Seguro que, en algún momento, habrás echado mano de los remedios caseros, plantas, generalmente, en infusión que te han ayudado a aliviar un dolor de estómago, una indigestión o, incluso, te han relajado cuando has estado más nerviosa. Lo que quizá no sepas es que muchos de los medicamentos que tomas en la actualidad provienen de remedios herbales que se utilizaron en la antigüedad. Y es que como recuerda Reme Navarro, farmacéutica y confundadora de Mifarma, "el origen de los medicamentos es la naturaleza. Y no podemos olvidar que todos los fármacos cuentan con algún producto natural como principal componente, ya sea de origen vegetal o animal". De ahí que, a lo largo de la historia, muchos remedios caseros han servido de base para el desarrollo de diversos medicamentos.
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El origen de los medicamentos
Como nos explica Paula Mateos Sánchez, farmacéutica del área de Información del Medicamento del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos "los remedios curativos son tan antiguos como la propia humanidad. Hasta finales del siglo XIX todos los medicamentos procedían de la naturaleza, pero con el desarrollo posterior de la química orgánica, se fueron separando de las drogas conocidas hasta entonces las sustancias químicas contenidas en ellas y que eran las responsables de su acción, naciendo así el concepto de principio activo. Una vez conocida su estructura química, se trató de imitarla mediante síntesis, lo que supone también la obtención de productos relacionados. De este modo se generaba la moderna Farmacología".
Así pues, una de las primeras fuentes de las que se extrajeron los fármacos eran los productos naturales, cuyo estudio surgió generalmente a raíz de alguna observación de la medicina popular, sobre todo de las plantas denominadas medicinales. "Otra de las formas de crear medicamentos es la semisíntesis, esto es, la modificación química con diversos fines de las moléculas obtenidas de las plantas medicinales. También se pueden desarrollar medicamentos a partir de los conocimientos fisiopatológicos: si la patología se debe a una deficiente producción de un factor, bastará con administrárselo de forma adecuada para conseguir la normalidad (por ejemplo, la insulina en el caso de la diabetes, o el factor de coagulación VIII en el caso de la hemofilia A)", continúa Paula Mateos.
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Que sean naturales no significa que sea inócuos
Pese a que, como te comentan las especialistas de Mifarma y del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos la mayoría de los medicamentos tienen un origen natural, para que los remedios caseros o naturales se conviertan en fármacos se deben pasar controles muy exhaustivos que pueden durar años. Por ello, que sea natural no significa que sea inócuo y antes de tomar un preparado a base de plantas, es conveniente que te informes bien antes.
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¿Qué fármacos hay hoy que antes fueron remedios?
Como se menciona anteriormente, los remedios curativos son tan antiguos como la propia humanidad y una de las primeras fuentes de las que se extrajeron los fármacos eran los productos naturales, cuyo estudio surgió generalmente a raíz de alguna observación de la medicina popular. Hay numerosos ejemplos de fármacos que se han desarrollado a partir de sus usos tradicionales.
Un ejemplo es el alcanfor, que comenzó siendo un remedio para convertirse en el ingrediente activo de cremas para las fricciones corporales. Del mismo modo, la efedra se utiliza en medicamentos para tratar las enfermedades respiratorias.
Y hay muchos más. Paula Mateos Sánchez, del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos y Reme Navarro, de MiFarma, te hablan de algunos de ellos.
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Quinina
La corteza de la quina se utilizaba, de forma tradicional, para el tratamiento de la malaria y de esta corteza, en el siglo XIX, se aisló la quinina. A partir de ésta, surgió la quinidina, fármaco que se utiliza como antiarrítmico.
También es el caso de los fármacos surgidos de un hongo, el cornezuelo del centeno, del que se tienen datos desde la Edad Media. Se descubrió que en el centeno crecía un parásito, el claviceps purpurea, que producía una vasoconstricción extrema que generaba gangrena. De este hongo surgieron alcaloides que actualmente se siguen utilizando como la ergotamina para el tratamiento de los ataques agudos de las migrañas.
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Corteza de sauce
La corteza del sauce blanco era considerada como la aspirina del pasado. Esta se masticaba para aliviar la inflamación y bajar la fiebre. Al observar que sus resultados eran efectivos, se aisló el ácido salicílico que se encontraba en la corteza para convertirlo en la base para la aspirina.
Desde la antigüedad, está documentado el uso del extracto de la corteza del sauce blanco (Salix alba), cuyo principio activo es el ácido acetilsalicílico, para aliviar el dolor. Durante el siglo XIX, se sintetizó el ácido salicílico, pero el compuesto presentaba algunos inconvenientes, como el excesivo sabor amargo y la irritación que provocaba al estómago. Años más tarde, en 1897, el químico Felix Hoffmann, consiguió sintetizar ácido acetilsalicílico puro, sustancia que después se conocería con el nombre de aspirina.
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Adormidera o amapola
La adormidera, o amapola real o borracha, es ampliamente conocida porque sus frutos en cápsula y su savia seca —látex pegajoso y blanquecino— tienen un alto contenido en alcaloides, que han sido ampliamente usadas para la fabricación de opio y derivados como la heroína de manera ilegal. Ha sido cultivada por el hombre en distintas partes del mundo desde hace al menos 4.000 años.
Actualmente, se utiliza en industria farmacéutica como fuente de esos alcaloides, entre los que destacan la morfina y la codeína, opioides extensamente usados como anestésicos en terapéutica.
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Belladona
Desde la antigüedad, la belladona ha sido utilizada con diferentes fines: por sus propiedades tóxicas como veneno oral o para aplicarla en las puntas de las flechas; con fines cosméticos (las mujeres se aplicaban el jugo de las bayas de belladona para dilatar sus pupilas y pasaban las hoja por sus mejillas para así irritar la piel y que estuvieran más sonrojadas); y, con fines médicos como antiséptico antes de la cirugía.
De la Atropa belladona y otras plantas de la familia Solanaceae se extrae la atropina que es un alcaloide con actividad anticolinérgica. Se encuentra en colirios que se emplean en exploraciones y procedimientos oftalmológicos (dilata la pupila y paraliza el músculo ciliar).
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¿Qué otras plantas fueron remedios?
Los medicamentos tradicionales a base de plantas (MTP) son aquellos medicamentos que contenga exclusivamente como principios activos, sustancias vegetales, preparados vegetales o combinaciones de estos y cumplan las condiciones establecidas en el artículo 51 del Real Decreto 1345/2007.
A continuación, te citamos algunos.
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Echinacea
Para el tratamiento de apoyo en el resfriado común), la valeriana (para el estrés mental o para conciliar el sueño.
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Hinojo
Para el tratamiento de molestias gastrointestinales espasmódicas leves como flatulencia e hinchazón y como expectorante en el tratamiento de la tos asociada al resfriado común.
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Levadura roja
Ha servido para la composición de suplementos y medicamentos para prevenir el colesterol, por ejemplo ya que cuenta con sustancias similares a las moléculas monacolinas que inhiben la producción del mismo.
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Raíz de ortiga
Para el alivio de síntomas como dificultad en la micción y molestias del tracto urinario en pacientes a los que se les ha informado de que padecen hipertrofia benigna de próstata
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Omega 3
Uno de los principales efectos demostrados del Omega 3 es que evita la subida de los triglicéridos. Este hecho comenzó a estudiarse directamente a partir de los aceites de pescados ricos en Omega 3, los cuales, gracias a su contenido en ácidos grasos poliinsaturados, terminaron convirtiéndose en la base de muchos medicamentos y complementos alimenticios.
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Dardalera
Es una planta que se utilizaba para tratar edemas. Con el paso de los años se consideró beneficiosa para el tratamiento de la insuficiencia cardiaca congestiva y sus derivados se han transformado en fármacos para su tratamiento.
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Vid roja
Para el tratamiento de síntomas como malestar y pesadez de piernas, picor y ardor asociado a hemorroides, y síntomas asociados a fragilidad de los capilares cutáneos.
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