Si estás buscando un remedio o ritual de belleza natural para eliminar el estrés de tu piel, mejorar su apariciencia y, además, reforzarla para que se vea saludable, anota este: tu dieta. "La piel es el órgano más grande de nuestro organismo y nuestra principal barrera de defensa frente a infecciones. Por lo tanto, mantenerla sana y equilibrada, no sólo nos reportará una mejora estética, sino de salud. El exposoma es algo muy importante a tener en cuenta de manera que el entorno va a estar estrechamente relacionado con cómo se ve nuestra piel. Va a depender de si vivimos, por ejemplo, en un entorno urbano o rural, la contaminación ambiental, los factores climáticos y la temperatura, el estrés, la alimentación que seguimos, la actividad física etc. Además de esto, añadir la gran importancia del cuidado diario. Por lo tanto, irse a la cama maquillada, una limpieza incorrecta de la piel, no usar cosméticos indicados para tus características, la exposición solar sin protección, las dietas desequilibradas, el tabaco, el estrés...son algunos de los hábitos más nocivos para nuestra piel. Por lo tanto, debemos tener en cuenta que hay múltiples factores en nuestro día a día que podemos controlar para tener la piel lo mas sana y bonita posible", señalan Laura Bey y Soraya Galiano, expertas dermatólogas para Kneipp.
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El descanso también es importante
El sueño es un regulador del sistema inmune. Entre las 11 de la noche y las 4 de la madrugada, si estamos durmiendo, se eliminan las toxinas acumuladas durante el día, la regeneración de la dermis se intensifica, aumenta la circulación de la sangre y las cremas actúan mejor.
"La falta de sueño afecta a la luminosidad del rostro, en el sentido de presentar un aspecto apagado del mismo. Esto se debe a que, cuando dormimos poco o mal, nuestro cuerpo libera noradrenalina, una sustancia que reduce la circulación sanguínea y, en consecuencia, la oxigenación y el aporte de nutrientes a la piel", apunta la doctora Elena Soria, médico nutricionista de Clínica Menorca Es una causa de piel deshidratada y descuidada. Además, la falta de sueño aumenta el estrés, un trastorno que afecta negativamente al estado de la piel, causando o empeorando afecciones dermatológicas como el acné y la dermatitis atópica.
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Y si la dieta y el descanso no son suficientes...
Se puede recurrir a la nutricosmética. A veces, por falta de tiempo, dietas de adelgazamiento o épocas de estrés, la alimentación se queda corta, sobre todo para alimentar nuestra piel. También tenemos que tener en cuenta que muchos de los alimentos que consumimos son pobres en nutrientes debido a la sobreexplotación del suelo, largo tiempo en cámaras, etc. La nutricosmética son complementos alimenticios con propiedades nutricionales que ayudan a mejorar y mantener la salud de una persona. Se administran por vía oral. Hay que individualizar su ingesta pero en esta época del año a nivel general, son muy importantes la vitamina C, la vitamina E, y la Coenzima Q10 o ubiquinona, todos antioxidantes fundamentales.
Pero, como recuerda la doctora Elena Soria, "siempre debería tomarse bajo supervisión médica. Está desaconsejada en pacientes con patologías o enfermedades importantes porque requieren una dieta específica y quizá, durante mucho tiempo, siempre con supervisión médica (es el caso de personas inmunodeprimidas). También está desaconsejado en general en embarazadas, en periodo de lactancia y en niños pequeños porque requieren una prescripción con pauta específica", señala.
A continuación, toma nota de todos aquellos alimentos que eliminan el estrés de la piel de tu rostro y que además aumentan las defensas de tu cuerpo.
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Agua
No hay que descuidar la hidratación incluso en los meses más fríos, que parece que sudamos menos, puesto que también hay pérdida de agua.
La piel en su composición contiene más de un 70% de agua. De media, se recomienda beber a personas sanas adultas dos litros de agua al día, aunque esta ingesta depende del peso de la persona, su morfología, actividad física y las pérdidas que pueda sufrir. La ingesta excesiva de agua (hiperhidratación o intoxicación por agua) tiene como consecuencia problemas de salud graves debido a una mayor dilución de iones muy importantes en nuestro organismo, en concreto del sodio y potasio.
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Frutas y verduras
Otra recomendación que siempre nos hacen los expertos, pero que a veces olvidamos, es la necesidad de llenar nuestra cesta de la compra de productos frescos. "Siempre es recomendable una dieta rica en verduras y frutas por su contenido en fibra, minerales y vitaminas fundamentalmente. Algunas de ellas presentan un muy alto contenido en agua (el pepino en su composición presenta el 96% de agua)", añade la Dra. Elena Soria, médico nutricionista de Clínica Menorca.
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Pescado azul
Por supuesto, el pescado azul es otro alimento imprescindible para tu salud y para eliminar el estrés de tu piel. Aunque por sí solo no puede hacer milagros, al incorporarlo en una dieta sana y variada sí puede mejorar el aspecto de la epidermis. "Son fuente de proteína de alto valor biológico y ácidos grasos omega 3", apunta la doctora Elena Soria.
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No te olvides del zinc
Los alimentos que te hemos mencionado, aportan todas las vitaminas que tu organismo necesita para reforzar las defensas de todo el cuerpo y de la piel que son la vitamina A, todo el grupo de vitaminas B, la vitamina C que favorece la síntesis del colágeno, la D y la E. Pero nos dejamos un mineral esencial, el zinc, imprescindible en esta época de infecciones respiratorias como la gripe, los resfriados y, por supuesto, la COVID-19. Se encuentra en las ostras, el hígado, las almejas, carnes rojas, avellanas y almendras, pollo y pavo, queso y copos de avena, principalmente.
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Fruta
En cuanto a esta, la doctora Elena Soria nos señala que no debemos excederse en su consumo. Bastan dos o tres raciones (piezas de tamaño moderado: 120 g) asociadas a proteína (melón con jamón; manzana con nuez, etc.) para que obtengamos todos los beneficios que nos aportan estos alimentos.
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Legumbres
Cuando pensamos en alimentos que puedan cuidar nuestra piel, quizá no reparamos en las legumbres, puesto que las asociamos a otros beneficios. Sin embargo, comer este tipo de carbohidratos de absorción lenta, asociados a un cereal, nos proporciona los aminoácidos esenciales que requiere nuestra dieta. Por lo tanto, las legumbres son proteinas vegetales que no debemos apartar de nuestra alimentación.
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Aguacate
Contiene vitaminas K, C, B5, B6 y E, potasio y ácido fólico. Además, contiene ácido linoleico y linoleico los cuales ayudan a que la piel tenga una apariencia sana y con un tono uniforme, nos indican las dermatólogas Laura Bey y Soraya Galiano, expertas dermatólogas para Kneipp.
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Arándanos
Contienen antioxidantes que combaten la presencia de los radicales libres en la piel, que pueden que pueden causar daño severo en esta zona del cuerpo. Los fotoquímicos y antioxidantes presentes en el arándano hacen que la piel se vea más suave y joven.
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Semillas de chía
Son ricas en omega-3. Aportan aminoácidos lo que las hace ideales frente a problemas de piel como las arrugas o la sequedad. Es mejor molerlas para aprovechar bien estos nutrientes, señalan las dermatólogas expertas para Kneipp.
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Nueces
Proporcionan los nutrientes indispensables para mantener una piel luminosa y tersa, siendo las nueces el fruto seco más recomendable a la hora de cuidar nuestra piel y nuestra salud, contienen vitamina E, ácido fólico, magnesio, calcio, vitaminas del grupo B, melatonina y ácidos grasos Omega-3.
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No descuides el ejercicio
Llevar rutinas saludables en nuestra vida. Lejos queda pensar que la piel actúa de manera independiente con respeto al resto del organismo. "Practicar deporte, llevar una alimentación equilibrada atender nuestras emociones es crucial para que luzca sana. Y si, además utilizas una cosmética con ingredientes naturales y tratamientos específicos para tu tipo de piel, te lo agradecerá con un aspecto saludable y estético", señalan las dermatólogas Laura Bey y Soraya Galiano.
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No existe un remedio mágico, sino un cuidado completo
Para terminar Laura Bey y Soraya Galiano concluyen recordando que la piel no es independiente del resto del organismo. Una piel estresada es un fiel reflejo de nuestro interior. Del ritmo frenético al que nos movemos, exigencias, falta de nutrientes, ejercicio y una mala higiene del sueño. Ojalá pudiera daros un truco mágico para combatir esto, pero la realidad es que lo que nos queda es identificar la causa que nos está llevando a ese desequilibrio para atajarlo a la par que aportamos cosmética adaptada a las necesidades que presente esa piel estresada. Cada piel es única, por lo que el estrés a cada uno lo llevará los diferentes estados. Los más comunes suelen ser, brotes de acné, deshidratación, enrojecimiento y picor. "nuestra recomendación es ir a un buen especialista que sepa identificar qué es lo que necesita tu piel en cada momento, estación, estado de ánimo", afirman las expertas.
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