Skip to main contentSkip to footer
adelgazar hambre© Adobe Stock

12 trucos para comer menos y adelgazar más sin riesgos para la salud

El hambre emocional puede estar detrás del picoteo constante


11 de septiembre de 2020 - 15:55 CEST
nevera© Adobe Stock

Si quieres ponerte a dieta para adelgazar porque piensas que te sobra un par de kilos, antes intenta comer menos. ¿Cómo? Analizando si estás consumiendo calorías de más por el hambre emocional.

No siempre somos conscientes, como decía Eduard Punset, de lo que nos pasa por dentro. Y quizá estemos atravesando un momento de nuestra vida más complicado o más intenso, que nos hace picar más entre horas para reducir la ansiedad. O llenar el plato de más comida sin darnos cuenta.

- Leer también: Perder peso: 15 trucos para adelgazar sin dieta ni ejercicio

 

El hambre emocional y el aumento de peso 

Eso, obviamente, se traduce en un aumento de peso. Por tanto, lo primero que debemos hacer cuando pensamos que estamos comiendo más de lo normal y queremos perder peso es observar cómo nos sentimos. Tal como señalan los psicólogos del GrupoLaberino, "hay que investigar solos o con ayuda profesional qué nos estás pasando para ponerle remedio, aceptarlo o superarlo para que eso no afecte a nuestra calidad de vida ni a nuestra dieta". 

Estas son las claves para luchar contra el hambre emocional. 

- Leer más: Coaching para adelgazar: Cómo manejar el hambre emocional

pintar© Adobe Stock

Mantén tu mente ocupada 

Pero no dándole vueltas a los pensamientos recurrentes y negativos, por ejemplo, qué ocurrirá este otoño, qué pasará con mi trabajo, etc. Ocúpala con actividades que te diviertan y que requieran concentración. Por ejemplo, pintar. No es necesario que te pongas delante de un lienzo. Puedes adquirir cuadernos para colorear mandalas. Enganchan y relajan. Y evitarán más de una excursión a  la nevera. 

- Leer también: Coaching para adelgazar: Cómo manejar el hambre emocional

ejercicio© Adobe Stock

Haz cualquier deporte que te motive 

Incluso si se trata de caminar. Muévete, es muy importante para reducir la ansiedad. Además, mientras estés haciendo ejercicio estarás alejada de la despensa, y quemarás calorías, con lo que las reducirás de tu dieta si necesitas adelgazar. Los expertos de GrupoLaberinto recomiendan 40 minutos de cardio. Combínalo con ejercicios de fuerza, aumentarás la masa muscular. 

- Leer también: Cómo te ayuda el yoga a adelgazar

 

meditacion© Adobe Stock

Si tienes picos de estrés, medita 

La meditación o el mindfulness han demostrado ser técnicas de relajación muy eficaces para aquellas personas que sufren ansiedad. Si practicas cualquiera de estas disciplinas con regularidad, poco a poco bajarán tus ansias por llevarte siempre algo a la boca. 

- Leer también: Perder peso: ¿por qué siempre tengo hambre?

agua limon© Adobe Stock

Bebe agua 

Además de que es necesaria, el agua puede engañar el estómago, llenarlo y evitar que comas más. De hecho, muchas veces pensamos que tenemos hambre, cuando en realidad solo tenemos sed. Por eso, cuando no sea la hora de la comida y necesites ir a picar algo, bebe antes un vaso de agua y espera unos minutos. Quizá con eso aplaques las ansias por comer. 

- Leer también: Perder peso: bebidas que te hidratan y no engordan

cafe© Adobe Stock

No te pases con el café 

Beber demasiadas bebidas estimulantes como café o té para 'engañar' el hambre no es buena idea. Y, por supuesto, fumar para no comer, tampoco es un hábito saludable. Todos ellos harán que te sientas más nerviosa, con lo que tus niveles de ansiedad aumentarán y acabarás comiendo más. 

- Leer también: ¿Quieres perder peso? Aprende a controlar tus emociones

frutos secos© Adobe Stock

Ojo con los snacks 

Si tuviéramos una calculadora que, automáticamente, nos dijera qué cantidad de calorías extra y, a veces, vacías estamos consumiendo por el picoteo que, en realidad, no necesitamos, nos sorprenderíamos. El hambre emocional, como señalan los expertos del GrupoLaberinto, está muy relacionada con el consumo de alimentos azucarados. Lo mejor es que tengas otros más saludables, por ejemplo, frutos secos, verduras o frutas cortadas. 

- Leer también: Cómo entrenar tu cerebro para cambiar los malos hábitos 

leche© Adobe Stock

Bebe un vaso de agua antes de acostarte 

Lo que comes en la cena y cuándo ingieres esta última comida es muy importante a la hora de adelgazar. Lo ideal es cenar, al menos, dos horas antes de acostarte y que las calorías no excedan de 500. Piensa que antes de acostarte puedes tomarte un vaso de leche. Aplaca el apetito y relaja. 

- Leer también: El secreto para adelgazar está en tu cerebro, no en la dieta

proteinas© Adobe Stock

Consume proteínas 

Los alimentos ricos en proteínas sacian. Por lo que si eres de las que pican a todas horas, haz este pequeño cambio: haz más comidas diarias, por ejemplo, seis en vez de cinco. E introduce alguna proteína en estos ágapes. Por ejemplo, entre las comidas principales, come huevo, queso fresco, tofu, o un yogur. 

- Leer también: Adelgazar: los alimentos saciantes que te ayudan a perder peso

tila© Adobe Stock

Toma más infusiones 

De tila, de melisa, de azahar, valeriana.... todas ellas llenan el estómago, relajan y te ayudan a calmar el hambre emocional. También puedes tomar rooibos, un tipo de té que no contiene cafeína. 

- Leer también: Perder peso: Infusiones y plantas que te ayudarán a adelgazar

yogur© Adobe Stock

Que no falte el yogur en tu dieta 

Algunos estudios sugieren que adelgaza. Quizá, por sí solo, no te haga perder peso, pero sí es cierto que si escoges yogur desnatado, estás saciando tu estómago, con menos calorías, además estás protegiendo tu flora intestinal y te sentirás mejor. 

- Leer también: Perder peso: Los 10 trucos para que adelgazar te sea más fácil

trabajo© Adobe Stock

Contacta con un especialista 

Si aún poniendo en práctica estos consejos y poniendo de tu parte no logras deshacerte de ese malestar, consulta con un profesional. Él te ayudará a averiguar cuál es la causa de ese malestar para gestionarlo y terminar de una vez por todas con el hambre emocional. 

- Leer también: ¿Por qué el bienestar emocional nos puede ayudar a comer mejor?