Recientemente, el Ministerio de Sanidad ha comunicado que se adelantará el periodo de vacunación de la gripe para así intentar aliviar la presión asistencial que se puede producir este otoño e invierno, ya que se prevé que virus de la influenza y el coronavirus causante de la COVID-19 coincidan en el tiempo. En años pasados, los virus de la influenza ya han sido los responsables de la saturación en los servicios de urgencia de muchos hospitales. De ahí que se intente, en la medida de lo posible, frenar al menos el contagio de esta infección para que el sistema sanitario no colapse. Hablamos con dos expertos para que nos expliquen por qué es importante vacunarse así como si podemos distinguir la enfermedad por el nuevo coronavirus de la gripe, dos enfermedades con síntomas muy similares.
- Leer también: Las vacunas recomendadas para un adulto sano
¿Puede confundirse la gripe con la infección provocada por el nuevo coronavirus?
La respuesta es sí, afirma el doctor Antonio Lalueza, vocal del Grupo de Trabajo de Enfermedades Infecciosas (GTEI) de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) e internista en el Hospital Universitario 12 de Octubre (Madrid), que explica que "la gripe y el COVID-19 son enfermedades respiratorias contagiosas producidas por virus diferentes. La COVID-19 está causada por la infección de un nuevo coronavirus (llamado SARS-CoV-2) y la gripe es causada por un influenza virus. Dado que algunos de los síntomas de la influenza y la COVID-19 son similares, puede ser difícil distinguir entre ambas enfermedades basándose solo en los síntomas, y podría ser necesario realizar una prueba de detección para ayudar a confirmar el diagnóstico".
En ambos casos, "la enfermedad puede tener una severidad diferente que iría desde los casos asintomáticos o leves (la mayoría) a casos más graves que requieren hospitalización. Los síntomas más comunes tanto del COVID-19 como de la gripe incluirían la fiebre, la tos, cansancio, dolor de garganta, mucosidad nasal, dolor muscular, cefalea o diarrea", indica.
- Leer también: Vacunas: ¿tengo que vacunarme contra la neumonía?
¿Cuáles son las diferencias entre la gripe y la COVID-19?
Según nos recuerda el doctor Eduardo Junco, médico general, pediatra y colaborador de ¡HOLA!, "la gripe es una enfermedad infecciosa, aguda y estacional producida por diferentes virus, conocidos como virus de la Influenza, los cuales producen epidemias anuales que afectan por igual a todas las personas, aunque tienen repercusiones mas graves sobre la salud de las personas mayores". Los síntomas son muy parecidos a los de producidos por el nuevo coronavirus y muchos temen confundirla.
El doctor Lalueza indica que hay algunas diferencias entre ambas enfermedades que nos podrían ayudar a distinguirlas:
- La presencia de cambios o pérdida del olfato o el gusto son muy característicos de COVID-19.
- El tiempo de aparición de síntomas desde la infección. En general, en el caso de la gripe los síntomas suceden más precozmente (de 1 a 4 días de haber contraído la infección) mientras que en COVID-19 los síntomas suelen suceder 5 días después de haber sido infectados (aunque el rango es muy variable y puede ir desde los 2 a los 14 días después del contacto).
- La gripe tiene un periodo de síntomas más recortado (pico máximo de síntomas a los 3-7 días) mientras que en algunos casos de COVID-19 los síntomas (especialmente la falta de aire) puede suceder a los 10-14 días.
- Leer también: Coronavirus y pérdida de olfato: ¿qué relación existe?
¿Qué podemos hacer para prevenir la gripe?
Tal como confirma el doctor Eduardo Junco, "la vacuna de la gripe es el medio preventivo más eficaz para defenderse de ella y evitar así esta enfermedad. Su utilización genera un nivel de anticuerpos circulantes en la sangre que nos protegen contra los virus que la provocan". Por tanto, la vacuna es la mejor prevención.
"Lo más importante es vacunarse frente a la gripe. Ahora más que nunca es importante vacunarse contra la gripe durante la temporada 2020-2021", insiste el doctor Antonio Lalueza.
Como nos explica el doctor Junco, "la vacuna de la gripe se fabrica según formulas recomendadas por la OMS en función de datos epidemiológicos previos, pues la composición de cada vacuna anual se va actualizando en función de las epidemias anteriores. Es por esto que la vacuna de la gripe es un tratamiento de temporada. Estos cambios anuales son necesarios para que la vacuna sea efectiva, dada la gran facilidad que tienen los virus de la gripe para realizar mutaciones en su estructura. El fin primordial de la vacunación es prevenir la enfermedad. El nivel de protección es variable de unas personas a otras, al igual que su eficacia y duración. La vacuna de la gripe no cubre de forma total el riesgo de enfermedad, y a veces tampoco dura un año su eficacia ya que la predisposición del paciente y su capacidad para fabricar anticuerpos pueden ser diferentes".
Además, hay una serie de medidas que pueden disminuir el riesgo de contagio como serían:
- Evitar el contacto cercano con personas que tengan gripe; si uno está enfermo, debe limitar el contacto con otras personas tanto como sea posible para evitar transmitirles la infección
- Cubrirse la boca al toser o estornudar con un pañuelo y arrojarlo a la basura tras su uso
- Lavarse las manos con frecuencia con agua y jabón y si no disponemos de ellos, con solución hidroalcohólica
- Evitar tocarnos ojos, nariz o boca
- Limpiar y desinfectar las superficies y los objetos que puedan estar contaminados con gripe
- Evitar espacios cerrados y pocos ventilados
- Usar la mascarillas
"La buena noticia es que estas medidas son similares a las recomendadas para prevenir la infección por SARS-CoV2 por lo que este año somos más conscientes de ellas y es posible que se prevenga un mayor número de contagios por gripe", continúa Lalueza.
- Leer también: Coronavirus: qué tipo de mascarillas tengo que usar
¿Por qué se recomienda adelantar la vacuna de la gripe?
"Ambos virus (SARS-CoV2 y gripe) van a circular a la vez durante la temporada invernal por lo que debemos garantizar que los pacientes estén vacunados frente a la gripe a tiempo", obsera el doctor Antonio Lalueza. Generalmente, se comienza a vacunar a lo largo del mes de octubre y noviembre. Este año, sin embargo, los programas de vacunación frente a la gripe deben adaptarse a las medidas para frenar la expansión del SARS-CoV2 que incluirían la distancia social, el confinamiento, etc. "Por este motivo, las campañas de vacunación deberían comenzar antes para garantizar que haya tiempo a vacunar a la población antes de comience la gripe", subraya el especialista del Hospital Universitario 12 de Octubre.
Sobre si la vacuna de la gripe puede complicar la COVID-19, Lalueza indica que el SARS-CoV-2 es un nuevo coronavirus," la experiencia clínica de vacunación frente a gripe en personas con COVID-19 es muy limitada. Parece razonable que en aquellos pacientes con síntomas compatibles con infección aguda por COVID-19 se retrase la vacunación de la gripe hasta que no se haya recuperado, pudiendo hacerlo con posterioridad".
- Leer también: Coronavirus: errores que cometes con la mascarilla
¿Quién debe vacunarse de la gripe?
Nos explica el doctor Eduardo Junco que cualquier persona en buen estado de salud y con capacidad inmunológica normal puede vacunarse de la gripe. La mejor época para vacunarse es al comienzo del otoño. No deben vacunarse aquellas personas que tengan alergia a las proteínas del huevo o durante el primer trimestre del embarazo o en el curso de una enfermedad febril aguda. Así, se recomienda la vacunación de la gripe para todas aquellas personas que tengan mayores riesgos de sufrir complicaciones o para aquellas que deseen evitar sus síntomas.
La indicación de la vacunación debe ser realizada por el médico de cabecera en los adultos, y por el pediatra en los niños.
Los grupos de “riesgo“ o de personas que deben vacunarse y en los cuales se recomienda la vacunación de la gripe son:
- Personas mayores de 65 años.
- Personas que por su profesión estén más expuestos a un riesgo elevado de contagio. Médicos, enfermeros, sanitarios.
- Grupos laborales con repercusiones sociales. Ejército, guardia civil, policías, maestros, bomberos, conductores.
- Pacientes con enfermedades pulmonares o cardiacas. Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), enfisema pulmonar, enfermedades involutivas, enfermedades cardiovasculares.
- Pacientes con enfermedades metabólicas, diabetes o enfermedades renales.
"Cada año, los esfuerzos de vacunación frente a la gripe se centran en la población de riesgo y en los servicios públicos esenciales. Sin embargo, esta temporada de gripe merecería la pena que la cobertura vacunal sea más amplia. ¿El motivo? Muy sencillo, por una parte se reduciría la prevalencia de infección por gripe, lo que disminuiría los casos sintomáticos que podrían confundirse con COVID-19. Por otra parte, la prevención y la reducción de la severidad de la infección gripal disminuiría el número de pacientes atendidos en los centros de salud, así como las hospitalizaciones y los requerimientos de UCI asociados a la gripe, aliviando cierta presión asistencial para poder garantizar todos los recursos necesarios para atender a los pacientes con COVID-19", concluye el doctor Antonio Lalueza.
- Leer también: Coronavirus: cuándo tendremos una vacuna para la covid-19