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Preguntas con respuesta sobre la rosácea, una afección crónica de la piel

Cursa con brotes y afecta en mayor medida a las mujeres


Actualizado 14 de febrero de 2022 - 13:09 CET
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Los cambios de temperatura, tan habituales en los meses de otoño, no son buenos aliados de algunos problemas de la piel como puede ser la rosácea, una enfermedad dermatológica inflamatoria crónica. "Se caracteriza porque cursa con brotes que se alternan con periodos de remisión. Afecta al rostro, principalmente a la zona central: frente, mejillas, mentón y nariz. Los síntomas principales son enrojecimiento (a menudo de aparición súbita), tirantez, quemazón, granos inflamados y la presencia de arañas vasculares (telangiectasias)", nos cuenta el doctor Miguel Sánchez Viera, director del Instituto de Dermatología Integral. 

Tiene una prevalencia considerable, pues el doctor nos cuenta que se estima que afecta hasta a un 5,5% de la población, es decir, que en España hay más de 2,5 millones de personas que la padecen. El problema es la falta de diagnóstico. "Solo el 1% de los afectados la tiene diagnosticada y, por tanto, tratada. Se sabe que afecta tres veces más a las mujeres que a los varones, pero al no saber la causa exacta de su aparición hace difícil conocer el porqué ocurre esto. Puede deberse a una predisposición genética, a un sistema inmunológico más débil, a una sobreexposición solar (algo que es más frecuente entre las mujeres), a problemas de regulación neurovascular y al uso de algunos fármacos hormonales", nos explica el doctor Sánchez Viera.

 

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¿Hay personas que tienen más riesgo de padecerla?

"Sí, sobre todo si se es mujer. Las personas con la tez blanca también son más propensas a desarrollar rosácea, así como las personas en las que hay antecedentes de la enfermedad. Otro factor que puede tener que ver con la aparición de la rosácea es el sobrecrecimiento en la piel del ácaro demodex folliculorum”, nos explica el médico. Tiene además un componente genético. "Se estima que hasta un 40% de las personas afectadas por la rosácea tienen antecedentes familiares de la enfermedad". nos cuenta.

¿Cuáles son sus causas? Según el doctor, no se conocen las causas exactas de su origen, pero se sabe, como decíamos, que pueden estar involucrados diferentes aspectos como son el ser mujer, tener un fototipo de piel claro (la rosácea se ha denominado como “la maldición de los celtas”), los antecedentes familiares, la presencia del ácaro antes mencionado, los problemas neurovasculares (provocan una vasodilatación y la aparición de vasos superficiales anómalos, como las telangiectasias), el consumo de fármacos hormonales y corticoides, un funcionamiento inadecuado del sistema inmune (causante de la inflamación crónica) y exposición en exceso a los rayos ultravioleta, causantes de diferentes enfermedades de la piel.

 

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¿Dónde y cómo se manifiesta?

Se manifiesta principalmente en el rostro, concretamente en la zona central, afectando a nariz, frente, mejillas y mentón. Existen 4 tipos de rosácea, caracterizados por unos síntomas específicos:

- Eritematotelangiectasica: los síntomas principales son arañas vasculares (telangiectasias), cuperosis y eritema difuso. También es frecuente que aparezcan episodios de enrojecimiento súbito incontrolado (flushing) en momentos de estrés, calor, cambios de temperatura, etc.
- Papulopustulosa: el principal problema es la inflamación. El paciente afectado tiene pápulas y pústulas (granos con pus) de una duración determinada, además de tener eritema, ardor y escozor.
- Fimatosa: es el tipo más grave y es más característico en los hombres. La piel es más gruesa llegando a la aparición de deformidades, especialmente, en la nariz.
- Ocular: es una irritación y quemazón en los ojos, acompañada de sensación arenosa o de cuerpo extraño y de capilares dilatados en el globo ocular.

 

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¿Se puede prevenir?

Una de las preguntas que se hacen muchos afectados es si se puede prevenir este problema dermatológico, ¿qué les diría el doctor Sánchez Viera? "Al no conocer la causa exacta es una enfermedad que no se puede prevenir, sin embargo se pueden llevar a cabo una serie de acciones que son las que desencadenan los brotes,
especialmente, si una persona sabe que hay un caso de rosácea en su familia. Aunque se debe tener en cuenta que no garantizan que la rosácea aparezca igualmente", apunta, y las resume en las siguientes:

-Reducir el estrés y ansiedad: ayudará además a que aparezcan o se agraven otras enfermedades, tanto dermatológicas como de otras especialidades
- Evitar la exposición al viento: lo que se sabe es que minimizará que el rostro esté más seco y tirante.
- Evitar los cambios bruscos de temperatura.
- Limitar el consumo de ciertos alimentos irritativos (como, por ejemplo, los picantes), lo que también beneficiará a enfermedades digestivas.
- Ojo con el consumo de alcohol: es perjudicial para múltiples enfermedades y es un factor de riesgo para el desarrollo de determinados tipos de cánceres
- ¿Y los fármacos? Es un punto que solo se puede llevar a cabo en caso de automedicación. Si existe una patología diagnosticada que requiere su uso es una medida que no se podrá realizar.

 

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¿Cómo podemos tratarla?

Y la pregunta del millón es, no hay duda, si tiene solución. Una vez que se diagnostica, ¿cuáles son los pasos a seguir? "Al ser una enfermedad crónica, no se puede curar, pero se pueden minimizar los síntomas que aparecen durante los brotes y conseguir que éstos se vean más espaciados en el tiempo. Si la sintomatología es leve se pueden emplear cremas para la rosácea con fármacos que disminuyen inflamación, vasodilatación y que tengan una acción bactericida y acaricida, además de antibióticos tópicos y emolientes, que mejoran la tirantez y deshidratación de las zonas afectadas. Cuando los síntomas son más graves, está indicado el uso de antibióticos y retinoides orales", nos cuenta el doctor, que añade que también existe la posibilidad de recurrir a láseres médicos.

 

"Los actuales consiguen controlar, detener la evolución de la rosácea en casos leves y conseguir una acción preventiva. Es el caso del láser colorante pulsado, KTP, Nd:Yag y la luz pulsada intensa. Si se tiene rosácea fimatosa con agrandamiento de la nariz o deformidades, son mejores los láseres de CO2 y Erbium:YAG fraccionados o convencionales, al conseguir mejorías estéticas considerables", nos explica.

 

"La terapia por fluorescencia es el tratamiento más novedoso para la rosácea. Se basa en la fluorescencia que emite un gel transmisor, que no es absorbido por la piel, que al ser expuesto a una fuente de luz azul emite un complejo espectro de longitudes de onda con efecto antiinflamatorio, vascularizante y de renovación celular. El resultado es una disminución del eritema, arañas vasculares y pápulas y pústulas y una mejora en la calidad de la piel, que presenta menos tirantez y ardor", nos dice. 

 

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