¿Estás pensando en pasarte a la cosmética eco? Tal vez todavía te surgen algunas dudas sobre estos productos que cuidan tu piel a la vez que son respetuosos con el medio ambiente. Por eso, hemos querido hacer a varios expertos las cinco preguntas más frecuentes sobre este tipo de cosméticos. Toma nota.
1. ¿Qué requisitos tiene que cumplir una firma para que podamos afirmar que hace cosmética ecológica?
“Existen dos rutas muy fáciles para averiguarlo, la primera es que la firma posea un certificado ecológico otorgado por un ente certificador (hay varios), la segunda es que la firma en su descripción confirme que utiliza solo ingredientes eco-aprobados y estos vengan destacados en la etiqueta. La transparencia por parte de los productores es clave en ambos casos”, nos cuenta Pedro Catalá, cosmetólogo, doctor en Farmacia y fundador de Twelve Beauty.
“Hay organismos certificadores que te piden un 60% de contenido de material ecológico, otros que piden más y otros que menos. Pero básicamente lo que piden es un mínimo contenido ecológico. ¿Qué significa un ingrediente ecológico? Se trata de un ingrediente natural que además es menos dañino con el medio ambiente porque su proceso de cultivo, producción y transporte, es menos perjudicial para el medio ambiente y a la planta en sí. La huella de carbono debe ser inferior a la de un ingrediente natural, debe cumplir con ciertos criterios de no utilizar ciertos pesticidas que sí se pueden usar en los ingredientes naturales. Lo cierto es que cuando tú como fabricante, compras un principio activo, puedes decidir comprar el natural o en su versión ecológica, con lo cual es muy sencillo para un fabricante, elegir la versión ecológica de un principio activo”, añade Paola Gugliotta, Doctora en Dermocosmética y creadora de Sepai y APoEM.
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2. ¿Hay diferencias con la cosmética natural?
“Sí, la principal es que en la cosmética natural no es necesario que los ingredientes provengan de la agricultura biológica. Los certificadores ecológicos exigen que si un ingrediente existe en el mercado ecológico, este debe ser utilizado. Con esto no quiero decir que una es mejor que la otra. A pesar de ser un firme defensor la agricultura biológica y con ello de no utilizar pesticidas y herbicidas químicos, con los años me he dado cuenta de que hay extractos naturales más "puros" respecto a su equivalente ecológico, ya que a veces estos extractos derivados de plantas se someten a diferentes procesos químicos (aceptados dentro la cosmética ecológica) como la desodorización de aceites (algo muy común), su hidrogenación (modificar la consistencia), etc. Además, certificar es un proceso costoso así que muchos proveedores de ingredientes y fabricantes de cosmética sencillamente evitan este paso”, nos cuenta Pedro Catalá.
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3. ¿Es tan eficaz la cosmética ecológica como la convencional?
En opinión de Pedro Catalá, no se puede decir un sí absoluto. “Personalmente no me gusta demonizar la cosmética convencional, junto a los ingredientes de síntesis, obtenidos en laboratorios. No es oro todo lo que reluce en la cosmética ecológica, ya que presenta muchos desafíos como la falta de reproducibilidad, los cultivos dependen del clima, y cada año son diferentes. También está la escasez de los ingredientes, ¿qué pasaría si todo el mundo hiciera cosmética bio? simplemente, no habrían ingredientes para todos y por último, y este es el motivo principal, está la oxidación de los ingredientes derivados de plantas, con el tiempo se enrancian, no solo alterando las características físico-químicas del cosmético, también, en casos más graves, pueden derivar en problemas a la piel de tipo alérgico”, nos cuenta el cosmetólogo. “Dicho esto, si comparamos un aceite de vaselina con un aceite de aguacate, por supuesto, este último posee más propiedades beneficiosas para la piel (vitaminas liposolubles y aceites altamente compatibles con las capas más externas de la epidermis), mientras que la vaselina es inerte y aporta solo emoliencia a la piel sin ningún beneficio extra. La clave está en la maestría del creador del producto final, y es que la formulación de productos naturales es una ciencia y no un experimento”, añade.
Paola Paola Gugliotta, por su parte, nos cuenta que, en su opinión, la cosmética ecológica es tan eficaz como la cosmética natural. “También puede ser tan eficaz como la cosmética convencional siempre y cuando el formulador elija principios activos de altísima eficacia que sean naturales y/o ecológicos, porque existen. Cada día existen más activos muy tecnológicos, basados en biotecnología, biofermentación, extracción supercrítica…, que son procedimientos sofisticados pero aceptados en el mundo de la cosmética ecológica porque son procesos limpios, procesos que no contaminan ni el medio ambiente ni al ingrediente en sí, ni se utilizan sustancias para hacer esa transformación que dejen subproductos nocivos en el activo final. Con lo cual sí, sí que se puede tener una cosmética ecológica tan eficaz como una convencional”, añade la experta.
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4. ¿Es menor su duración que la de la cosmética convencional?
“Lamentablemente sí, no solo existe la degradación de los aceites vegetales con el tiempo, también está la contaminación bacteriana, ya que los conservantes permitidos en la cosmética ecológica son más difíciles de manipular y pequeños errores en sus dosis e incorporación en la fórmula final podría precipitar en una reducción de la vida del cosmético”, cuenta Pedro Catalá.
“Antes era muy normal que en la cosmética ecológica existieran pocos conservantes, con lo cual la ley dictamina que si un producto tiene menos de 30 meses de vida, por obligatoriedad hay que escribir la fecha de vencimiento. Hoy en día, hay principios activos conservantes naturales y ecológicos muy sofisticados, con lo cual puedes tener un producto con el mismo PAO, que cumpla los requisitos de la ley en cuanto a duración del producto como si fuera un cosmético convencional. Obviamente para cerciorarse de esto siempre hay que hacer un challenge test, que es un test de estrés del conservante del producto que te va a decir técnica y científicamente si tu producto es viable o no, cuánto tiempo puede durar una vez fabricado y cuánto tiempo puede durar una vez utilizado en las condiciones de envase en las cuales se está vendiendo”, añade la fundadora de Sepai.
“Al no incluir conservantes artificiales, la cosmética ecológica puede durar menos tiempo que la convencional. En este sentido, uno de los factores que más influye en la duración de un cosmético es la utilización de agua en la fórmula. Al eliminarla, se alarga su vida útil. Los cosméticos ecológicos incluyen también en el envase el PAO, que indica la duración de ese producto, una vez abierto. Lo habitual es que las cremas y sérums naturales duren entre 6 y 12 meses. Otros productos como los champús o las aguas micelares pueden durar 18-24 meses. Es importante cerrar bien el producto después de su uso para su mejor conservación”, cuenta por su parte Lissette Anziani, fundadora de la firma española de cosmética vegana Kóoch Green Cosmetics.
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5. ¿Cómo animar a las lectoras a apostar por este tipo de cosméticos?
Pedro Catalá nos cuenta que para la consumidora que tiene muy claras sus ideas y busca resultados visibles pero sostenibles en el tiempo, es muy probable que encuentre respuesta en la cosmética ecológica. “No es una categoría de productos que suelan aportar resultados inmediatos, pero con su uso continuado y con sus fórmulas más delicadas, refuerzan la delicada barrera cutánea, en otras palabras, esta cosmética, bien formulada, ayuda a mantener la piel más sana por más tiempo”, apunta.
“Hoy en día estamos rodeados de sustancias químicas, por el aire, por el agua, por la alimentación, pero sobre todo por la piel. Y hay un tema fundamental: nuestro cuerpo tiene un montón de enzimas y un montón de sustancias que le ayudan a degradar las toxinas y sustancias químicas que tomamos vía oral. Pero no sucede lo mismo con las sustancias tóxicas que colocamos sobre la piel. Está más que demostrado todos los conservantes y pesticidas que se usan en las plantas, quedan trazas en los principios activos de los productos cosméticos que penetran en la piel, sin hablar de todas las sustancias químicas que se añaden, de manera consciente, a los cosméticos en caso de cosmética convencional. La cosmética ecológica nos libra de todas esas sustancias tóxicas que se utilizan en el cultivo de las plantas”, nos dice Paola Gugliota, que añade que lo importante es pensar es que si queremos una vida menos contaminada, lo mejor sería utilizar sobre la piel productos ecológicos para la casa y para la piel de toda la familia. “Empezaría por los productos para el hogar: detergentes y suavizantes. Después pasaría a los productos de limpieza de cada día (geles de baño, champús, desodorantes…), productos que utilizamos en el cuerpo y en grandes cantidades y por último me pasaría a los productos faciales porque los usamos en menor cantidad del cuerpo y que son en los que normalmente, queremos tener más eficacia. Yo animaría a los consumidores a que inicien este cambio”, concluye.
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