Mónica Carillo, la cara conocida del telediario de fin de semana de Antena 3, junto a Matías Prats, nos sorprendió el pasado año con la noticia de que había sido intervenida de un carcinoma basocelular, un tipo de cáncer de piel. Luego fue la actriz Lydia Bosch la que confesó que también ha sufrido este tipo de enfermedad oncológica. Ahora Hugh Jackman ha sido sometido a una biopsia para analizar una lesión cutánea en la nariz. El actor australiano confesaba en redes sociales que el peor diagnóstico sería que se tratara de un carcinoma de piel de células de Basilea (o células basales) y, además, ha aprovechado su popularidad para pedir a los jóvenes que usen protector solar. Te explicamos qué es este tipo de cáncer, cómo identificarlo y cuál es el tratamiento.
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¿Qué es el carcinoma basocelular?
Es el tipo de cáncer de piel más común. Se origina en las celulas basales de la epidermis. "No tiene predilección por sexo, ya que puede afectar igualmente a hombres y mujeres, y se relaciona con la exposición solar. Su incidencia en adultos jóvenes, a partir de los 35 años ha ido en claro aumento, principalmente, por los ‘malos’ hábitos de exposición al sol”, explica la doctora Teresa Ojeda, de Servicio de Dermatología del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa de Sevilla.
Es más común en personas con un fototipo de piel clara y pecosa, aunque, debido a que los rayos nocivos del sol puede aumentar el riesgo, puede aparecer en cualquier persona.
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Síntomas del cáncer de células basales
La evolución de este tumor es muy lenta por lo que, generalmente, no se trata de un tipo de cáncer grave como puede ser el melanoma. Sin embargo, es imprescindible realizar un diagnóstico precoz para poder tratarlo a tiempo y evitar complicaciones. Se puede distinguir como una mancha nacarada, blanca o rosa pálida o una lesión que cambia o no cicatriza.
Si bien este tumor tiene escasa mortalidad, pues el porcentaje de metástasis es muy bajo, el problema es la morbilidad que ocasiona, ya que destruye los tejidos y cuando se da en zonas como los párpados o la zona auricular puede llegar a destruir tanto que requiera la enucleación del globo ocular o la extirpación del pabellón auricular, por lo que tiene una importante repercusión en la salud del paciente. Cuanto antes se diagnostique y se intervenga, menos impacto estético va a tener. Las guías tratan de aunar criterios diagnósticos y terapéuticos para que no haya discrepancias y que un paciente en cualquier punto de España reciba un trato similar”, aclara doctor Francisco Vilchez, coordinador de la guía de carcinoma basocelular, de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), quien recuerda que el objetivo es la detección precoz, reducir el riesgo de recaída y lograr la mejor respuesta posible.
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¿Cómo se realiza el diagnóstico?
La primera persona que puede realizar un diagnóstico precoz del carcinoma basocelular es uno mismo o el entorno más cercano, observando la piel y detectando cualquier cambio en un lunar, mancha o bulto que aparezca. En estos casos, hay que pedir cita al dermatólogo para que realice una exploración de la piel, no solo de la lesión sospechosa, sino de todo el cuerpo.
También es posible que recomiende la realización de una biopsia, es decir, la extirpación de una pequeña muestra para analizarla en el laboratorio y determinar si se trata de un tumor maligno y qué tipo de cáncer de piel. Según lo estime el médico, procederá directamente a la extirpación de la lesión para extirpar el cáncer y los tejidos sanos que le rodean para asegurarse de que no queda ninguna célula maligna alrededor.
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¿Cuál es el tratamiento?
Dependiendo del tamaño y lo localización, la extirpación del tumor suele ser la primera opción de tratamiento, que se hará mediante cirugía o criocirugía (un tipo de cirugía que utiliza temperaturas muy bajas y que se suele realizar con nitrógeno líquido) si el tumor es muy pequeño.
Si el tumor está ya operado pero al analizarlo se descubre que los márgenes está afectados. Los expertos recomiendan reintervenir a vigilar su evolución, sobre todo en tumores que están en la zona central de la cara y cuando el margen afectado es el profundo. En aquellos pacientes de bajo riesgo, la evidencia muestra que la cirugía es mejor opción que los tratamientos no quirúrgicos (electrocoagulación, criocirugía, terapia fotodinámica, etc.) y que éstos deben reservarse para aquellos casos que no se pueden operar. En ocasiones, el médico puede estimar la necesidad de realizar radioterapia.
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Cirugía de Mohs para el cáncer de piel
Para tipos de cáncer de piel como el carcinoma basocelular infiltrativo se puede realizar la cirugía de Mohs, cuyo porcentaje de curación oscila entre el 98-99%. En esta cirugía, se extirpan segmentos individuales de tejido canceroso, el patólogo los examina uno por uno con el microscopio hasta que se comprueba que el tumor ha sido extirpado por completo, “quedando lo que llamamos los ‘bordes libres’”, explican los dermatólogos Teresa Ojeda y su colega Tomás Toledo, también del Servicio de Dermatología del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa de Sevilla.
De esta forma, “el paciente sale del quirófano con la certeza de que el tumor se ha resecado por completo, preservando la mayor cantidad de piel sana posible, algo especialmente importante sobre todo en zonas con repercusión estética tales como la región facial, auricular o genital”, concluye la doctora Teresa Ojeda.
Pronóstico
El pronóstico, generalmente, es bueno, puesto que, como decíamos, se trata de tumores de crecimiento muy lento que, raramente, hacen metástasis a otras partes del cuerpo.