El flato o el cansancio, a veces tan extremo que impide seguir con el ejercicio, son habituales en personas que no han entrenado nunca o que no han hecho ejercicio regularmente y que, de repente, empiezan a practicar una actividad física exigente como puede ser el ejercicio de alta intensidad o, incluso, cuando se empieza a correr sin prepararse. En general, como decimos, la causa más probable de estas molestas situaciones son la falta de costumbre y empezar demasiado 'fuerte'. Sin embargo, otras veces puede ser causa de algún problema de salud, como por ejemplo, el asma inducida por el ejercicio o un problema cardiovascular.
Para comprender por qué se produce el flato, como prevenirlo así como para saber si tenemos que consultar con un especialista sobre si nuestro cansancio al hacer ejercicio es normal o no, hablamos con el entrenador personal Jesús Hernández, de SPS de Sanitas. El experto también nos explica cómo aprender a respirar para evitar la fatiga y poder aumentar nuestro rendimiento en el entrenamiento y disfrutar de él. Y es que hacer ejercicio no solo es bueno para nuestra salud física. También es importante para nuestro bienestar. Y para que podamos seguir entrenando y no abandonar, debemos estar motivados. Eso lo conseguimos disfrutando del deporte. Vamos a ver cuál es la razón del flato y qué podemos hacer para que no nos impida ejercitarnos.
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¿Por qué se produce el flato?
No existe una explicación corroborada y confirmada sobre su origen, sólo teorías lógicas como la tensión de la musculatura diafragmática y abdominal, movilización de gases internos o falta de riego sanguíneo en algún punto por mayor demanda en los músculos que estamos usando durante la carrera.
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¿Se puede prevenir?
Hay diferentes maneras que pueden reducir el riesgo de sufrir flato:
- Evitar salir a correr después de comer o al poco tiempo.
- Evitar comidas muy copiosas o indigestas antes de salir a correr.
- Se recomienda empezar la actividad física poco a poco para que el cuerpo arranque de forma progresiva todos sus sistemas.
Y es que aunque no se conoce cláramente su origen se ha visto cierta relación con la comida y la bebida antes de su aparición, de modo que las estrategias conocidas van encaminadas a evitar comida y bebida en grandes cantidades o indigestas para prevenirlo.
Activar un riego progresivo gracias a un buen calentamiento es otra buena estrategia para prevenirlo, ya que de esta forma también descartamos la súbita falta de riego a alguna zona que lo necesite.
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¿Es normal que nos cansemos mucho haciendo ejercicio?
Sentir cansancio y fatiga forma parte del propio entrenamiento cuando éste es exigente, pero sentir opresión en el pecho o cualquier otro dolor relacionado es síntoma suficiente para detener la actividad, hay que consultar con el médico, y probablemente realizar una prueba de esfuerzo que determine que nuestro corazón puede responder adecuadamente a la intensidad más elevada.
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¿Qué es el asma inducida por el ejercicio?
Ante una actividad súbita y extenuante el cuerpo suele responder de forma rápida para aportar al cuerpo todo el oxígeno que necesita. Aumenta nuestra frecuencia ventilatoria para ello.
Sin embargo, algunas personas experimentan una reacción de estrechamiento de las vías respiratorias por diferentes causas, como el paso de aire frío o seco. Esto se conoce como "broncoconstricción inducida por ejercicio".
Falta de aliento, cansancio, fatiga temprana, opresión en el pecho o tos son algunos síntomas.
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Cómo hay que respirar para hacerlo bien
Correr es un tipo de ejercicio que suele requerir una mayor demanda de oxígeno, y con ello, una mayor frecuencia ventilatoria. Cuando esto ocurre, nuestro cuerpo no suele tener suficiente con el aire que entra por la nariz, de modo que es conveniente respirar por nariz y boca de forma simultánea para cubrir las demandas. Lo lógico es que el cuerpo de forma natural se adapte a la mayor intensidad haciendo natural este proceso.
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En conclusión, ¿qué hacer para entrenar 'a gusto'?
- Un calentamiento progresivo que permita al sistema cardiorrespiratorio adaptarse de forma progresiva al esfuerzo. De igual forma debemos volver a la calma poco a poco.
- Respirar por la nariz podría humedecer el aire y calentarlo para que no llegue a los pulmones con tan baja temperatura. Esto también podría ayudar.
- Seguir las recomendaciones médicas en caso de que exista un diagnóstico de "broncoconstricción inducida por el ejercicio". Se suele incluir el uso de algún inhalador.
Una recomendación importante sería evitar obligarse a respirar siempre por la nariz si el ejercicio es muy intenso y te pide usar también la boca. Si hacemos esto, no va a entrar suficiente oxígeno y el cuerpo puede reaccionar de forma brusca provocando el cierre de las vías por enfrentarse a una actividad muy extenuante. Es aconsejable buscar un equilibrio entre intentar respirar por la nariz y empezar a usar también la boca si el ejercicio lo demanda.
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