Las personas que hacen deporte de forma habitual o quienes se están planteando iniciarse en una disciplina deportiva han de prestar especial atención a su salud, sobre todo para prevenir posibles problemas cardiovasculares. Y es que un hábito a priori saludable, como es la práctica de ejercicio físico, puede tener riesgos que son, eso sí, evitables. Por este motivo, no está de más realizarse un chequeo prederportivo antes de lanzarse a correr, por ejemplo.
Al margen de un electrocardiograma, el equipo médico de Melio, plataforma online de análisis de sangre, aconseja, por ejemplo, revisar una serie de marcadores y factores a tener en cuenta antes de comenzar a realizar deporte, partiendo de la base de que la primera causa de muerte en España son las enfermedades cardiovasculares, por lo que una analítica previa puede prevenir que esto ocurra cuando una persona se somete a un esfuerzo extra bien sea por un entrenamiento físico o su participación en una competición.
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Elegir el ejercicio que más nos conviene
Una vez analizados estos marcadores que mencionamos a continuación, ya estamos preparados para decidir qué tipo de ejercicio nos favorece más según nuestras necesidades. Los expertos de Melio nos cuentan, por ejemplo, que si el objetivo es ganar masa muscular, la actividad aeróbica sería en este caso contraproducente, por lo que habría que centrarse en ejercicios de musculación y fuerza vigilando los marcadores relacionados con el daño muscular e inflamación. La sobrecarga progresiva (ir aumentando el peso) es necesaria para conseguir buenos resultados. Por el contrario, si el deportista va a enfrentarse a una maratón o carrera de larga distancia prestará mayor interés a su perfil cardiovascular como por ejemplo, los marcadores que miden la reserva de hierro y se centrará en ejercicios aeróbicos.
Por eso, la clave está en hacer una práctica de ejercicio físico responsable con una valoración previa del estado de salud. Y, como decíamos, realizar una analítica antes de empezar una nueva rutina de entrenamiento ayuda a descartar problemas cardiovasculares y otras patologías.
Biomarcadores de salud metabólica
En una analítica podemos encontrar información relevante sobre los valores de:
-Cortisol
Así, antes de comenzar a hacer deporte hay que descartar enfermedades tiroideas, biomarcadores de estrés y fatiga crónica. Los expertos de Melio nos cuentan que los conflictos emocionales pueden aumentar los niveles de cortisol, la principal hormona del estrés, el cual antagoniza la acción de la insulina y hace que las personas sean más susceptibles a las infecciones por depresión del sistema inmune. El cortisol sanguíneo varía según el momento del día: de 6:00 a 8:00 AM: 10 a 20 mcg/dL y alrededor de las 16:00 PM: 3 a 10 mcg/dL
-Testosterona
Es una hormona esteroidea encargada de promover la masa muscular, la fuerza y la pérdida del tejido adiposo. Una elevación crónica de cortisol inhibe la síntesis de testosterona. Los rangos normales de testosterona total se sitúan entre 300-1000 ng/dl en hombres y 15-70 ng/dl en mujeres.
-Creatina quinasa (CK)
En este caso, nos cuentan que estamos ante un marcador de daño muscular que refleja sobreentrenamiento y agotamiento muscular. Así, las concentraciones sanguíneas aumentan con la intensidad del deporte y tras un tiempo de entrenamiento no se liberan desde la célula muscular en tan grandes cantidades, por lo que las personas que hacen ejercicio de manera habitual experimentan una menor elevación que quienes lo hacen de manera puntual. Los rangos en reposo tras recuperarse de una rutina de ejercicio son: 200 UI para una fase de adaptación al entrenamiento; 200-250 UI si se está produciendo sobrecarga muscular y más de 300 UI si se está produciendo daño muscular y sobreentrenamiento
-Marcadores de inflamación (PCR)
Los expertos nos cuentan que la Proteína C Reactiva aumenta en sangre en los procesos en los que se produce activación de los mecanismos inflamatorios como ante una infección, cirugía o enfermedad inflamatoria. El ejercicio físico regular disminuye su concentración en sangre, ya que tiene un efecto antiinflamatorio. Los niveles normales de PCR son inferiores a 10 mg/L.
Lee también: Cómo evitar la producción de cortisol y adrenalina, las hormonas del estrés
Biomarcadores que regulan y son regulados por la actividad física
-Perfil metabólico y de macronutrientes: glucosa
Partimos de que la glucosa es la principal fuente de energía de las células musculares. Un metabolismo de carbohidratos óptimo garantiza que se pueda realizar la actividad física y pasar de las reservas de glucógeno muscular a la quema de grasas de manera eficiente, el objetivo de muchas personas que quieren perder peso. Por eso, hay que tener en cuenta que se consideran niveles óptimos de glucosa si son inferiores a 100 mg/dl. Además, los ácidos grasos son una buena fuente de energía durante el ejercicio, ya que ayuda a disminuir los niveles de colesterol y triglicéridos mejorando la salud cardiovascular.
-Balance proteico
Los expertos de Melio recomiendan una ingesta diaria de 1,3 g a 2 g de proteínas por cada kilogramo de peso corporal, por ejemplo: 160g para un hombre de 80 kg o 120 g para una mujer de 60 kg. Un déficit en la ingesta de proteínas disminuye la concentración de la albúmina en sangre, que es la principal proteína circulante y que está implicada en innumerables procesos del organismo.
Vitaminas y micronutrientes
Dentro de estos biomarcadores que regulan y son regulados por la actividad física, y que podemos obtener en una analítica, también se encuentran las vitaminas. Así, la vitamina D juega un papel importante en la función muscular y en la formación del nuevo músculo. Por este motivo, los deportistas deberían llegar a alcanzar niveles iguales o superiores a 50 ng/ml. Para mantener unos niveles adecuados se aconseja la exposición responsable al sol y tomar alimentos ricos en esta vitamina como los pescados azules (caballa, atún o sardinas), huevos, setas y mariscos.
Mientras, las vitaminas del grupo B son esenciales para el rendimiento físico, ya que regulan el metabolismo energético y la degradación de carbohidratos (dentro del grupo, la vitamina B12 es una de las más relevantes para mantener la masa muscular). Por último, la vitamina E es un antioxidante celular y su deficiencia puede producir degeneración muscular.
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Hemoglobina
Y por último, hay que vigilar los datos de la hemoglobina, una proteína presente en los glóbulos rojos que tiene la función de transportar el oxígeno en sangre hasta los tejidos (como por ejemplo el tejido muscular). Para la formación de la hemoglobina, es imprescindible que los niveles de hierro sean adecuados, y su disminución en sangre refleja en muchas ocasiones un déficit de hierro. La hemoglobina no debería ser inferior a 12 g/dL en mujeres y 13g/dL en hombres.