Dieta cetogénica, dieta DASH, dieta disociada o dieta detox. Las modas también aterrizan en el mundo de la nutrición y la dietética, donde, cada año, se popularizan métodos para cuidar nuestra salud, mantenernos en forma y perder peso. Uno de los sistemas que más se han popularizado en los últimos meses es el del ayuno intermitente, un método que promete beneficios más allá de la pérdida de peso, como la disminución de los niveles de insulina y azúcar en sangre, el incremento de la quema de grasa o la mejora de la concentración. Este protocolo, cada vez más popular entre celebrities y gente anónima, consiste básicamente en alternar periodos de ayuno y alimentación y uno de sus mayores atractivos es que no restringe alimentos durante la franja en la que sí podemos comer. El ayuno más extendido es el de 16/8, es decir, comer en un espacio de 8 horas y ayunar durante 16. Sin embargo, existen algunos errores que cometemos con frecuencia y que pueden provocar que no alcancemos nuestros objetivos.
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Comenzar de golpe y sin preparación
Uno de los errores más comunes que se comenten a la hora de iniciar el ayuno intermitente es hacerlo sin ningún tipo de preparación previa. En muchas ocasiones, nos invade la impaciencia y deseamos resultados inmediatos. Sin embargo, este método requiere calma si queremos mantenerlo en el tiempo y obtener resultados. Debemos adaptarnos al ayuno de forma progresiva, ya sea espaciando las comidas y los tiempos entre ellas o reduciendo las cantidades de ingesta.
No planificar
La planificación es uno de los puntos más importantes para que el protocolo de alimentación sea un éxito. ¿Qué tipo de ayuno vamos a realizar? ¿Qué vamos a comer cuando no estemos en periodo de ayuno? o ¿Qué comidas haré esta semana fuera de casa? Estos son solo algunos de los interrogantes que tenemos que tener presentes durante el proceso. Como ocurre con el resto de cuestiones nutricionales, planificar es fundamental.
Comer poco
Este es otro de los errores que nos pueden conducir al fracaso. Además de que no hará que perdamos más peso ni grasa, comer poco puede hacer que el periodo de ayuno sea un auténtico infierno. Si no comemos lo suficiente, no conseguiremos sentirnos saciados, por lo que nos costará más poder cumplir con el método. Lo mismo ocurre a la inversa. De nada sirve respetar las horas de ayuno si, en las horas en las que podemos comer, nos alimentamos de forma abundante con productos poco saludables.
Beber alcohol
Las calorías líquidas también cuentan (y mucho). Sin embargo, en muchas ocasiones, nos olvidamos de este importante dato y, aunque no ingiramos alimentos sólidos, con las bebidas también rompemos el ayuno, excepto con bebidas no calóricas, como agua o infusiones. Además, las bebidas alcohólicas aportan gran cantidad de calorías vacías y ningún nutriente interesante para el organismo.
Dormir poco
Un buen descanso es primordial en un estilo de vida saludable, más aún cuando estamos inmersos en algún método alimenticio o dieta. Tenemos que dormir un mínimo de 7-8 horas diarias para que el cuerpo se recupere de los esfuerzos realizados el día anterior, así como para ganantizar nuestra salud y bienestar.