Con la edad, el cuerpo cambia. A medida que vamos creciendo, nuestras células, tejidos y órganos van aumentando de tamaño. Algo que, generalmente, es bueno ya que nos hace más fuertes y resistentes, pero en el caso de las células, cuanto más grandes se van haciendo con la edad, son menos capaces de dividirse y multiplicarse, lo que provoca que pierdan su capacidad de funcionar o, incluso, lo hagan pero de manera anormal.
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No obstante, con el tiempo, el envejecimiento es uno de los principales factores que hace que los tejidos pierdan masa y se vuelvan más rígidos llegando incluso a atrofiarse. Los huesos también se ven afectados ya que pierden parte de su densidad y se vuelven más frágiles. Es este desgaste orgánico el principal motivo que hace que seamos más propensos a sufrir enfermedades o dolencias a medida que vamos cumpliendo años.
El cervical, el muscular y el de espalda encabezan el 'ranking'
Normalmente, los primeros signos de envejecimiento afectan al sistema musculoesquelético, al igual que la mayoría de las funciones internas también disminuyen con la edad. Sin embargo, la mayor parte de las funciones corporales alcanzan su valor más alto antes de los 30 años, y a partir de ahí, comienza un descenso gradual. Es por eso que, según un estudio realizado por ThermaCare, marca especializada en parches térmicos, a partir de los 18 años empezamos a sufrir dolores de manera más continuada que en la infancia, pero de forma mucho más ocasional que después de los 35 años.
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Sin embargo, es a partir de los 25 que el dolor de espalda, el cervical y el muscular se convierten en los dolores más comunes y empiezan a estar cada vez más presentes en nuestro día a día, incrementándose progresivamente con el paso de los años. No obstante, es a partir de los 45 años cuando este dolor comienza a sufrirse de manera crónica, sobre todo en mujeres, ya sea por estar sometidas a mayor estrés psicológico, realizar menor actividad física o un peor estado funcional que los hombres.
Cabe destacar que existen otras causas que provocan este tipo de dolencias que no están relacionadas con la edad. Según los especialistas, los hombres son los que presentan dolores de forma más ocasional, especialmente relacionados con la espalda y las cervicales, que puede estar relacionado con el trabajo o las malas posturas que tomamos, sobre todo ahora con el teletrabajo. Pero también están los que tienen que ver con las articulaciones o traumatológicos en general, dolores que pueden aparecer por la práctica deportiva, como puede ser un dolor de rodilla, espalda o cadera.
-¿Cómo puedes evitar que tus músculos sufran durante la cuarentena?
¿Cómo tratamos esos dolores?
Es verdad que existen multitud de tratamientos para evitar este tipo de dolores, como pueden ser las cremas, geles y espumas, así como también parches de calor como tratamientos de alivio cuando el dolor es más intenso. Sin embargo, la forma más común y a la que solemos recurrir en primera instancia debido a la creencia de que resultará más eficaz, es la medicación. Tal es así que el 85% de las personas que sufren dolor, antes de acudir a los tratamientos anteriores, prefieren tomar medicamentos, tanto de prescripción como sin receta.
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