Todos los expertos en la materia coinciden. Los estiramientos son fundamentales para preparar a los músculos y articulaciones para el esfuerzo físico al que se someterán después. Además, con el calentamiento, logramos aumentar la flexibilidad, lo que resulta importante de cara a evitar futuras molestias o lesiones. Sin embargo, al igual que son indispensables antes de comenzar cualquier actividad física, también lo son después de la sesión. Los estiramientos son la herramienta con la que eliminar tensión muscular y regresar paulatinamente a un estado de relajación. Aunque a veces nos venza la pereza o no dispongamos de demasiado tiempo, debemos recordar que los estiramientos no son un mero complemento del entrenamiento, sino una parte más de este.
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Estiramiento de isquiotibiales
Este es uno de los estiramientos básicos después de realizar cualquier rutina, especialmente cuando corremos o realizamos ejercicio aeróbico. La principal misión de los isquiotibiales es la de doblar la rodilla y extender la cadera.
- Nos sentamos en el suelo con la pierna derecha extendida
- Doblamos la pierna contraria, de tal forma que la planta del pie toque el interior del muslo derecho
- Desde esta posición, llevamos el torso hacia adelante estirando el brazo derecho, intentando tocar la punta del pie con la mano
- A continuación, apoyamos la mano izquierda sobre la rodilla izquierda
- Mantenemos esta postura 20 segundos y hacemos lo mismo con el lado contrario.
Estiramiento de cuello
Si no se estira correctamente, las molestias en el cuello pueden de las más persistentes. Sin embargo, en muchas ocasiones, no prestamos suficiente atención a la zona cervical. La lateralización de cuello es uno de los movimientos que no debe faltar en nuestros estiramientos. Al realizar el ejercicio no debemos sentir dolor, pero sí tirantez.
- Nos sentamos en una silla con las plantas de los pies apoyadas en el suelo, la cabeza recta y la espalda erguida
- Llevamos la mano derecha por encima de la cabeza hasta alcanzar la oreja izquierda
- A continuación, tratamos de llevar la oreja derecha hasta el hombro del mismo lado, sin inclinar el cuerpo ni elevar el hombro
- Mantenemos la posición durante 20 segundos, regresamos a la posición inicial y repetimos el movimiento en el sentido contrario.
Estiramiento de espalda
Dedicar unos segundos a estirar la espalda no solo mejora la capacidad de relajación y disminuye la tensión muscular, sino que también ayuda notablemente a corregir la postura y disminuir la rigidez de las articulaciones. Existen un sinfín de ejercicios para este fin y uno de los que reporta grandes beneficios es la conocida como postura del niño o 'Balasana'. Te permitirá descansar, relajarte y descargar la espalda.
- Nos colocamos de rodillas, con los pies apoyados en el suelo y las rodillas separadas a lo ancho de las caderas
- Exhalamos y bajamos lentamente los glúteos hacia los talones
- A continuación, doblamos el torso sobre los muslos e intentamos que la frente descanse sobre la superficie
- Por último, extendemos los brazos hacia delante con las palmas de las manos hacia abajo y mantenemos la postura unos segundos
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