Tal vez te has encontrado en alguna ocasión con que al palpar la zona de tu cuello, notas un pequeño bultito, un ganglio inflamado. ¿Tienes que preocuparte? ¿Cuáles son los motivos que hacen que se inflamen los ganglios linfáticos? Los expertos apuntan a que puede haber detrás causas diversas, pero, en general, el doctor Mario German Alzate, médico general y miembro de Doctoralia, nos explica que la inflamación de los ganglios linfáticos puede ocurrir como resultado de una infección por bacterias o virus (como sucede, por ejemplo, en el caso de la llamada enfermedad del beso o mononucleosis), por la presencia de enfermedades inmunitarias y en raras ocasiones, los ganglios linfáticos inflamados también son causados por el cáncer.
Por eso, es importante determinar la causa para poner remedio. Los ganglios son una Se inflaman porque cuando el organismo detecta algo que no reconoce, como puede ser una infección, moviliza los glóbulos blancos o linfocitos hacia la zona concreta, y se acumulan en las glándulas linfáticas cercana a ese área. La inflamación suele significar que nuestro organismo está trabajando para resolver el problema.
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¿En qué zonas es más común notarlos?
Como decíamos, es probable que notes esa inflamación simplemente palpando con tus dedos en la zona. ¿Cuáles son las áreas comunes en donde se pueden palpar los ganglios linfáticos (con los dedos)? “Las áreas más comunes en las que podemos palpar la inflamación de los ganglios linfáticos son en el cuello, por debajo de la barbilla, en las axilas y en la ingle”, nos explica el doctor, que apunta que, además, en las mujeres hay que estar también atentas si advertimos la presencia de ganglios inflamados en el área de las mamas.
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¿Debemos acudir al médico?
Sin duda, hay personas que se plantean si debemos preocuparnos en el caso de que notemos un ganglio inflamado. El doctor llama a la calma. “En la mayoría de los casos, la inflamación de los ganglios linfáticos no reviste un problema grave. Por lo general, la hinchazón de los ganglios linfáticos desaparece después de que se resuelve la enfermedad causante. Después de unas semanas, los ganglios linfáticos recuperan gradualmente su tamaño normal”, nos explica el experto de Doctoralia.
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La importancia de un diagnóstico certero
Por eso, es fundamental consultar con el médico en el caso de que apreciemos un bultito inflamado en algunas de las zonas que hemos mencionado antes. “Debemos consultar con nuestro médico para que determine mediante los antecedentes, el interrogatorio y el examen físico la causa o enfermedad que origina estos síntomas”, nos explica. Después, dependiendo del diagnóstico que realice nuestro doctor, se manejan los síntomas asociados con la enfermedad y lo más importante determinar si es una situación benigna o no y si requiere alguna prueba complementaria. Normalmente se realiza un análisis de sangre, con un hemograma detallado, donde podemos ver si hay un recuento de leucocitos alterado o si existe evidencia de enfermedades causadas por virus o bacterias. Se puede necesitar también una ecografía de la zona o incluso una biopsia del ganglio en el caso de que el médico así lo considere.