Solemos relacionar la meditación con la quietud, con un momento de calma en el que pararnos y encontrarnos a nosotros mismos. Por eso, nos hemos preguntado si es posible también meditar en movimiento, haciendo alguna actividad física, como puede ser por ejemplo el running, uno de los deportes de moda. “Efectivamente, la meditación es un ejercicio, o un entrenamiento, mental para lograr quietud (o calma mental) y autoconocimiento, pero también para mejorar la habilidad de ser consciente de la experiencia presente y desarrollar estados mentales positivos”, nos cuenta Yolanda Moreno, experta en Mindfulness para el Rendimiento Deportivo y colaboradora de Petit BamBou.
“Ese entrenamiento mental lo podemos hacer sentados en un cojín de meditación, pero también en movimiento. De hecho, es posible convertir cualquier acción de la vida diaria en una meditación. Si al correr diriges tu atención a un objetivo, que forme parte de la experiencia de correr (por ejemplo, la longitud de la zancada, la respiración, la posición de espalda, cabeza y brazos, la técnica de carrera, etc.), y lo haces sin añadir ningún juicio, ninguna evaluación, ningún valor ni positivo ni negativo a lo que estás haciendo… entonces estás meditando. Y cuando tu atención se desvíe, simplemente reconócelo como algo normal y, con amabilidad, lleva de nuevo tu atención a su objetivo. Eso es meditar y se puede hacer mientras corres”, añade además la experta.
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¿Qué ventajas nos aporta hacerlo?
Lo cierto es que los expertos nos animan a incorporarla a nuestra rutina, pues la práctica continuada de la meditación provoca cambios estructurales y funcionales en el cerebro que favorecen la concentración y la regulación de las emociones. Pero, para citar ventajas más concretas y fáciles de observar en nuestra vida diaria, destacaremos las siguientes:
- Ayuda a relajar la tensión muscular.
- Disminuye también la frecuencia de pensamientos negativos y de autocrítica.
- Favorece estados de ánimo positivos.
- Aumenta nuestro grado de satisfacción con la vida.
- Disminuye los niveles de estrés y de ansiedad, tan habituales en la actualidad.
- Contribuye a mejorar la tolerancia al dolor.
- Reduce la impulsividad.
- Ayuda a mejorar nuestro sistema inmunológico.
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¿Tiene muchas diferencias con la meditación tradicional?
Tal y como nos explica Yolanda Moreno, la meditación que practica un deportista no es muy diferente a la meditación tradicional en la medida en la que tiene sus raíces en ella. “Sin embargo, la meditación tradicional es mucho más que unas prácticas para regular el nivel de activación antes de una carrera, para eliminar el ruido mental durante la competición, o para entrenar conscientemente”, añade y nos explica que la meditación puede ayudarnos a mejorar nuestro rendimiento físico. “Correr en atención plena contribuye a que realicemos una carrera con una técnica más adecuada que economiza esfuerzo y energía, incluso previene lesiones”, nos dice, y añade que la práctica de la meditación también nos ayuda a relacionarnos mejor con los pensamientos y emociones que surgen durante la carrera. Así, podemos decir que nos ayuda a observar los pensamientos que nos distraen como lo que son, solo pensamientos, a no engancharnos a ellos, a dejarlos ir. “Nos ayuda también a tener una mejor relación con el cansancio, incluso con el dolor. Nos ayuda a observarlos sin añadirles pensamientos negativos o catastrofistas que solo empeoran la situación. La meditación también nos puede ayudar a descubrir qué valores deportivos son importantes para nosotros y a comprometernos con ellos. Y todo esto, en definitiva, contribuye a nuestro rendimiento”, resumepara finalizar la experta.
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