Es una prenda que las mujeres suelen utilizar a diario. Y decimos suele porque no es extraño ver incluso a celebrities como Kendall Jenner o Kate Moss renunciando con frecuencia al uso del sujetador. A la vista de esta costumbre, nos planteamos si se trata de un hábito beneficioso o perjudicial desde el punto de vista de la salud de nuestros senos. Partimos de que utilizar sujetador es bueno, pero depende, claro está, del tamaño del pecho. Si es pequeño, no sería imprescindible, excepto en el caso de practicar determinadas actividades deportivas, tal y como nos cuenta la doctora Pinilla, especialista en cirugía plástica, quien ha ahondado en este aspecto.
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Imprescindible al hacer deporte
La doctora llega a la conclusión de que, si hablamos en líneas generales, llevarlo es importante, sobre todo en los momentos en los que se somete al pecho a mayor impacto. Es el caso de deportes que por su naturaleza impliquen saltos, aeróbicos, running, etc. Pero no solo cuando hacemos deporte conviene llevarlo. Según la doctora, en situaciones normales hay que usarlo prácticamente siempre, en todas las actividades que realicemos, aunque de vez en cuando (por ejemplo al llegar a casa) no pasa nada por descansar, siempre que no sea un tiempo excesivo.
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¿Qué sucede en el caso de mujeres con un pecho pequeño?
“En ese caso no pasa nada por liberarse. Si tienes un tamaño normal, unos 300-320 gramos, que es la media de las españolas, es mejor llevarlo, permanecerá más tiempo en su sitio. Además, hay que tener en cuenta que incluso el pecho pequeño cambia mucho y en poco tiempo de tamaño durante los embarazos y la lactancia, y en esos momentos sí es esencial no abandonar el sujetador. En cambio en las mujeres con pecho más grande es absolutamente necesario llevarlo para que no vaya descendiendo”. Y, además, a la hora de irnos a dormir, eso sí, la doctora cuenta que “podemos prescindir, porque es mucho más cómodo y la mejoría que se experimentaría al utilizarlo no sería relevante”.
Dar en el clavo al elegirlo
Una vez que tenemos claro que es un buen aliado para mantener bello y saludable nuestro pecho, hay que tener en cuenta, eso sí, cómo debería ser el sujetador perfecto. La doctora Pinilla nos da las claves para acertar en su elección, que no siempre es tarea fácil:
- Hemos de elegir aquel que sujete y no oprima.
- Que tenga aros flexibles, preferiblemente. Si lleva aros deberían ser blandos, pues los rígidos a veces se clavan, así como las varillas laterales, que también deben ser flexibles y estar bien colocadas.
- Un tamaño adecuado. En el caso de que lleve aros y varillas, elegir el tamaño adecuado aún es más importante: hay que optar por uno que no sea pequeño para evitar ese problema, y que no sea demasiado grande porque dejaría de sujetar.
¿Y después de una intervención estética?
También tienes que tener en cuenta el uso del sujetador adecuado cuando te has sometido a una intervención para retocar tu pecho. Nos lo aclara la doctora Pinilla:
-Reducción o mastopexia. "En las pacientes que han sido intervenidas de reducción, recolocación o mastopexia en su pecho, es absolutamente necesario utilizar sujección, ya que si se han distendido los ligamentos de Cooper por el peso esa elasticidad está rebasada y no volverá el pecho a su sitio. Además, aclara que así se consigue que el resultado se mantenga después de una cirugía", cuenta.
-Aumento de mama. En este caso, la doctora indica que es incluso más relevante el uso del sujetador después del aumento, porque al clavarse el aro puede producir un desgaste en la cobertura del implante y acabar en un pliegue que lo rompa.