¿Quién no ha padecido en alguna ocasión un dolor en la zona renal? Estamos, sin duda, ante una de las consultas más frecuentes a nuestro médico. Y es que, quien más quien menos ha padecido alguna vez esta molestia, en ocasiones más aguda, en ocasiones más difusa y continua. Pero, ¿sabrías diferenciar cuando se trata de un dolor muscular de otro que tiene origen renal? Es, de hecho, algo muy común no saber distinguir qué es, exactemente, lo que nos duele. Solemos decir que nos duelen los riñones, pero las causas de esta molestia pueden ser diversas. Así nos lo detalla Rocío Luque Calvo, fisioterapeuta de Sanitas BluaU, que nos cuenta que siempre que se tengan dudas, se ha de acudir al médico para que sea quien valore cuál es el origen de nuestro problema. Pero, además, nos da una serie de pautas que pueden ayudarnos a diferenciar ambos dolores.
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Dolor muscular
Nos preguntamos cuáles son los síntomas diferenciales de cada uno de ellos, así como si son distintas las zonas a las que afectan y dónde percibimos el dolor. En primer lugar, la experta de Sanitas nos detalla que el dolor de espalda muscular es de origen mecánico, es decir, su comienzo está asociado a un movimiento, a un periodo de inmovilización, una mala postura, un golpe…
"Además, es un dolor que en función del movimiento que realicemos o la postura que adoptemos cambia, pudiendo aumentar o disminuir", nos explica.
Hay diferencia en cuanto a la zona afectada. "El dolor de espalda puede ser en la zona cervical, dorsal o lumbar.
En cambio, el dolor asociado a un problema renal puede aparecer en la zona lumbar y habitualmente lleva asociado dolor hacia el abdomen bajo, los genitales o hacia la ingle", nos cuenta.
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Dolor de origen renal
En cambio, la especialista nos detalla que un dolor ocasionado por un problema renal no tiene un origen mecánico. "No responde a cambios posturales ni a movimientos. Es un dolor que se produce de manera
intermitente, tipo cólico, estando en una misma posición puedes notar muchísimo dolor… o ninguno", nos explica. Y es que tal y como nos detalla, el dolor de un cólico nefrítico es un dolor de comienzo repentino, muy agudo. "Es un dolor profundo y es muy característico que el inicio sea nocturno, llegando a despertar al afectado. Además, está asociado a síntomas urogenitales, es decir, ocasiona escozor al orinar y ganas frecuentes de miccionar", nos cuenta. Además, debido a la intensidad del dolor podemos sentir nauseas, sudoración y vómitos. A veces, podrá ir acompañado de fiebre, lo que indicará una afección grave.
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Así se diagnostica
La clave está, por lo tanto, en intentar diferenciar los síntomas que van aparejados al dolor. Pero en cualquier caso, es el doctor quien debe confirmar de qué se trata. ¿Cómo se diagnostica un posible problema renal que cursa con dolor? "Tiene que diagnosticarlo un médico a través de un sedimento urinario, en el que se estudia si hay cálculos de calcio, oxalato o ácido úrico. También puede diagnosticarse a través de una ecografía en la que aparecerán dilatadas las vías urinarias", nos explica.
Cómo debes tratarlo
Le preguntamos a la especialista qué es recomendable para intentar disminuir ambos dolores, tan molestos. "Si es un simple dolor muscular podemos aliviarlo con estiramientos, masaje y calor seco, remitiendo en tal caso. Si es dolor producido por un cólico solo podremos utilizar calor seco para intentar aliviarlo, ya que no cede ante los estiramientos ni el reposo. Además, el médico podrá recetar analgésicos", nos detalla. Cuando hayamos padecido este dolor alrededor de un par de horas deberemos consultar al médico para diagnóstico y tratamiento. Si además cursa con fiebre, debemos acudir inmediatamente a urgencias.
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