Lo que comemos influye en prácticamente todos los aspectos relacionados con nuestra salud. Y es que los alimentos que elegimos se convierten en ocasiones en nuestra mejor medicina. Algo que pueden comprobar también las mujeres que padecen endometriosis. Lo primero es tener claro en qué consiste esta dolencia crónica que afecta del 6 al 10% de las mujeres en edad reproductiva. No es, por lo tanto, un problema menor, y se define como la implantación y crecimiento benigno de tejido endometrial fuera del útero, siendo las localizaciones más frecuentes afectadas por la endometriosis el peritoneo pélvico y los ovarios, si bien, ocasionalmente pueden encontrarse lesiones en otras muchas partes como el intestino, vejiga, estómago, pulmón, etc. Tal y como nos explica la nutricionista Sara López, del Colegio Profesional de Dietistas-Nutricionistas de la Comunidad de Madrid, en la actualidad la causa se desconoce, aunque se ha observado una cierta predisposición genética.
Hay que tener en cuenta que los síntomas más comunes de esta enfermedad son la dismenorrea (dolor con la menstruación), dispareunia (dolor con las relaciones sexuales), infertilidad (afectando a entre el 30-40% de las mujeres) y dolor pélvico crónico. Y aunque no existe un tratamiento como tal para la endometriosis, el ginecólogo evaluará el tipo de medicación para controlar esta enfermedad o cirugía en el caso de que fuera necesario.
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Alimentos desaconsejados
Como nos explica Sara López, no es extraño encontrarse también con síntomas relacionados con nuestro aparato digestivo. "Es común, tal y como observo en consulta, que estas pacientes tengan con mucha frecuencia síntomas digestivos, ya que suele haber una tendencia al hiperestrogenismo y a la inflamación. El exceso de estrógenos puede provocar aumento de histamina y, por ello, especialmente los días antes de la regla la mujer puede sufrir más migraña (y otros síntomas) y debería, por tanto, reducir la histamina de la dieta (quesos curados, pescado azul, tomate…), siempre adaptado a cada caso", nos cuenta la experta.
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Gluten, ¿sí o no?
Además, la experta añade que en relación a otros componentes de la dieta, están estudiándose los efectos del gluten en las personas que padecen endometriosis. se ha comprobado que seguir una dieta sin gluten reduciría el dolor (pélvico) de las mujeres con esta enfermedad crónica, y que, además, las ayuda a sentir más vitalidad. ¿Entonces qué cereales sería conveniente comer en su caso? "Son libres de gluten por ejemplo el arroz, maíz, trigo sarraceno, mijo, amaranto, teff, quinoa y avena (pero tienes que comprarla certificada sin gluten)", nos explica.
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Grasas de buena calidad
Sumado a esto, la nutricionista recomienda seguir una dieta pobre en alimentos con alto índice glucémico como dulces, galletas, azúcar, zumos, refrescos… y elegir fuentes de grasa de buena calidad para controlar la cascada de prostaglandinas (que son responsables de la inflamación) como aceite de oliva, aguacate, semillas… Además, el alcohol no se recomendaría en ningún grupo de población, pero en esta enfermedad en concreto menos aún por el hiperestrogenismo ya comentado.
"Algunos estudios además describen los posibles efectos de los disruptores endocrinos que se definen como sustancias químicas capaces de alterar el sistema hormonal y generar su disfunción, lo que puede llegar a causar diferentes enfermedades relacionadas con la salud reproductiva de la mujer y trastornos de la función reproductora masculina entre otras. Para evitar su exposición se recomienda evitar productos con parabenos, desinfectar adecuadamente los vegetales, elegir detergentes con certificado ECOCERT, evitar film de PVC en alimentos y no usar botellas de plástico", nos detalla la experta.
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El papel de la microbiota
Sara López añade que además, comienzan a realizarse estudios muy prometedores en relación al intestino y la endometriosis. En las conclusiones se observa un perfil de bacterias diferentes en microbiota vaginal de las mujeres con endometriosis en relación con las pacientes que no padecen esta enfermedad. "En consulta detecto que estas pacientes suelen tener disbiosis intestinal y sobrecrecimiento bacteriano intestinal con frecuencia, por tanto, necesitan un tratamiento dietético mucho más específico", nos cuenta.
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La importancia de una dieta adaptada
Finalmente, se ha observado que generalmente las mujeres con endometriosis tienen altas tasas de desórdenes autoinmunes y endocrinos, por lo que, en opinión de la nutricionista, la dieta tendría un papel clave para reducir la inflamación y mejorar la calidad de vida de estas pacientes, siempre personalizando cada caso ya que no hay dos pacientes iguales. "En resumen, si te han diagnosticado endometriosis y tienen síntomas digestivos como gases, hinchazón, dolor, acidez, diarrea, estreñimiento… y otros no digestivos como alteraciones dermatológicas y migrañas necesitarás especialmente una dieta adaptada a tu caso", concluye.
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