No es ningún secreto que el yoga aporta múltiples beneficios y que se está posicionando como una de las rutinas de actividad física más consultadas y demandadas. Frente a frenéticas prácticas como el CrossFit o el HIIT, hay quien busca una disciplina más tranquila, que le permita desconectar y a la vez trabajar su cuerpo. El yoga es una opción perfecta en este supuesto, que combina respiración con espacios meditativos, a la vez que movimientos en forma de postura (asanas) encaminados también a fortalecer la musculatura. Si tienes como objetivo un vientre plano, ten por seguro que este método te ayudará. Con él tonificarás todo el core sin tener que recurrir a los abdominales clásicos –si necesitas perder grasa recuerda combinarlo con cardio- y estos son algunos de los ejercicios más efectivos.
'Vrksasana' (árbol)
Es una de las asanas más populares del yoga y, aunque parece sencilla, no lo es tanto. Requiere de mucho equilibrio y el secreto para mantener la estabilidad está en tener todo el cuerpo activado, colocar bien el peso sobre la pierna de apoyo y 'sujetarte' con el core.
'Vasisthasana' (plancha lateral)
¡Exacto! En el yoga también hay planchas, uno de los ejercicios más interesantes y en tendencia que puedes practicar para tonificar tu cuerpo. Un estudio de la Universidad de Auburn en Montgomery señalaba esta postura estática como una de las más efectivas para trabajar el abdomen. Recuerda mantener bien alineada la columna y mantén el equilibrio. Mirar un punto fijo puede ayudarte con el reto.
'Navasana' (barco)
Además de la asana Vasisthasana, el citado estudio confirmaba que esta postura de yoga es también una de las más recomendables si lo que se busca es un vientre plano. Es trabajo abdominal puro y duro, no como en otras que el secreto reside en que la postura obliga a mantener el core bien activo y, por tanto, se fortalece. En este caso, se forma una V con el cuerpo y se aguanta la postura. Parte de una posición con las piernas flexionadas y estíralas cuando te sientas estable.
'Virabhadrasana III' (guerrero)
Otra asana que a primera vista parece fácil de hacer pero que una vez te pones con ella descubres que implica cierta dificultad. Un total desafío del equilibrio en el que solo te sostienes sobre una pierna y debes ser consciente de dónde colocas el peso del cuerpo. No solo la pierna de apoyo mantiene la postura; únicamente tensionando bien el abdomen serás capaz. Comienza colocándote de pie con los brazos estirados por encima de la cabeza y, a partir de ahí, poco a poco despega un pie del suelo y lleva la espalda hacia delante. No te frustres, paso a paso. Una vez tienes el cuerpo en perpendicular, aguanta.
Superman en cuadrupedia
No es una postura propia del yoga sino más bien del pilates, otra de las disciplinas en las que trabajas de manera combinada cuerpo y mente. La dinámica es la misma que en la asana anterior, guardar el equilibrio y sujetar el cuerpo sobre un apoyo, en este caso, una pierna desde la rodilla hasta el empeine. Lo importante es que el brazo y la pierna que se quedan en el aire formen una recta perpendicular al suelo, la pierna de apoyo un ángulo recto y la cadera esté a la altura de la rodilla.