca arriba con la cabeza centrada y la columna alineada. Los brazos han de estar ligeramente separados del cuerpo y las piernas abiertas. Las palmas de las manos miran hacia arriba con los dedos relajados. Cierra los ojos y céntrate en la respiración. Con cada exhalación libera la tensión y la rigidez muscular. Deja que el aire entre y salga sin esfuerzo”, cuenta la experta.
Rodillas al pecho (Apanasana)
Es otra de las posturas (o asanas) básicas del yoga. Al realizarla conseguimos estirar la columna vertebral, reducir la tensión muscular, masajear los órganos localizados a la altura del abdomen y, además, mejorar la digestión. Tal y como apunta la experta en bienestar de Royal Hideaway Sancti Petri, la intención es desenrollar la espina dorsal en su totalidad.
Cómo hacerla:
"Lleva las rodillas al pecho y abraza las piernas. Mantén la posición durante unas respiraciones, colocando el mentón hacia arriba, de tal forma que el cuello también descanse sobre el suelo. Para sentir todas las bondades del estiramiento, empuja las vértebras contra la superficie y balancéate suavemente hacia los lados", detalla la experta.
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Postura de torsión (Supta Parivartanasana)
Estamos ante una postura de torsión cuyo objetivo es girar la columna vertebral hacia ambos lados para fortalecerla y ganar flexibilidad, así como para equilibrar el sistema nervioso y masajear los órganos abdominales. Nos explica que resulta especialmente eficaz para mitigar los dolores de espalda, e incluso de cabeza, más habituales en estos momentos.
Cómo hacerla:
“Comienza abrazando la rodilla derecha contra el pecho. Acto seguido, coloca la mano izquierda en la parte externa del muslo derecho y guía la pierna hacia la izquierda. Estira el brazo derecho y gira el cuello en su misma dirección. Puedes mantener la mano izquierda sobre la pierna flexionada para lograr que todo su peso caiga y la torsión sea mayor”, precisa Katia.
Postura del zapatero (Supta Baddha Konasana)
También conocida como la postura de la diosa reclinada, es una opción ideal para descargar la zona baja de la espalda, abrir las caderas y activar la zona pélvica. Pero aún tiene más beneficios, pues mejora la circulación sanguínea, estimula el corazón y alivia problemas ciáticos, urinarios y menstruales e, incluso, facilita el parto.
Cómo hacerla:
“Para practicar Supta Baddha Konasana, junta las plantas de los pies y deja caer las rodillas hacia los lados. La idea es que ejerzan algo de fuerza para conseguir una óptima apertura de caderas. Hazlo lentamente para evitar dolores o lesiones. Con todo el torso apoyado sobre el mate, ya puedes aflojar el cuerpo y disfrutar de este instante de paz", nos dice.
Postura del niño (Balasana)
De nuevo estamos ante una postura que es la aliada perfecta para quienes buscan relajarse y estirar la espalda. Aunque se emplea habitualmente como posición de descanso durante las sesiones de yoga, lo cierto es que cualquier momento es bueno para ponerla en práctica. El motivo es que disminuye la sensación de fatiga y estrés acumulados, ayudando a bajar el ritmo casi de inmediato.
Cómo hacerla:
“De rodillas en el suelo, siéntate sobre los talones. Mientras exhalas, inclina la espalda hasta tocar el suelo con la frente. El coxis debe estar alargado y el cuerpo relajado. Estira los brazos hacia delante para extender aún más la espalda”, concluye la experta.
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